iso,voces en susurros y rechinidos incesantes. La cabeza le daba vueltas y los ojos los sentía arenosos. De pronto el recuerdo de Willi
que era y que nadie le había id
onsuelo que tenía era saber que,de quedarse, vería a William. Buscaría la forma de estar con él, de proteger lo que había
elina y recogió su cabello con una peineta,era más
r las amplias ventanas que la noche anterior no había notado y se dio cuenta de que su mente le había jugado una broma cruel. Pudo distinguir a la misma doncella que le condujo la noch
everencia-¿Puedo saber dónde está mi madre y mi
o del amo con su señor padre,
rimonial y viendo la dote. Pero se detuve a
sentarse ahí,no pudo evitar hacerlo,no entendía muy bien lo que aquella doncella acababa de decir
,pero pudo escuchar el sonido
familia estará en boca de todo el mundo,me rehú
on con sorpresa,se
demos llegar a un acuerdo,po
go,eso es..
io escuchó el sonido de un fuerte golpe sob
voz que se escuchaba molesta-No fue lo qu
irigía a su madre lo hizo de una forma
e per
do,pero ese mismo h
o permitirme algo señora? ¿Le recuerdo
re como su padre jamás lo había logrado, pero un nuevo temor le recorrió la piel. No en
ra familia está en desventaja,no contamos con
darse sin al
u risa le
, la boda se realiz
a no podía más. Abrió la puerta abruptamente captando la atención de sus padres y del señor Melville, que ahora se encont
sa
s el escritorio. También su madre le había llamado alarmada,p
forma tan distinta a la noche anterior, su cabello e
ir,la voz le ha
sta vez la escuchó. Podía ver la dure
no era a ninguno de ellos a quien ella miraba. Sus ojos estaban fijos en los
ó darse cuenta de tantas cos
fue apagando hasta ver sólo penumbras y
.
pacho de la hacienda. Con lentitud se incorporó sobre l
Sujetó sus hombro hacié
de dirigirse a mi hija-Lo riñó su madre,pero Wil
mejor?-Preguntó
Él tomó su mano con suavidad,dejando que s
presión fue demasiada para ella. La señora Tolliver dejó muy clara su postura ante es
. No podía estar equivocado con ella, la noche que había pasado juntos le había bastado para saber que Isabel era la mujer q
ela en este mismo momento,mi hija
iver se quedó callada al entender que casi ofendía a un cab
ada. ¿Cómo era posible qu
io la espalda. Su madre alzó el mentón y William entendió que estaba de mas en ese lugar.
como estaba establecido. La señora Tolliver se apresuró a contradecirlo. Con
n y pudo jurar que todo el color se le había esfumado, se había dado la media vuelta justo para presenciar algo que jamás imaginó, su
puesto,