abitación. Ahora que ella y Edmund se iban a divorciar
la arrastró hacia atrás con fuerza. El hombre se subió e
mos de acordar divorciarnos? ¡Suéltame
respondió: "¿No dijiste que eras mi objeto sexual? Entonces tod
mordió el labio in
presión. Luego la besó apasionadamente, como si
nzó a morderle el cuello y a besar
na venganza tortuosa. Eran dolo
pero pronto pensó que él tenía un poco de
ra muy bueno en la cama. Chelsea sabía que probablemente no conseguiría que otro hombre la hic
. Enseguida ella envolvió sus delgados brazos alrededor d
muslos contra los de él, invit
entusiasta. Ella llevaba una vida cotidiana tranquila y reservada. Incluso antes, cuando
ara sonrojada con confusión. Sin embargo, cuando la lujuria lo abrumó, tampoco pudo controlarse. De hecho, en e
uso rojo de vergüenza. Sin embargo, reunió todo el coraj
ente y la pasión. Gracias a ese inusual entusiasmo de ella
o de la cama de Edmund, vacío. Tampoco estaba en la casa, en
ó en la sala de estar. En ese momento, eran casi las ocho y
alado. Ya eran las nueve y Edmu
s más, ella decidió llamarlo. "¿Cuándo
e momento", respondió el
esa se transformó en ira. "¿Qué diablos estás haciendo allí? ¿Aca
oblemas. Tuve que venir aquí antes del amanecer. Tengo muchas cosas con que lidiar ahora mismo. Hablar
n el corazón de Chelsea. Sostuvo su celular co
a de ella. Sintió que si él se atrevió a dejarla plantada e
rante mucho tiempo antes de calmarse. Después, to
sa, que había triunfado en la
itó de alegría y la abrazó. "¡Te felicito! ¡Por fin abriste los ojos!
era para tanto. En ese momento, finalmente se dio cuenta de que a su mejor amiga no
y dos copas. Mientras le servía una copa a Chelsea, dijo con seriedad: "Si me hubieras escuchado
na vez que firmes tu divorcio, te presentaré a muchos hombres guapos y famosos de la in
na estrella famosa. De hecho, no quiero conocer a ningún hom
n su mirada. Se veía algo afligida. La verdad es que Edmund le había r
r que eso suceda. Eres una mujer tan inteligente, hermosa y muy ta
rminado con los hombres, Zuri. Las citas están fuera de
parecer que ella no podría sobrevivir sin él. Por eso, Che