vista d
ignificar frágil- Winnie se enfureció con el transportista adol
mano para rascarse la
nto señ
ndo de presionar sus botones uno por uno solo porque ella hab
a, ni siquiera sabía cómo se las arreg
S
ar una breve sonrisa, pero la dejó caer ta
l asiento del pasajero de la camioneta junto a su padre y
na inhalación decisiva, ató su cabello largo y oscuro en una cola
ntes de llegar a la escalera, el ascensor estaba f
r de una pesadilla, cinco tramos d
vacaciones, dejándola sin un extraño comprensivo que la viera y decidiera mos
on la que tenía
ués de que el carro partiera y ella
iera sido tan compulsivamente paranoica, el trabajo habría terminado y estaría sentada en
rer tener gente dentro
jas que había hecho solo para mostrar que había arreglado
re sus senos, la camisa que tenía pegada a su cuerpo con pequeñas gotas de sudor cubrían todo
a forma en que el aire frío golpeaba su
libre, ya no
ñas cosas como esa sin mirar por en
gar, sin nada que la acompañara más que su mente y el viento fresco que golpeaba vigorosamen
ués de eso, n
empo cuando escuchó los primer
sus pies. Sus ojos oscuros y expresivos se posaron en la figura que se acerca
trazaban el papel, sintiendo su suavidad y oliendo su aroma único. Llevaba un traje, pero
aba ah
hacia ella. Su piel ardía cuando se dio cuenta, pe
le, diría que el alma de ella reconoció la suya
de otras enfermedades incurable
acercándose a la mujer cuya tez le recordaba el caramelo derretido y los días de verano. No
más cerca sin s
a forma en que se destacaba entre los edificios descoloridos y las barrasl pecado, notó, p
y su piel comenzó a picar mientras
stán muertos- Respondió ella inconscientemente, sus labios form
; cuando las cosas se pongan lo suficientemente mal, el gatit
más pequeña de ella. Antes de hacer nada más, colocó el librito e
s ayuda?- Hizo un gesto a las cajas de cartón que descansaban a su alre
nte, una que le tomaría unas cuantas horas más para terminar y par
intió con la cabeza al extraño, quien citó a Buko
erentes tonos de piel y los diferentes tamaños, mi
r grano de barro que pudiera haber caído sobre ella durante su estadía en la dura grava- Hace apenas unas horas llegué-
o una fácilmente- ¿Que planta?- Preguntó m
movió la barbilla hacia el edificio pero
as cajas más ligeras, la que llevaba to
io- En realidad, al otro lado de la calle, en el ático- Se dio la v
aba sonriendo y eso podía in
reía, solo torció los labios y esperó que la lamentable excusa pa
o que l
X
o en la mesa de café y los personajes discutían sobre si estaban o no en un descanso. La vida volví
haber s
ban cerrados y una de sus largas piernas había logrado escapar de la manta que había arrojado sobre su cuerpo una vez
lación profunda con una fascinación que podría describirse como casi obsesiva. Uno de ell
na sola palabra desde el día que entró por primera vez en su nueva clase de pregrado, sin embargo, cuando vio a la muje
ón cuando la piel se pega en las sillas met
os, la forma en que rompían su piel mientras suplicaban ser vertida
musa, pero parecía que
ue pertenecía buscaba algo mucho más oscuro que malas palabras en
die podría decirlo con certeza porque había un monstruo escondi
, nadie podía distin
separados. Seres que por alguna razón ha
, si quieres, o quiz
s, una cosa es segura: puedes intenta