ermina
cuando la voz de un hombre relativamente mad
rte las manos. -enfatizó aquel desconocid
la llave del lavamanos aún seguía abierta
u tez era blanca y su cabello negro lacio con un lunar blanco formando un mechón justo en su frente, peinaba gran parte del cabello
, su traje parecía tan suave y cómodo, le marcaba la forma cuadrada de su cuerpo, su reloj de plata marcaban alrededor de las 1am, su fuerte fragancia podía
ontraba sola en el baño con un desconocido, para entonces mis mejillas ya estaban lo suficie
guntó Hayle, con un tono que d
aer su brazos para guardarlos
lados y levantó una de sus manos para señalar el baño -
que aquel desconocido tenía razón, aún sentía el mareo del al
ró para sí misma, aunque fue mu
isma pregunta pero esta vez más pícara
voz pesada soltando un suspiró, apoyando su respuesta con el movimiento neg
io aquel desconocido volvió a in
ojos estaban cristalizados y cansados, su nariz y sus mejillas con un tono rojizo mo
a última opción, la última luz, la
calló por su mejilla mientras que tono demostraba a
Hayle, ella en cambio no hizo nada para detenerlo, al llegar, tomó de su cintura muy dulcemente y la acarició, acercó su rostro chocando con am
ás? -le susurró en su oído, luego bajó
n su cuello, él en cambio la alzó y la sentó en el tocador, sus pierna
do miró sus labios y con su pulgar dio pequeños movimientos
es olvidar? -le preg
me deje de doler... -Hayle se apoyó de aquel desconocido, y algo dentro de aquel hombre lo movía a compadecer de aquella de ella
*
año, ella llevaba su saco cubriéndola y
acercó a él y este le dio
e la puerta del auto y ambos entraron, s
aron a la Mansión y se estac
la casa; aquel desconocido tomó a Hayle y la cargó hasta llegar a su dormitorio y la recostó
cama era tan suave que terminó por a
ensidad sus rosadas y tiernas mejillas, sus gruesos y rojos labios, sus ojos cerrados... aquel vestido
d, en ese estado era tan vulnerable... pero incluso aún acostada en la cama de un desc
rer despertar y exigir respuestas, así que aquel é
*
su vista notó que no estaba en su habitación, de hecho aquella habitación e
celente sensación de comodidad; de pronto sintió frío asique levantó
brió sus ojos con mucha sorpresa cuando notó que tampoco traía nada de ropa. Se tapó con rapidez y miró en
qué M
r la llave de la duch
nsó. -su respiración se agitó entrando en
levantó y no sintió dolor, expresó confusión al no entender qué demonios había ocurrido, aún así no se limi
perdi
*
parado justo en la entrada del baño con media toalla que cubría sus zonas prohibidas, exquisitamente mojado del torso para arriba,
ar nuevamente su voz hizo q
ría buscar un poco de agua... -«¿Enseri
todo esto se tratará de un juego para él. A tan solo de quedar a centímetros de mí que a lo cuál hiba retrocediendo hasta chocar de
a dirección, y sí, había
.. Justo estaba algo acalorada -empecé a echarme aire para disimula
. -im
jé mis hombros pensando que ya me había
mi oreja, se había acercado tanto a mí que inclu
y llevaban de vuelta a la cama. -¡Oye! ¿