o que ese color afeminaba demasiado el porte varonil, pero en su caso, sucedía algo inaudito: le aporta
cuantos golpes hacía unos momentos, y este pensamiento trajo su ira de vuelta repentinamente, una ira tan fuerte que se apoderó de todo su ser. Así que volvió a patear al
stalló de repente en una risa histérica. "Hace mucho tiem
ste extraño hombre. Siempre había sido muy comunicat
que se acercaba desde lejos y sonrió justo después de decir esas palabras
ién podría testificar a su favor? ¿Qué debería hacer ahora? ¿Cómo contaría todo a la policía? Después de todo, era el ladrón, y no ella, quien estaba
licía hace un momento y nos info
voz del policía que reaccionó. Fue entonces que señaló al ladrón que yacía en el suelo y d
nte después de escuchar el comentario del policía que el ladrón era un reincidente. Ahora, con esta información,
tar que aquel no había sido su día de suerte. Para comenzar, en la mañana se había sentido algo molesta. Luego, salió de la oficina de Gerard con el estatus de mujer divorciada. Y para colmo, cuando quiso caminar sola por un tiempo, un ladrón vie
alimenticia disponible en su cuenta en una hora. Por lo tanto, procedió a verificarlo y se sorprendió al ver la cantidad de dinero que le había enviado. Sab
lo no había sido una pérdida, sino una bendición disfrazada. 'Y la casa... ¡Sí
as personas que ahí vivían eran ricas, poderosas o ambas cosas. La principal razón por la que Gerard compró la casa en ese lugar fue que estaba cerca de su emp
osas de Gerard en ella. Algunas pertenencias jamás se habían usado, pero a ella no le importaba mientras no tuviera que ver nada que le recordara a él en el apartamento. Luego, procedió a llamar al p