auto rentado en el aeropuerto. Kentin iba en el asiento del acompañante, mis pa
explosión de color ante aquella humilde fachada, influenciada sin duda por la arquitectura de su época colonial pues las casas conservaban ese sobrio estilo inglés, pequeñas y con ventanas de oscura madera. Sólo la rueda de la fortuna de lo que parecía ser una fer
onas, todos con una sonrisa dibujada en sus rostros y por encima de sus cabezas colgaba un cartel que decía "Welcome Back!" en una linda caligrafía irlandesa, como de esas que se ven en los pubs. Al parecer habíamos llegado a la casa de los O'Connor porque podía ver muchos de los rasgos físicos de mi suegro y mi p
istente voz de Kentin llamándome hizo que abandonara el equipaje de mi madre en la acera y me acercara hacia él. Sentía las miradas de los familiares de Kentin sobre mí, quizás tomando notas visuales de todo lo que podían apreciar de mí, también sentía las mejillas encendid
s tomaba mi mano con fuerza. Esbocé mi sonrisa más encantadora m
yo temblaba como una hoja. Mae giró sus ojos hacia mí, dirigiéndome tal mirada que se erizaro
os labios mientras el resto de su rostro y en especial sus ojos
o pasivo-agresivo de su abuela hacia mí. Mi suegro me puso las manos sobre los hombros y me los palmeó suavemente mientras Kentin tomaba de la mano a su abuela y pasaban hacia dentro de la casa, al parecer nadie había aprec
r en sus palabras como adivinándome el pensamiento-.
o con Kenti
ue me corresponde a mí -respondió-. Pero por ah
que, por favor, nos riéramos un poco más suave pues molestábamos al resto de los pasajeros. Ahora una asquerosa vibra de rechazo y estricto orden inundaba el lugar pese a que la casa era tan linda por dentro como por fuera. Tenía una decoración antigua y en colores marro
mi lado, observando la foto con cierto dolor-. Cu
era evidente la energía que emanaba, una energía siniestra, de rechazo y putrefacción, no era la energía que había en nuestro apartamento o en casa de mis padres, incluso en casa de mis abuelos mientras ellos habían estado con vida, donde te i
ero fue el abuelo de Kentin, Richard, un hombre bonachón y con un poco de papada, quien me hizo sentir bienvenida por primera vez desde que había pisado esa casa. Reconocí en sus ojos verdeazulados los rasgos físicos de mi suegro, el poco cabello que tenía era blanco por la edad pero un par osc
a voz un poco gruesa y rasposa pero cálida. Me abrió sus brazos de par en par en un claro gesto de amor familiar, me acerqué y lo abracé. Olía muy bien y era cálido y mullido. Richard me soltó y me observó de
as cuando me decían que soy bonita pero Richard me hizo sentir muy aceptada e
ero él movió la mano hacia un costado, com
ese momento, había evitado sentarme pues temía alterar el orden de la casa. La pequeña recepción consistía en sándwiches, snacks y todo tipo de aperitivos. Me convidó uno para empezar la charla así que lo acepté con una sonrisa, teníamos que hablar en voz un tanto a
só Thomas. Quién sabe cómo pero la abuela Mae apareció de la nada y nos miró con la misma mir
centímetros en ese momento, retando a su hijo, parecía que medía dos metros. Mi suegro
acababan de presentar y ya se había olv
derás que Kentin duerma co
era impedimento para dormir con mi prometido como lo habíam
a misma cama... -respondió Thomas, pero la abuela Mae cerró
de mi prometido dando por zanjado y terminado el asunto-. Annie puede dormir en
ción del servicio! ¿
de sus anteojos-, al menos que Annie duerma en
a poner otro pero más, sin embargo Rick se adelantó y
otel... -empezó Thomas pero M
lítica, ¿no? Pues entonces aquí se quedan. -no entendía que quería decir con "supuestamente"
nque fue la gota que colmó el vaso cuando estaba charlando con Kentin y él insistió en que hable más con su abuela. Así que los dos nos ac
, Annie? -
o... -empecé pero Ke
. Será una excelente abogada com
van con una de sus queridas... Buscando lo que no tienen en casa fuera de ella. Me imagino que planeas tener hijos. Kentin
o tenía por qué superponerse a mi vida y a mi maternidad, si es que decidía
ndo una mujer que se pone a sí misma antes que a su propia familia, ya me imagino lo que será cuando tengan hij
. Pero yo estaba indignada por el trat
no tendrán malos genes. Mañana deberías ir y hablar con el padre M
-repitió m
estar con la familia, es un momento muy especial, es la tradición, Todos los O'Connor se han casado en esa iglesia
sa? -qui
go ofendida por
explicó-. La... madre de Kentin no se casó en la Iglesia del Santísimo Redentor ni usó mi vestido de novia, por eso pasó lo que pasó, así que mañana te lo probaremo
ignada-. ¿Qué le hace pens
jo muy segura de sí misma-: Toda muje
lia! ¡Mi madre es pechugona, mi abuela también lo fue! -no me había dado cuenta pero estaba gritando producto de
imas dejé a mi prometido y subí corriendo las escaleras hacia el baño, completamente ofend