ohanan. La ex reina Aurora permaneció en el palacio, ya que quería poner a punto algunos as
s príncipes Eber y Uziel. Éstos se acercaron a
te fue l
s casaremos tod
ra eso es
rett - ¡No olviden sus etiquetas y salude
fijaron en Panambi y, enseguida, inclinaron su
Esperamos que se sienta a
ndiendo el saludo del mismo modo – espero que nos ll
or un instante su
¡Qué suerte te
ueca extraña y t
í? No creo que quiera casarse
nque estás en la edad legal de casarte según las leyes de este país, todavía eres muy i
ía a regañarlo en público. No importara lo que hiciera, siempre desaprobaba sus
ente bien, todos tenían personalidades muy diferentes. Pero eran esas diferencias lo que los hacían ser un buen equipo y los llevaban a superar cualquier obstáculo. Pero por más que fueran los príncipes del Este, y por más que unían fuerzas con la du
– dijo Panambi a Rhiaim – pero debo decirle que hablé con su esposa,
de espías muy eficientes que harán un gran trabajo. Aún así, lo que me inquieta es saber cómo tratar
a – dijo Panambi – y todo enemigo de la reina buscará destruirla usand
tampoco podía juzgarla sin antes saber cómo seria en verdad. Quizás habría reclusión, pero pod
, Brett dio un pas
hermano mayor un rato, a
joven príncipe se pusiese nervioso
tras, yo hablaré con el resto de
ncanto y carisma para seducirla! Pero descuida, Brett, estaré dispuesto a compa
ceño – no es cu... cualquier chica, es una re
l grupo fueron a la sala de visitas del castillo. Ambos hermanos se sentaro
de veces, aclaró la gargant
saparición de niños. Ella nos cederá parte
el hogar de su esposo le convendrá para m
ronunció al res
re cuenta con sus propias fuentes para enterarse de tod
iránica madre. Pero aunque ella nunca le habló directamente, sabía que sus ojos estaban puestos en él desde que
ue participaba en una reunión de esas. Entre las palabras que podía recordar eran las siguientes: "trofeo", "esposo perfecto", "dócil", "manipulabl
cho que necesita ayuda! ¡No me casaré con él porque no es el hombre que amo,
pudiese mejorar sus problemas de dicción, mientras que él la protegió a ella y a su novio desde las sombras,
io por dejar una primera buena impresión a la Corte del reino del Sur, accediendo también a incrementarle sus ingresos
a nuestra madre... o las demás reinas. Por eso, hermano, quería decir
más hermanos mayores, que nos apoyan desde la distancia. Recuerda nuestra pro
nambi quiere firmar un contrato matrimonial de diez años, pero he plan
es tu pl
emos acceso a sitios exclusivos que nos ayudará a resolver más rápido el caso. Le hice prometer a la reina que, si lo resolvemos en poco tiempo, accederemos al contrato de diez añ
.......................................................
la vestimenta típica de los nobles y miembros de la realeza eran túnicas de colores y estampados variados mient
as blancas, vestido sin mangas color blanco con flecos en la falda y
talles dorados en las mangas y los cabellos sueltos, pero bie
dos dorados, los cabellos rojizos recogidos en una c
príncipe Uziel se vistió de rojo y tenía sus rubios cabellos sueltos y
y lo mucho que crecieron en esos diez años. Por su parte, la condesa Yehohanan soltó un par de lágrimas al ver
zar la unión civil. El mismo contemplo a Brett y Panambi, quienes estaban lado a lado ya que
guo legal y fidedigno, autorizo la unión de la reina Panambi de forma extraoficial con los príncipes Eber, Zlatan y Uziel quienes, hasta la fecha, han sido
t. Luego, la pareja dio el paso a los demás hermanos para que firm
o esto, el j
aro esposa
ivó el baile y se escabulló en algún lugar. La duquesa Dulce, quien decidió asistir a la ceremonia, estiraba la cabeza hacia la m
hermano Zlatan – le dijo B
dos en los alrededores que los protege
rencor a él y a sus hermanos por sus oscuros orígenes. Y entre ellos se encontraban los soldados de la reina ya que, en su mayoría, venían de familias afectada
. Apenas palpó el tronco con su mano para tomar un descan
así, le advierto que acaba de cometer un grave delito: tocó una de las planta
a. Se colocó delante del soldado y Brett y
io, será ella quien nos castigue personalmente. Ni usted ni nadie tiene derecho
a Zlatan. Pero, luego, c
ces. Pero, a ver, me toca lidiar con un tartamudo raquítico y un
n se interpuso entre Zla
rará agresión por de.
en realidad, estaba lejos de serlo. Y cuando el soldado levantó su puño para golpearlo directo en la cara, Brett levantó su pierna y le propinó una fuer
rcaron Eber, Uziel y Panambi para
esposa, Zlatan – le susurró Brett a su hermano, a
ermano. Déjame
ercaron a explic