fueron marchando, Camile le pidió a su chofer que llevara
ea de que todo lo que estaba ocurriendo no era parte de un sueño y ella se encontraba en coma en el hospital. Una parte de ella quería
ó acercarse a la tumba. Ese mezq
ono de voz fue suave, como si quisiera usar
palabras falsas la engañaran. Mark solía repetirle que era una mujer fuerte e inteligente, capaz de muchas
emos nada de qué hablar. Si vienes a intentar conven
tenerte en mi cama será fácil, Camile. Por las buenas o por las malas s
o salir su rabia. ¿En q
tamos en el funeral de mi marido, ¡de tu hermano! -Alzó la voz y no
n su funeral es que te estoy pidiendo que seas
a la mínima señal que ella le diera vendría a socorrerla. Sus empleados le eran fieles, ella había aprendido de Mark to
unca sucederá, lárgate de aquí y déj
se movió. Aquel hombre estaba colma
como si estuviera vivo. Según tengo entendido en esa tumba ni siquiera está
. Debería darte vergüenza. -Su cuñad
gley pasarán a mis manos. Me tendrás en tu cama, serás una esposa obediente, sumisa y muy caliente, mantendrás tu mismo ni
e casaré
tomar el control de la empresa. Quiero las acciones de Mark y más te vale que sea rápido... Y por las buenas, cré
dos los buitres rondando su herencia. Si Camile tuvo miedo por la amenaza, no lo demostró. Ella no pensaba dejar que el patrim
gradecía. Mientras mantenía la cabeza ocupada en los problem
r una reunión con los demás accionistas. Asumiría el cargo de la compañí
**
la mañana siguiente. Al parecer todos tenían muchas ganas d
la sala de juntas. Había transcurrido media hora desde la hora fijada y aún
accionistas no habían acudido y con ello es
ar el reloj y a murmurar:
nión se celebraría con los que estaban presentes, los que no acudieron no tendrían voz en su decisión. Si pensaban que
da ni nadie conseguiría doblegarla. Iba a proteger
z fuerte y claro-. Creo que ya hemos dado suficien
cionistas intentó levantarse, pero Camile alzó un
eraremos a los que faltan, ya que, si no tienen el respeto de acudir a la h
nistas que se encontraba sentado a su lado la miraban con admiración. Camile a
gan usó el apellido de su marido para dirigi
tar viendo en ese momento y le daría las
l cargo de la empresa debido a la falta de mi esposo. Como todos y
su luto y en la pérdida, pero conforme los días pasaban lo ocurrido esa noche comenzaba a estar más fresco en su memoria.
era la pala
uí apreciáramos al señor Langley, los negocios no esperan. Las acciones de la empresa han caído desde que se hizo púb
lo largo de mi matrimonio siempre apoyé a mi esposo y él siempre me hizo partícipe del manejo d
y de fama mundial. La anticipación que siempre mostraba ante cualquier eventualidad logró que yo me encuentre prepa
arido y sus decisiones, pero dudo mucho que él estuviera de acuerdo con que su esposa se encargara de la empresa. Los negocios que aquí se hacen..
ya no estaban en activo. Camile recordó que su marido siempre era muy precavido al mencionarlos y siempre decía que ellos no se metían en sus asuntos mientras los negoci
ue nos hundirá. Las acciones se irán a pique. Por favor, seamos serios, señores... No nos dejemos embaucar por una cara bonita, esta mujer
pero es cierto que no tiene experiencia demostrable. Debemos mirar por el bien del grup
hombres. No creo que el señor Langley le enseñara el manejo. Todo
peraba. Ella hubiera deseado tener el apoyo de los accio