quieta y ansiosa, y tenía una constante sensación de que algo malo estaba a punto de suceder, lo que la puso de mal humor. Unos momentos a
an de repente, en el fondo, sabía que debía de haber sucedido algo malo. Por ello, se vistió r
uese porque, en esa ocasión, había recibido una orden directa de su esposo, el hijo del dueño del Rober
mente. Entonces miró hacia abajo, observando el acuerdo de divorcio que había sobre la mesa, e intentando, deliberadamente, evitar el contacto visual con los ojos fríos e indiferentes de su mari
n ir a casa y hablarlo allí tranquilamente. Sin embargo, Michelle casi se olvidó de que él no había aparecido por casa durante algo más de dos meses. I
rd fue consiguiendo cada vez más poder hasta que rápidamente alcanzó un estatus lo suficientemente alto como para ser considerado una parte indispensable de la familia Roberts. Ahora tenía una gran influencia en la ciudad Binfield. Ella, en cambio, era simp
e el de una sirvienta cualquiera. Mientras pensaba en todo ello, Michelle no pudo evitar resoplar con frialdad. Parecía que Gerard era realmente un tipo inteligente, ya que eligió casarse con ella en lugar de con una de sus primas, sabedor
n poco de su propia medicina. No solo no habían podido aprovechar su alianza con la familia Roberts, sino que además también sufrieron algunas pérdidas. ¿Qué pasaría si la
con cierta indiferencia mi
de felicidad en su rostro, tomó el bolígrafo y firmó cuidadosamente, escribiendo su nombre como si estuviera tratando de ganar un concurso de caligrafía de la escuela. Se estaba tomando el asunto realmente en serio. Sin embargo, tras cada letra que escribía, po
umento, Michelle lo miró con una cálida sonrisa en sus labios, esperando que él rompiera el silencio. Entonces, Gerard se aclaró la garganta con torpeza y dijo: "Michelle, le pediré al abogado que transfiera inme