ndo su cabeza entre sus manos. Alivia quería decir algo para consol
o a su amiga entre sus brazos, d
ambas salieron lentamente. Roy, al verlas, sin
as palmas de las manos sudorosas. La mujer podía
, con una sonrisa. Había estado tan preocupado por ella que cuando
por la ansiedad momentos ante
har la voz de Roy, sus ojos se nublaron de nuevo. Solo después de qu
s labios, Janice empujó co
más sabía del secuestro, exc
en su casa, ocupándose de asuntos
e hecho, estaba iracundo pensando en Malcolm, quien
terminar sus palabras, un hombre apareció an
a y escuchó la aleg
para salvar
tristeza se instaló e
percató de la presencia de Roy, parado a solo unos pasos de ellos. Éste último todavía est
espués de ll
ue estaba a punto de pronunciar. Su expresión se volvió hela
s ojos en los de ella. Cada palabra que salía de su boca la des
ran afiladas c
nsor, acompañado por su asistente Caleb. Justo cuando esta
si primero me pides permiso". Su voz estaba tan llena de desp
e dio la vuelta con u
a te dejaré". Escuchando eso, la expresión del hombre se co
dar ninguna contestación. Roy, Alivia y
joven débil de siempre. Parecía estar a punto de desmayar
solo había ignorado a su esposa cuando ella lo necesitaba, sino que también le dijo e
Está bien, sé que él nunca me abandonará. Después de
o que pasó, Jannie. Eres demasiado buena para un hombre así. No pier
nces, notó las lágrimas en sus o
imentes?". Con eso, Janice volvió su cabeza hacia Roy con una sonrisa brillante. "Oye, ¿
eo en auto para relajarse. No obstante, le costaba mucho decir
caminó con ella mientra
de su amiga mientras guia
ensor se abrió de nuevo. Los dos hombres que habían intentado
ncapaces de conducir. Notando eso, Roy se ofreció con amabilidad a llev
, él sintió de repente q
rosados estaban apenas separados y su respiración era rítmica, haciéndol
ra hacerte daño", le susurró él. Al escuchar ese nombre, ella se quejó con sua
ceó dormida, como si estuviera hablando co
ué lo
e que Malcolm la lastimaba todos los días. Aun
eran rojos de ira. Él ya no podía controlarse. El hom
tímetros de los de ella, podía sen
ese a eso, nunca había estado tan
as, una nariz recta y pestañas largas y abundantes. Era tan rad
ión, se enamoró de un hom
el hombre pronunciaba esas palabras, se
ubo un golpe repentino e
bajó la ventanilla,
aba fuera del veh
ños a la par que examinaba a Roy, como si
despierte? Ya te dije antes que pidie
oy estaba tan enfurecido que deseó correr hacia él y golpearlo. Sin emb
, herir a ese hombre allí solo la decepcionaría. P