img Cállate y bésame (Trilogía TQST)  /  Capítulo 3 3 | 8.33%
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Historia

Capítulo 3 3

Palabras:3983    |    Actualizado en: 31/01/2023

ítu

n: ig

A

nzado a odiarla, como le había ocurrido con otras tantas. Bostezó y volvió a hundir la cabeza en la almohada, quería dormir. Anoche apenas había pegado ojo pensando en trastadas que podía hacerle a Damián, pero ninguna la satisfacía; no obstan

Así que, para evitar una disputa doméstica tan temprano, decidió ponerse en pie. Bostezó un par de veces y a continuación se estiró; descalza, caminó hasta el armario y lo abrió. Sacó de allí los primeros vaqueros que vio y una camiseta negra de manga corta en la

puerta detrás de sí; si su progenitor veía el desastre que había montado en su cuarto le prohibi

arse la vuelta y marcharse a la cocina, desde donde se escuchaba a su madre habl

traña razón, seguía pareciendo despeinada. Bueno, daba igual... de todas formas le quedaba bien, se sonrió a sí mi

que en esos momentos leía unos

astaño oscuro como ella y Nora, al igual que sus ojos, que también eran de color miel, pero ahí acaba todo su parecido. Si su madre

jo su madre, Dafne untó la mantequilla en la tostada; seguramente Matt quería espiar a Ann para descubrir

-contestó ella tomando un buen trago d

iva sosteniendo el capó? -curioseó su padre, Dafne asintió y su

osas horribles y no quería que sus hijas pasasen por algo parecido. Por eso ella y Nora eran una especie de armas mortales a las que, además, las aprovisionaba con pistolas eléctricas, espray de pimienta y demás e

leche que le quedaba de un solo t

a toda prisa y tomó s

tar algún baño o que le robaste las ruedas del coche a algún profesor porque

lacionen con nada! -indicó cerrando la puerta con ra

el cero y se puso a tararear la canción de My Chemical Romance que tenía como tono de despertador. Bueno, puede que aún

vidad, Dafne sonrió y empezó a hacer lo mismo hasta ll

era un Opel Corsa de color verde -o al menos lo fue antaño-, era pequeño y su amiga usaba cinta para que el capó no se levantase, además, el retrovisor derecho pendía literalmente de un

e te pille más cerca -indicó Dafne señalando el vehículo, Triz se c

s y observó cómo Triz acariciaba el capó como si fuera un suave

pelo distraía a todo el mundo y nadie se daba cuenta de las numerosas pecas que le adornaban el rostro. Aparte del particular color de pelo, también lucía una melena cortada de

ndose en el coche de Triz sin esperar que nadie la invitase. Triz y ella

l contacto y, tras oír rug

tó Ann agarrándose a su asiento para n

, porque si no juro que me levantó y le ha

n cuanto lo vea aparecer comenzará a gritarle.

que hasta ahora no se hubiera planteado la posibilidad

eres ignorarlo?

la universidad. -De repente abrió los ojos de forma desmesurada-. ¡Oye, oye... publica en tu p

i periódico con vuestras bromas -contestó la peliblan

ad? -preguntó Ann, la pelibl

noticias financieras... ¡Es un aburrimiento! Y me he enterado de noticias muy buenas, per

iódico de la universidad. Pero su gran sueño se convirtió en pesadilla cuando conoció a su jefe; un tío estúpido y a

riódico? -Sintió como el coche frenaba de gol

r a una abuelita, porque menudo frenazo -indicó Ann mirand

¡Es la mejor idea que

lante con emoción, para luego mirarla-.

de «vamos»? -preguntó D

enseñándole el dedo corazón al conductor que estaba en el coche de atrás-. La gente de hoy en día es una maledu

de reporteras... Ann puede entrevistar y tú hacer las fotos; y bueno, también puedo recurrir a alumnos de mi clase y

ara indicarle que moviese el coche sacó un poco a Triz de su burbuja de felicidad

