hago todos los días. Durante esta hora de la mañana s
turistas disfrutaban desde sus restaurante
so y abro para voltear el cartel de abierto. Sonrió al repartidor que va hasta la cafetería de enfre
emostré que estaban equivocados. La tienda ofrecía gran variedad de ropa de las diferentes marcas que a los turistas y no turistas, les encantaban: Armani, Dolc
mostrador, y
-me saluda puntual,
uida de Carlos-Traje café para mi jefa pref
te la muestra de energía que tr
lino y con una sonrisa. Pasa a un lado de los dem
el mostrador con una toallita especial pa
e, seguida por mis dos ayudantes. Me quedo d
Miro y es un hombre mayor. Veste un traje
de mi bolso una toallita antibacterial, de uso personal y me limpio
na Bianchi-di
o- res
a para su padre. Pero no creo que él, le dé la debida importa
dijo el mensaj
go, antes d
y veo como salen de la parte de
o. Moreno, ojos verdes, alto. Pía es alta y esbelta, de cabello negro, ojos cafés y facciones delicadas. Ella, junto a Nicole, de estatura mediana, cabello cast
ca a mí -deberías ir at
. Te dejo responsable de la caja- no espero respuesta y me voy a mi pequeña oficina que tengo en la parte de atrás, me siento
spondo cuando lev
z femenina- ¿Hablo con Gi
que solic
entras que escribo algunas c
hablar sobre la sentencia de su padre, por el desfalco que realizo a Rom
uerza el teléfono- ¡Malditos periodistas!
-digo para
zar a cont
princip
acciones propias de la isla de Sicilia. Soy rubia platinada, mis ojos tan azules como el cielo, mido asquero
zado y desde entonces me crio como pudo debido a su trabajo como contador de
había conocido. Lucas Salvatore, era muy conocido debido a los diferentes negocios de su padre en toda Italia. Nuestro romance duro dos años y en el último mes, me propuso matrimonio, lo cual acepte encantada y
durante meses. Pero, no todo lo que comienza bien, termina bien. A tan s
ra a un lado al
ro la hora en el ordenador. Doce y diez del mediodía ¡Mierda! Me pasé toda la mañana en la oficin
de hacer unas cuentas, así que pediré algo al restaurante ve
bía algunos platos que me g
mirada preocupada- Nos vemo
e que ni el café que Nicole me había traído, lo había probado. Lo desecho porque está frío y, es cuando, veo el sobre que me habían traído. Lo tomo y lo abro. Dentro, hay una
tie