o. Yo no podía parar de llorar, el curandero le tomaba el pulso y varias vecinas nos acompañaban... pero tata no se había movido de su lado en mas de tres días a
solo dejo de respirar... su mirada quedo perdida entonces le cerre sus ojitos para llenarla de besos -¡Nana! ¡Nana! Nanaaaaaaaa. Todos nuestros vecinos se juntaron afuera venían con velas en sus manos como era costumbre hacían el cantico clásico de los velorios... prepararon a nana para su entierro que sería mañana, pero yo no podía reaccionar y tata me abrazaba totalmente quebrado de dolor. Nos daban las condolencias y las amigas de nana también lloraban su partida. El entierro fue aun mas desg
rtos en el suelo. Los tome todos para llevarlos a la cocina pero quise salir al patio para poner atención al ambiente y saber de dónde provenían... me sentía observada o mejor dicho asechada... eran sentimientos encontrados y muy confusos... eran dos olores totalmente diferentes... entonces salió Alix a darme un abrazo pero hacia demasiado frio y entramos abrazados para calentarnos dentro de la cabaña... después de comer y conversar, nuestros vecinos se iban para su hogar que estaba justamente ubicado a la par del nuestro. Nos despedimos cariñosamente y después nos fuimos a dormir, ya que como todos los días despertábamos de madrugada yo para irme a
de mierda, debiste haber escogid
cobarde peleonero y llorón. Sus amigos se reían, pero lo incitaban a que me diera una lección y
arle manotadas y puñetazos que gracias a su contextura soportaba muy bien o las esquivaba con rapidez, pero lo que el quería era tocar mi cuerpo, se relamia los labios
Lee que es estar con
nás demu
, Jonás,
fue tirando el peso de su cuerpo encima para acostarme en el suelo, yo y
béciles, déjem
! -Si déjanos ver...
cos se fueron corriendo y ese mald
ilio!! Noooo... el comenzó a rasgar mi bat
i falda y se soltaba el cinto de su pantalón. -NOOO ¡AUXILIOOOOOOO!!! NOOOOOUUUU AUUUUUUUUUUUU. ‹‹no se de donde diablos había salido eso›
primero que noto en mí, pero se retrocedió muy asustado, cuando e
cuando estaba a punto de comérselo vivo... yo comencé a quejarme de dolor, el