un niño alegre, amado por su famili
, eres un vampiro, quítate. – Los niñ
a que lo mejor para el era llevar una educación en casa en donde asistía un tutor,
reservado, no contestaba a las agresiones, simplemente las dejaba pasar, no es que n
pestes que azotaron a la tierra antes de su llegada y se volvió tanto su miedo que no sopor
sas que veía y los recuerdos repentinos que a su mente llegaban, les s
es momento de dejarte elegir, si tu quieres puedo dejar que continues estud
ue realizar, sentía que para esa edad algo se le estaba olvidando, sentía que eran 16 años perdidos, necesi
no a la escuela en casa. – Arturo siempre era basta
ebé? Entend
guro, ya no quiero
ntes, los cuales tenían una edad entre los 12 años y los 18 años, por l
a, enfrentarse al mundo real siempre era un reto, pero sabía que ahí es
líneas rojas, Ara había creído que era buena idea teñirle el cabello de negro
llevaba un bloqueador solar y una sombrilla por si era necesario. Como era de esperarse a su paso no había quien no lo volteara a ver, su mamá no había com
muy extraño que pareciera, esta diferencia provocaba q
e sentía mas calmada al escuchar halagos y cumplidos, mas de una est
iendo cierta atracción por él, es que incluso había quien
tolerar demasiado a la gente, de niño recordó las atrocidades de las guerras y comenzó a mant
❁ ❁
r mientras. – Dijo un señor, que al parecer es mi profesor
es Arturo, t
or no estaba muy conven
as quier
compañeros te hagan preguntas y tu pregúnt
mirar a mis compañeros, t
iel es tan blanca? ¿eres extranjero? ¿tus ojo
le ser así de blanco? – D
osas, eran demasiadas preguntas, escuche la risa de el resto
, son azules, tengo colmillos como todos, pero si se refieren a colmillos de vampiro entonces no, no tengo, no duele ser as
a un compañero el que realizaba las preguntas y parecía mas in
s roja, como la de cualquiera ¿Ya m
eguntarle algo a
eía todas las bancas utilizadas, había mochilas cuadernos y objetos person
ñera quito la mochil