peor, la madre que lo hubiera engendrado, la destronaran de la comodidad en la que vivía, si supiera que eso era algo en lo que él jamás fallaría, porque nunca una mujer le haría perder la cabeza, ha
encontrarlo, debía vivir el resto de su existencia en el cast
a ningún niño, la vida le había arrebatado muchos años atrás la posibilidad de ser feliz y era consciente de que no estaba hecho para criar niños, además, el legado de su familia no se perdería. Como el viejo
excesos, su vida a su manera. Él mismo era el centro de su mundo y ni siquiera su esposa, con la que tenía una relación aceptable, pero carente de un amor que jamás se permitiría volver a sentir, era imprescindible
jamás una mujer llegaría a tener el privilegio de reclamarle con un hijo ilegítimo y es que Ricardo jamás tenía amantes que fueran más allá de una noche, cada vez una nueva mujer y ninguna jamás sabría su verdadera identidad, ni
eas, inyección anticonceptiva obligatoria y la obligación firmada de informar a, Julio, su hombre de confianza, en la siguiente menstruación para dejar completamente zanj
que la chica de hoy va a
sonalmente, también de hacerles los controles pertinentes antes y después de
ortaba, lo único que quería era que firmaran el contrato y se comprometieran a abandonarse a todos sus deseos, también dejaba un espacio para que ellas pusieran los límites que no pretendían pasar, era algo que Ricardo respeta
espalda, con ropa interior de encaje negro que enmarcaban a la perfección esos hermosos glúteos y
otones de la camisa para arremangarla y le hacía un gesto a Julio para que se
ados y no era capaz de ver nada. Era otra de sus múltiples exigencias, todas las mujeres que estaban con él debían llevar un antifaz con el que fueran incapaces de verlo y, del mismo modo, él tampoco p
armario de los juguetes donde Julio solía dejarle el contrato, se tomó unos momentos para leer sus límites y sonrío complacido al ver que ninguno se le hacía i
ca tras estar unos segundos callada, posibleme
tria de tequilera más importante de la región y una de las más exitosas del país, por supuesto, con exportación mundial, tenían enormes plantaciones de Agave por todo el país. Por un
az, porque estaba seguro de que el rostro que cubría debía ser realmente hermoso, lo que veía incluso con el puesto, eran esos labios perfectos que le apeteció besar al instante, ni demasiad
e su cuerpo, su obediencia y dedicación, solo les otorgaba placer y luego se iba para pasar a la siguiente mujer, la próxima vez que necesitara des
tienes permitido decir en cualquier momento es la palabra de seguridad, si lo haces pararé lo que
, su resistencia, su entrega, su f
iarla hasta las cadenas que, ya previamente preparadas, colgaban del techo con dos grillet
ían esa aura de confianza, excitación, curiosidad e incluso desprecio, pero ningu
la forma en que se mordía levemente el labio, como alguien que duda o, tal vez, se contenía para no decir algo y llevó el pulgar a esa boca, acariciándola con suavidad deseando que relajara el gesto,
hablar y sobre todo gemir si lo necesitas. Di
dueño del burdel por tener esa mazmorra en exclusiva para sus prácticas. Tomó un bisturí para acercars
sier y, solo entonces, utilizó la cuchilla para cortarlo, observando como los senos de la mujer se abrían paso hacia afuera mostrándose an
us muslos, con la parte que no cortaba. Lento, tortuoso, adoraba tomarse su tiempo y averiguar cómo reaccionaba la mujer que esa noche a
mienta, era una barra separadora que le sumaría incomodidad, pero a él le encendí
al no poder apoyar los pies más que de puntillas, sus muñecas sustentarían la mayor parte del peso de su cuerpo. Ya