ablar con nadie en lo absoluto. En vista de eso, la chica no sabía qué decir ni qué hacer a continuació
icaba que debía tener una buena impresión de esta, de modo que la única razón por la que
an, la ira estalló dentro de sí. No obstante, sabía que no podía perder los estri
la mesa, se la puso a la joven en las manos y dijo en un tono apresurado: "¡Coco, propón un
in embargo, no tuvo más remedio que levantar la copa para deci
momen
e de la mesa, le vertió otro y lo agitó. Una vez que lo hubo mezclado, lo colocó frente a la chica y dijo
"Bueno... Es que no soy bue
trabajar aquí? ¡No seas modesta!", bromeó el hombre al
ente, Megan quiso llorar porque sabía
mana, y en cambio la habían perseguido, amenazado, e
Acto seguido miró al gerente con te
mpoco y podía aguantar tres vasos de vino como máximo. Además, lo que tenía en
era muy obvio lo que les pasaba por las mentes. ¡Sería
buscarla, y mucho
dijo el gerente con una pequeña sonrisa. Si él ni siquiera podí
te no había dicho ni una palabra, ella podía ver que él era quien estaba a cargo allí, así que le imploró
o bebió de un
l vaso de licor mezclado y se lo puso en la mano antes d