las emociones, se desplomó en el suelo. Se tapó la boca con el f
familia Jian ni la señora Rong. Era sim
diferentes que iban desde la ira, el disgusto y tristeza hasta un dolor profundo, pero se apresuró a recomponerse. Ordenó a un sirvient
ivelar su rostro con el de su mujer
Janice las sintió que las palabras la habían golpeado con fuerza. Lue
ni por qué estaba ese hombre a mi lado! ¡Por favor, tienes que creerme! Est
alabras fueron interr
iraba Janice con los ojos inyectados en sangre. Janic
entes ni una pizca de culpa? ¡Esas dos pers
on como un puñetazo en el estómago, Solo pod
equeño cuerpo, que resonab
er yo quien muriera, así no tendrías que sentir tanto dolor", apenas logró decir. Luego, se puso de pie lentamente. Se veía aturdida y
ntener las lágrimas. Por su parte, Janice caminó
erminado siendo responsable de la muerte de dos personas a los 21 años", continuó Janice. Su voz había sonado vacilante y terminó
jer, quien siempre la había cuidado cuando se enfermaba. Y del señor Rong, su marido, quien habí
as sentía como el dolor en su corazón se volvía cada vez má
sas dolorosas palabras, tomó la pieza y lo estrelló contra el suelo. En consecuencia, la delicada porcelana se rompió instantáneamente en p
tación, Malcolm apretó los dientes y cerró el puño con
ra vez en dos años que Malcolm u
tiempo que las lágrimas comenzar
reerme cuando te digo que nunca, ni en un millón de años, lastimaría a tus padres. La señora Rong me dijo quería pasar unas vacaciones en París con el señor Rong, así que les reservé un vuelo a Francia. Ese día, les pedí que s
acumularse en el suelo. Malcolm estaba a punto de acercarse a ella para quitarle el fragmento, pero Janice abrió los ojos de repente, y levantó la mano ensang
ra podido saber de alguna manera lo que iba a pasar, nunca habría permitido que se fueran. Por favor, tienes que creerme...". Janice si
amables, la habían querido mucho,
responsable de eso,
olm tenía que recordarse a sí mismo que debía hacer caso a las pruebas y no a sus palabras. En los últimos dos años, había sido frío y cruel con ella
la mujer que amaba y aprec
comenzó a caminar hacia
de que había una forma de redimirse, y q
tendría que vivir con odio,
tó los pasos de Malcolm
ro, tres, d
jos y dirigió el frag
o cuando la sangre salpicó
ido tiempo d
emasiado
go fluyendo por su cuello. Cuando abrió los ojos, l
el movimiento de una mano ensangrentada,
. El tono cálido y suave de la voz podrí
no de él, dejó escapar un grito, pero Roy la hizo callar con amabilidad. "No te preocupes, Jannie. Estoy bien. Vamos a caminar, ¿de acuerdo?". Roy siempre le
que quería era alejarse de todo eso. En ese momento, Roy abrió lo
n. Luego, Malcolm dio un paso adelante y agarr
, tratando de ocultar su