illar su cabello rubio y fino. Pensaba en voz alta. El señor Brown es tan lindo conmigo ¿porque se habrá tomado la molestia de regalarme algo justo a mi? Puede tener a la
spantó al ver al chico de la cabaña. Estaba pálida y no sabía si gritar o salir a correr. -Tranquila parece que viste a un fantasma. -¡Sal de aqu
niña. -Entonces deja de comportarse como tal. ¿Puedo presentarme? -Esta bien...pero... no te acerques sólo de la puerta y quiero que sepas que si intentas algo, en mi mano tengo un cuchillo- helen escondía la mano sin tener nada detrás. -Soy Adrick Brown y tú eres Helen ¿verdad? -¿Brown...? -Si. Porque te asombra. -¿Eres algo de los Brown? -Erick es mi hermano y solemos venir aquí a pasar el fin semana. -¿Venimos...Quienes? -Mi hermano gemelo y yo solemos quedarnos en la cabaña
n momento! - pidió Helen -¿Me hablas a mí?- Patrick preguntó de mala manera y luego exigió- Como te atreves a dirigirte de esa manera a mi. Para ti soy señor Patrick. Helen lo miró muy extraña ya que Adrick había dicho que su hermano tenía problemas psicológicos, pero ella no noto nada raro en él parecía un hombre normal. Sólo que bastante engreído. -Pero... Su hermano gemelo me dijo que usted sufría de problemas psiquiátricos y ahora que lo veo no parece tener problemas ¿o tomó su medicación? Adrick hechó
sicológicos ahora que pensara de mi. OK ok voy a calmarme.Helen estaba preocupada en la primera impresión que pudo tener Patrick sobre ella pensaba que podía contarle a Erick y entonces volver a perder el trabajo. Sin embargo el señor Erick tení
ba que podía contarle a Erick y entonces volver a perder el trabajo. Sin embargo el señor Erick tenía algún interés en ella un interes repentino no se sabía hasta el momento que era lo que se traía en manos para defender a Helen de su esposa y ahora de sus hermanos también. La pobre Helen era muy inocente e ingenua para ver el lado oscuro de algunas cosas o situaciones.En el transcurso del día Helen estuvo sola en la casa era
ediato asustada y se moría de los nervios saber que podía ser el señor Erick que pensaría al verla entre sus cosas era el momento de voltear y ver quien era ya estaba hechada a la suerte.--¿Tu?... otra vez tu.-- ¿Me extrañaste?--Sabía que en algún momento te volveriá a cruzar pero no pensé que sería en unos minutos ¿acaso no