erte de mis hombres!
había rastro de miedo en los o
rieta el gatil
ombró. "¿Qué dices? ¿
mblan! Pon firm
abeza se asustaría, aun así, la mujer lucía demasiado tranquila. En el momento e
oco presionó el frío metal contra la frente del maleante mientras lo observaba. "¿Te gustaría que apriete el g
e, haciéndolo temblar. El maleante no esperab
un escalofrío de pies a cabeza. "Tú eres... Tú eres...". Los ojos del
nció, Posando su mirada e
eció sin dejar rastro hace mucho tiempo. N
as palabras del hombre. '¿Qué es Bl
l hombre sostuvo su mirada en ella aún atónito. "¿Blood-red Rose?
mirar sus manos manchadas de sangre. El hedor a sangre la as
en exceso tranquila a pesar de haber sostenido un arma. Su postura y habilid
r. Los policías se pararon a su alrede
lavamanos!", ella frunció e
iraron el uno al
contra un terrible hombre armado.
ejó a todos perplejos, no podía
ban por todo el lugar. Los rehenes se dieron un abrazo gru
pequeño. Su corazón dejó de latir al per
ami
un guapo agente con su hijo en brazos. Carl le hizo
olo con vigor. Ella se puso muy sentimental
te es para ti". Le pasó el helado mie
Aunque Carl era un niño valeroso, no po
ocuparte". Coco sintió un nudo en la gargant
de cocinar ni terminar los quehaceres". Carl frunció los labios para pensar antes de p
iño como pequeño castigo. "
no pudo evitar lucir una amplia
defectos, no quiero perderte", Carl hizo un puchero. Tuvo que esperar afuera d
ituación, Carl creía que su
enternecido, se secó
o vio al niño limpiando su mano sucia en el vestido de su madre y a