se acomodó en su silla, la temperatura se le subió a la cabeza. Erika cada tanto lo miraba jalando su prenda un poquito hacia abajo. Lu
su pollera ahora lo repetía con su prenda interior. La tremenda "cata" de la maestra quedó a la vista de l
tás hacie
EGLAS y eso podría costarle la aprobación... Erika le miró asombrada y trató de disimular su risa. Luego l
anto, iba en busca de su mochila. Mientras llevaba sus prendas a su habitación el chico le sigui
ntro Erick? Te dije
espondió. La empujó y
ted. Los ojos de Erick des
orcejeaba, le metía mano por todos lados. Logró cogerla por las nalgas y hasta le metió un dedo en la vagina. Esto hizo que Erika se excitara y perdiera fuerza en medio de la lucha. Le pidió por favor que no lo hiciera y hasta intentó pararlo con un grito, pero las caricias y los besos del adolescente fueron debilitando cada vez más su resistencia. Al final dec
rse largo rato practicando el cunnilingus... En un intento espontáneo de exploración el chico introdujo un dedo dentro del hoyo, y lo hizo con tanta buena suerte que éste dio a parar justo en el punto G. Erika al instante gritó. Se retorció de placer contrayendo sus piernas. Le pidió a su alumno que le siguiera tocando allí, y Erick le hizo caso, volvió a tocar ese punto. Hincó su dedo en ese ovillo de nervios y Erika de nuevo gritó como loca. Le imploró otr
esto profe! ¡
ndo". Las imágenes de ella sacándose la ropa habían trastocado la mente del mocoso y eso hizo que se despertaran en él sentimientos encontrados nunca antes sentidos. Cuando fue en busca de su mochila tenía pensado marcharse de la casa. Pero "algo" le hizo clic en su cabeza y entonces la siguió con la intención de arribarla. Una vez adentro de la habitación los acontecimientos se sucedieron con naturalidad. Erick comprendió muy pronto que no tenía nada que perder; si las cosas le salían mal se ligaría a l