ndose en mi cama-, eres demasiado floja.
me tapé co
ía de clases porque como no estés lista e
e un solo tirón, tratando que el frí
n los ojos cerrados pero sentada en la cama,
Catorce minutos, tic tac, tic tac-ins
eguía dormida. Ryan era muchas cosas: mujeriego, presumido, arrogante
lo haría, no sería tampoco
ue vive a dos puertas de aquí
los nombres, si igual ni
soltera y en cuanto tiempo
as. Tomé mis jeans favoritos, esos que me resaltaban las curvas y subían mi trasero y lo combiné con una clásica blusa blanca manga larga. Me mantendría co
er prenda que me coloque me queda bien. Hago que un pantalón
para calzarme los jeans y me senté en la
erta indiferencia mientras revisaba
rgas?-me levanté a buscar el maquillaje al baño. Ya me maquill
Ryan me miraba con su mano e
un poco? -su tono triste compaginaba con su semblante de
de ambas -rodé los ojos-,
os-. Tres minutos nena -me recordó y se levantó para verse en el espejo del
lor -le sonre
regla contigo: ningún amigo mío. Yo
o que me llevará al cielo -suspiré de forma melodramática mientr
o insistas nena, e
o mi hermano rio, era un truco que él mismo me había
us cosas y no quiero tener que partirle la boca si comienza a hablar
o contaras tu
etalles de la persona con quien lo hago. Eso me lo reservo solo para m
muy claro que mi hermano no era el tipo que repetía lo que hacía ni con quien. Yo lo sabía p
relajó-. No me gusta Taylor de esa forma, aunque si se
io la vuelta para subirse no sin antes sonreírles a algunas chicas de mi resi
er, me gustaba compartir con él, pero perdí in
al cielo, pero me acercaría bastante. Iba conduciendo hasta el restaurante que acordamos cuan
no nos permitía realizar los gastos de reparación, un lujo que no podíamos costear. Vendimos lo que sobre
insistencia de Ryan, podía irme caminando sin ningún problema o quizás en transporte público, pe
ad. La primera opción de ambos cuando nos tocó po
más que lista para empezar un nuevo semestre y
e llamase la atención de cualquier mortal, pero cuando se trataba de llegar retardado, Ryan no aceptaba ninguno motivo; así que a falta de una
tomándome de la mano me ayudó a caminar más deprisa por el estacionamiento. Ya estaba acostumbrada a su andar
las clases. Las miradas nos seguían y los cuchicheos y murmullos también. Muchos se apartaban de nuestro paso, de
disfrutábamos y no nos incomodaba. Ryan dedicaba sonrisas torcidas y traviesas a diestra y siniestra, evaluando y etiquetando a cuantas se tiraría este año. Yo dedi
guían cayendo a sus encantos, lo conocían como RA, si el Dios, era un sobrenombre que cada vez que lo escuc
ados que se atrevían a decirlo en voz alta terminaban muy mal heridos por mi hermano; las chicas que lo comentaban p
iba con cualquiera, tengo mis estándares, como ya dije: atractivos, respetuosos, agradables y dispuestos a consentir mis caprichos; y t
ión no er
me importase. Mi hermano era quien la cuidaba con gran ahínco, no sé cómo lo hacía, pero no creo que nadie se atreviese a mencionar
le contasen quienes me ofendían, e
no permitió que pudiéramos pasar por la universidad para retirar nuestros nuevos horarios. Pero cuando llegamos a las oficinas nos dimos cuenta que no éramos los únicos en esa situación, la fila
inaba hasta la oficina bajo la mir
a mano y me susurró mientras
za a pe
los chicos de la fila, mientras él hacía lo propio con las chicas. Cuando entr
re el mostrador, una posición que lo h
descaro de mi hermano, lo vi dar un paso en su dirección, iba a
resalta los pómulos -no mentí y cuando él sonrió con cierta timidez y sorprendido al r
poner su semblante para lucir un poco
y un tanto temblorosa-, tú
a cualquiera, aunque más que sus palabras, me gustó ve
ntos por i
o suficiente como para hacerme reír por su asombro. Él notó que me percaté y sus mejillas se encendi
la y lograr subirme un poco más el ego y la autoestima, pero no todos podían realmente im
encima del resto del
tendrás que hacer algo más
l dueño de esa voz y lo hice con deliberada lentitud, saboreando el momento, prepa
s de pasta gruesa, una camisa blanca con pequeños puntos marrones, tirantes y corbatín rojos y jeans negros. Su cabello azabache estaba peinado con perfección hacia un costado, no había una arruga e
no que nosotros
ertó. No pareciera pertenecer a él, sino a un
a-me sinceré pero usando mi mejor cara de
y pasando por encima de todos, Me
nombre y lo deseaban, lo que me sorprendió fue lo bien que sonó sal
go está? ¡Nu
atando de disimular mi sorpres
eres saberlo?
de mis hombros y la chica no dejaba de sonreírle a mi he
que Adam Hellen me cargara hasta mi automóvil bajo la lluvia para que yo no ensuciara mis zapatos y la misma que hizo qu
fue... nada. Sin poder evitarlo fruncí el ceño. Me sen
dijo al final con
t -respondí-, ya me
o y me acerqué
ndro Hott -le susurré
vocaba mucha curiosidad. Un nerd con voz sensual inmune a mi magia, de hecho, un nerd c
ro del u
inmune, algunos solo costaban más que otros, pero todos siempre caían. Pero algo en él, quizás s
poder yo resist
ué encantos irr
, linda boca y mejores pestañas que las mías, no estaba ni cerca de ser mi estilo,
batín en esta
La tomé y se la puse sobre su tórax, por el corto momento que duró el contacto, sentí la dureza de su pecho y el palpitar sereno de su corazón, un palpitar muy
, pero me recompuse le dediqué una sonri
Chau H
ejé arrastrar por mi hermano,
*
n sentándose a mi lado cuando por f
feliz de que nos saltá
lguien se hubiese molestado, llegamos justo a t
añaste? -
desprenderme
gui
viese un ti
a son
de Colgate
olestó? Vaya, te
uesta mi tonto hermano me lanzó un
as gafas se le vencieron. Es l
se volteó para comenzar su coqueteo
lases para este año. Espabilé para concentrarme en lo que tenía al frente, pues debía tener algún e
rma insistente-, creo que tu amiga de la of
ró y me quitó la
temáticas, debe
e filtró a tra
sa cuando termine la clase -y agregó en un susurro para que la chica a su lado no lo escuchara-, y
espegar la vista del horar
clamé alterada a Kathy, la chi
temática 2 y los martes y jueve
con mi horario que ya estaba bastante maltrecho-, yo vi Mate
Y aun así ella lo había hecho mal y como si
gundos que se me hicieron eternos siguió hablando-. No es un error, querida -repitió burlándose de mi tono-. No aprobaste Matemática 1 el año pasado
-grité so
con fuerza, agua helada corría por mi espina dorsal, incluso la ofi
ar equivoca. No es
ede s
rnas habían dejado de responder, negá
uando vio mi rostro se levantó con r
é mientras daba
sar si no lograba pasar las materias, si rep
emas
a alguien? -pero n
hermano. No quería ir a la siguiente clase, solo deseaba estar sola, así q