nte, acurrucándome más en la cama. - No señorita -otra chica, quito las mantas de un tirón. - Pero... Todavía tenía sueño, pero sé que mi hermano se molestará si no bajo. - Y uste
amionetas más atrás. A pesar de que somos una de las familias más poderosas, codiciadas y envidiadas en todo el mundo, sigo sin acostumbrarme. Los hermanos Campbell, cabellos similares, cuentas bancarias desbordantes a muy temprana edad, a pesar de su belleza extravagante así mismo pueden ser despiadados sin piedad, cuando se trata de su pequeña hermana, ósea yo, ellos por mi harían cualquier cosa sin importar dejar sus vidas en ello. Aprecio el enorme portón negro a la distancia, sobresalen las iniciales U, H, B. Universidad Humboldt de Berlín una de las prestigiosas instituciones, donde acuden exclusivamente los hijos diplomáticos, mafiosos y empresarios, solo personas con poder. El auto se estacionó, Andrés bajo primero, Axel más atrás, el guardaespaldas abrió la puerta trasera para que saliera. Extremadamente elegante y cultural era el lugar adornada en cada pico en lo alto de los edificios. Los estudiantes se quedaron inmóviles en su sitio, al parecer nadie tenía idea de nuestra llegada a Humboldt, que la mansión quedara aislada es de gran ayuda. 4 autos se estacionaron al frente, no me había percatado hasta que algo llamo mi atención y mi mirada callo en el, esos ojos intensos grises que hipnotizan a cualquiera. Un firme agarre en mi cintura, hizo que alejara mis pensamientos, Axel se mostraba posesivo y eran muy pocas las veces que lo hacía, cuando iba a opinar algo al respecto. - Ays tenemos que entrar ya - Ordeno Axel. Yo solo asentí. Llegamos a lo que parecía el edificio principal, ver los pasillos tan solitarios era algo escalofriante. Había terminado la primera clase de la mañana y yo ya estaba sin rumbo, voy hacia el baño para lavarme un poco la cara, ya me encontraba estresada. Los gritos de dos personas hizo que me quedara