? -preguntó Dafne con interés, Triz lo meditó durante unos

mián en primera plana, pero su plan no quedaba solo ahí, si alguien no quería

to, mientras Ann le gritaba al coche de

mien? -preguntó Triz volviendo

Damián -re

í proclamando a gritos que se llamaba Damien no quería decir que fuese así: además, si él se empeñaba en seguir llamán

za hacia Ann como si fuera la niña del ex

ba que todo el mundo iba a enterarse; y, por si fuera poco, le acababan de dar la idea de fundar

te, por lo que cuando volvió a mirar al frente

-exclamó Ann acariciándose la frente, ya que su ca

ndose de brazos, Triz resopló indignada a

oco cutre? -dijo Triz sonando un tanto decepcionada, por lo que ella miró hacia Ann;

edes hacer es pasar de él; de hecho, deberías ir para comprobar que tengo razón -invitó Ann a Triz, que asintió y volvió a poner en march

n pokemon! -r

e particularmente dudo -opinó Triz; la morena puso

rarlo, y esas dos se

-

l en la carpeta; se despidió de sus dos amigas y caminó hacia la cafetería buscando a Ann. Divisó la melena rubia de su amiga con ra

tó Dafne sentándose frente a ella y colo

s piernas sobre la mesa; de reojo vio cómo una de las camareras la regañaba co

i casa y se llevó a mi hermana alegando algo sobre una misión de espionaje -contó v

pies de encima de la mesa y creando un te

ción espionaje es para ti. -Ann comenzó a golpear su cabeza contra la mesa mient

ojos entrecerrados-. Hubo una vez un niño que en preescolar me regaló una flor

tilares a todas las visitas para comprobar si tienen antecedentes

omplacida, ell

endo con una pila de papeles y una sonrisa q

a llegado -contestó Dafne, Triz as

onas y, desgraciadamente, con las sillas clavadas al suelo. Levantó la mano y saludó a sus compañ

os están peleándose -dijo Triz mirando hacia Ann, y la ru

vale ignorarlo. Rodó los ojos y se cruzó

iantes miraban hacia la entrada y luego hacia ella con cierto miedo. Por lo que

no por el cabello haciendo una mueca cuando sus dedos pasaron por la parte que ella le había afeitado. Sonrió de medio lado, la cara de Damián cuando se despertó y vio parte de su pelo en el suelo fue espec

del japonés hasta que este dejó de ex

o? -dijo Triz en voz alta, Dafne

to; Damián no era, y repetía, no era guapo. Bueno, admitía que tenía buen cuerpo, pero teniendo en

eó un monstruo -explicó Ann soltando un ligero sus

repetir a todas horas lo atractivo y sexy que era Damián y que se lo presentase, porque ese chico tenía que ser el padre de sus hijos. ¿Ese tarugo hiperactivo padre

mesa con una sonrisa deslumbrante, aunque con los hombros preparados por si tenía que evit

la examinaban con cierto brillo de diversión. Ella haciendo acopio de toda su

erte -saludó al japo

en sonriéndole con amabilidad, ella asintió y miró de reojo hacia Damián; el pelirr

que las facultades de ciencias estén tan lejos de las de

s bastante aburrido... bueno, menos por algunas ex

ra soltarle una bordería, pero recordó que había acordado ignorarlo, así que cerró la boca y apartó la mirada de él tan dignamente como pudo. Lo miró de reojo y vio como él entrecer

o? -preguntó mirando hacia Ren con int

upiste? -Quiso saber el ch

la tablet, como haces ahora -contestó orgullosa de sus dotes de observac

do por primera vez en la conversación, ella lo miró ligeramente y luego apartó la

. Pero en vez de mirarlo como él esperaba, se limitó a bostezar; por lo que escuchó un gruñido procedente del pelirrojo. Sonrió en su interio

llo masculino? -sugirió Ann con voz macabra

a coletilla que tiene a la hora de hablar, es insoportable escuchar «Oye, oye...» en cada frase que pronuncia -resp

eacción de su parte, pero al ver que no llegaba volvió a dar otro gol

gnorarte! -gritó el pelirrojo lanzándole una última mirada

e despidió Ren con un li

las tres se miraron y l

pero ha merecido la pena

se sentaba allí, no sin antes dirigirle una mirada cargada de veneno. Ella se limitó a salu

nial -felicitó Dafne, la rubia se

ergonzosa y humillante de Damián vamos a publicar en el per

veces olvidaba lo bien qu

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