su apartamento y baja del taxi
se despide. Él la mira
mirarla y nieg
y ella agarra su hombro, alza la mirada y pone su cabel
ice el portero muy educad
cción al sofá. Agarra su teléfono y va directo a su cuenta de banco. Miracierra los ojos unos segundos, lo
ntras caen en los excesos de una noche de viernes. Él los observa desde lo más alto, inspecciona cada gesto, cada movimien
re, la misma profesión que ella ocupo ocupan estás señoritas, ninguna vende su cuerpo si no lo quiere. Les ofrece un lug
que hablaba con los clientes le hizo pensar mucho en su madre, ese cabello negro oscuro y esos ojos cele
j y sabe que
ablar con usted jefe - e
al jefe de
su rostro cansado y
señorita Adela - dice él algo nerv
ra semana, pero creo que está bien
ianza señor - dice e
que se retire de su oficina, el volt
pero si no pregunta sabe
en, ¿Sabe su nom
io mira al jefe y
e llamada por su nombre
án con la mano p
a alguien que ni yo conozc
ho y se queda pensando en como se despidieron, e
e despides de todos? -
rla, se dio la vuelta y lo dejo solo arriba. No fue
, pero para el jefe ese acercamie
eto, debe saber el nombre de aque
a vez habÃan organizado una coreografÃa y ya no s
o cabello suelto, su mirada tan frÃa como siempr
os últimos pasos para dejar atónitos a los c
. Ella lo miro a los ojo
el profesor hablara, pe
ó, ella se puso atrás de
tan caracterÃstica de ella. Pare
an del regalo del Jefe, todos
se vestido color vino suelto con los co
en voz alta, todas se
sientas celos, ya sa
ido, no por quién te lo ha regalado
as. Saben que es algo inusual
noches. Me imagino que no, si
zan ha hacer demasiadas preguntas que la d
ando indican que van a
egunten? - Adela habla mien
to por robarte
ción? - le pregunta
e acerca a Adela y mira ese v
ue me ama, me desea y me respeta, yo no soy un jue
a cabeza y camina