a traer mi dinero o pong
nte. No tengo dinero y muchísimo menos
ió todo en su día y sus pocas posesiones cayeron en manos de su hermana, una maldita que va a lo qu
teresa. Cada peso que pueda to
as apuestas y las drogas y yo tuve que dejar la escuela, dedicarme a hacer las lab
busadora tía que me exige lo que quiere por cuidar de mamá. Yo no puedo hacer ambas cosas. Alguien
ella tiene o
yo obviamente me niego. No soy una prostituta. Dejarme usar de esa forma no me dejará salir de ese mundo nun
ha conseguido que mi tía pierda una gran suma en su garito para así usarme a mí de moneda de camb
aún así, incluso con sus azules ojos detrás de aquel pelo negro largo hasta sus hombros no pienso ser la zorra de nadie. Me
que a su vez escondo de mi familia porque ella tiene muchísimo dinero y no quiero que mi tí
ha prestado ropa y ha hecho magia c
da y disfrutaramos del momento -balbucea ella en mi oído.
scuros y pelo rizo rojo como el fuego, con un cue
y con el cabello por la cintura bordeando mis exuberantes curvas que
a tener esta conversación -concedo bebiendo una copa de cortesía
que no me pienso aprovechar de nuestr
versidad y coincidiríamos en un super mercado. Ella ha accedido a ser mi amiga en secreto y hace
anas. Voy a estar por ahí. Llámame si me necesitas
eso, esperando conseguir mi
as fichas con las que voy a jugar y me ha abierto una cuenta para
conmueve. Una sola de estas lámparas pagaría mis
r nada en específico, unas manos se aferran a mis caderas y me
mosa pero está
jamente, atentos a cada espacio de mi cuerpo. Es incomodo ser tan escudriñada frente a un hombre así d
tartamudeo las palabra
del codo y soy presa de un escalofrío que m
sola,
esde lejos que es un descarado muy guapo acostumbrado a tratar con mujeres di
suyo...¿si m
bajando sin parar de mirarme hasta abrir su mano sobre mi muñeca, tomar la mía en
uya no debería estar tan solita -le observo a los preciosos ojos por un segundo y
mi palma abierta por él es una locura de sensación pero no puedo dejarme embaucar por un hombre así. Se le ve entrenado para sorte
con usted, señor. Tenga
argarme, pero no consigo moverme estoy anestesiada en sus manos -. Apuesto
algo así, me ofende y me hace sentir una presa en su mira. Este tío quiere meterse entre las pi
rosero y un en
dejándome sorprendida c
oca la etiqueta que ostenta seño
me ha ido haciendo caminar hasta atrás y rozo contra u
ue sé que puedo perder mucho si sigo con él, no termino de
e parece tan ordinario en sus labios que me apetece mucho que se a
nas. Tengo que esforzarme por no dejarme resbalar
hacer -se acerca colocando una mano en mi cadera y el
así que déjeme ir de una vez antes de que mon
a peligro iluminando en su frente, no deja de parpadear frente a mí y quiero distancia de este hombre seductor que acaba de meter su mano por detrás de mí espal
suélte
ada que no quieras -alza la
luces cambian de color mientras el ascensor s
-refuto y sus manos vuelven a mí y suben por mi espa
tre mis dedos y solo qui
mas sobre su pecho -. ¿Acaso no hay seguridad en
ice que estoy disfrutando de su juego pero mis labios expresan lo cont
mete en las decisiones del dueño -respo
n Duque propietario de un gran casino me quiere echar un polvo, soy tan feliz -sonríe entendie
lvo -escupe entre dientes -¡Dim
do enseguida. Sumisa. Id
ra cuando el ascensor se detie
er este capricho s
ar dos pasos, se propone seducirme. Me sube a un ascensor y me lleva no
vez que me llamas señor, está matán
contrará en su harem alguna "pre
as manos abiertas a mis costad
con los míos y pos
migo, si ganas te daré el doble y si pierdes
nando más del dinero que he venido a conseguir aquí, so
a prostitu
erra los ojos descarado. En el fondo
ntra un desconocido
a apuesta, más bien lo harás porque te robar
orderle la boca hasta hacerlo sangrar, quitarle la ropa y pedirle que me haga suya como un loco, y sa
de lo que propone. No le conozco y por muy seductor que sea, no sé qué le hace per
notando como muerde sus
od
ue estar sobre esa mesa con las piernas abiertas recibiendo mis caderas furiosas contra tí y r
ntirme insultada, o simplemente hacerlo
me decida y siento que soy una inconsciente
de la apuesta no se encuentra mi cuerpo en
o no te incluiré en la apuesta, y el dinero es tuyo, s
ero lo quiero en efectivo -le ofrezco mi mano y
aferrado a mí, me motiva para que entre
omencemo