tamente a los ojos. A ella nunca le importó absolutamente nada más desde el fallecimiento de sus padres en el
ar a su lado. Los dedos de una mano le bastaban para contar el número de veces que su esposo visitaba la ca
a pasado bastante tiempo desde la última vez en que se detuvo a observar a su esposa con detenimiento. Ese día estaba aún más hermosa con aquel vestido rosa que combinaba con el clima de la temporada. Además, sus ojos cristalinos brillaban como agua de manantial cuando lo miraba de cerca, y sus mejil
y aún estaba clara en su memoria, pero ya le había concedido los deseos a ella. ¡Ahora la joven tenía toda la libertad y las riquezas para sí
a la señorita Greenwood de
es una considerable suma de dinero. ¡Incluso si quisiera holgazanear por el resto de mi vida, las riquezas serán suficientes para satisfacer un lujoso estilo de vida has
l salón, agarró firmemente los papeles del divorcio en su mano y se dijo: 'Te lo mostraré, Gerard. Incluso
ato por las puertas de la empresa. No fue hasta entonces que Damien
postura", dijo Damien. Llevaba más de cinco años trabajando para Gerard y estaba al tanto de todos los detalles de su matr
ible", dijo Gerard, quien dio las instrucciones sin establecer contacto vi
ien en tanto salía de la ofici
liciosas de la ciudad Binfield, cargando su lujoso bolso e ignorando el llamativo paisaje que la rodeaba. Desde qu
ora que se habían separado, sentía una gran sensación de alivio en su corazón. Había sido una buena elección divorciarse de él, ¡pues ahora podía hacer
iones a los que asistía porque ya tenía otras mujeres que lo acompañaban. Un día se aparecía con una joven a quien presentaba formalmente en sociedad. Al próximo evento, as