e de su cintura y sonrió. Fabián estaba muy enojado, y no p
traba la oficina, todo estaba solo, no
encendió la luz y cerró la puerta.
ué vi
uscarte. Fabrizio no hace otra cosa q
ya estaban rojos a causa de
ntes de enviarte a Venezuela. -E
ico a tu hijo? Fa
vó afuera, lo sentó frente a un escritorio de las secre
os mientras tu ma
aba enojado y su madre triste, aunque era muy inocente aún para comprender lo q
ó a la puerta, se acercó a una ventana que estaba abierta por un lado, la persiana q
ya te di suficiente
e que debo explicarle que su padre ya no
tú llegas hasta aquí solo para de
abandonó porque prefiere a sus otros hijos. -Fabián lanzó t
ndonados a mis cuatro hijos legíti
es a Fabrizio, él tiene dere
siendo
ieron, naturalmente volteó a mirar y vio que de este bajó esa
el brazo y lo al
o que habla la gente adu
de la mujer, fue al escritorio, tom
brizio la miró y notó que sus labios se arquearon hacia arriba, Inés sintió sat
te enviarnos a Venezuela, podemos vivir aquí, tú puedes con
si estás cerca mi esposa se
llamas esposa te pidió que nos abandonarás,
a poner un pie en esta ciudad, la próxima vez juro que te qui
rta y vio a Inés, l
no estás e
rme sabiendo qu
o de lágrimas, sollozando se acercó al niño, l
o nos quiere. -Con una v
quiero. -Inés miró al
a su hijo para beneficiarse ella y pa
rgada de maldad en su rostro
évola sonrisa -. Pero algún día se va a arrepentir -Se inclinó y le agarró la cara a Fabrizio y levantó su quijada-. Mira su carita, míralo bien -Lo acer
porque la forma como Dayanna le dijo esas co
roche, luego subió al ascenso