bilidad. De camino al departamento de urgencias, no pudo evitar preguntarse si sería realmente más feliz
e, te cuento que nuestro departamento está estrenando un nuevo director. Dicen que es muy joven, el más joven que hayamos tenido nunca. Pero la his
rió Michelle sin poder evitarlo. Ella misma se había enterado hacía un momento, antes de bajar por el ascensor desde el décimo piso, y no esperaba que la noticia se esparcier
al menos mostrar algo de inter
Michelle en voz alta y se puso firme, poniendo miradas patrióticas y magnánimas, con l
lguien estaba parado en la puerta, probablemente desde hacía algún tiempo. Primero supusieron que era un paciente, pero claramente no lo era. Vestía una camisa blanca y pantalo
era... ¡dema
ductor cuando sonreía. Ese rostro apuesto no lucía extraño en aquel hombre, al contrario, le aportaba una belle
o lo vio. ¿Acaso no era este el mismo joven que la había ayudado a atrap
ra, ella enderezó la espalda, empujó sus pechos talla 36D hacia adelante y, con un aire decidido y desafiante, corrió ha
laró la garganta y dijo: "Hola a to
n discreción al hombre encantador que tenía delante. No había dudas de que George era muy atractivo. Incluso un heterosexual
í, soy yo. Encantado de conocerlo", dijo con calma est
amada de urgencia que había recibido hacía solo un momento. "Dr. Chadwick, hace un instante me informaron por teléfono acerca de
o con seriedad: "Evidentemente no es la primera vez que se enfrentan a una situación como esta. Por favor, estén listos y a
iciones y se dispusieron rápidamente a prepara
mento de urgencias. Sorpresivamente, apareció una enfermera y detuvo a Michelle: "D
ucción? ¿De dónde salió esa mujer?", preguntó Michelle con