apital. Mis ojos estaban fatigados al no poder verla a ella. Pues pese a todo sus sentimientos buenos y esa hermos
Las bellezas iban y venían. Desaparecían como efímero paso del proceder de la vida. Hoy éramos felices, mañana simplemente seremos un
eterna de un familiar. Esos dolores punzantes que hay alrededor del pecho y ese resquemor de querer aún seguir con ellos, resulta más que angustiante. Las lágrimas que caen desc
y dulces me conmovió mucho. No quería que llorara tanto y menos que sufriera de esa guisa. Pero las despedi
decisión subirme al tren para ir directamente a la capital. Mi objetivo era ir a estudiar en la decana de América. Ya tenía una beca y sobre todo la vacante ya era mía. Simplemente era cuestión de ir y hacer unos papeleos y resu
tía mal en los cursos frustrantes y sobre todo cuando me sentía que era un desastre ella jamás logró abandonarme. Cómo tendría que olvidarla. Si las
decían que tendría palmar
acabe comenzar con mis lágrimas. En estos momentos de disonancia completa aún
lo posible para que ella se alejase de mí. Esto se presta para decir qué a ratos también nos separábamos con vanessa. Cada uno creía que le iría mejor incursionando con una nueva re
sible, en cambio a mi viejo no lo entiendo el porqué anda de meloso por ahí. Con la madre de Vanessa, mi viejita tuvo unos problemas enormes. Uno de ellos eran tanto causados por mí, cómo por mi padr
o y cariño hacia ellos. Con Vanessa el caso es diferent
ña. Esos grandes, alargados ojos de color café lo embellecen más. Su cutis no es la excepción. Su piel es tan lisa que eso de darle unos cuántos toques fuertes es para pensarlo dos veces. Esa forma de su nariz finísima y de linda forma son tan espectaculares que de vez en cuando tiendo a pensar de cómo e
lmente blancos son deslumbrantes. Sigo sin entender todavía sobre
con su presencia es suficiente para mantenerme en vilo. La delg
sentimientos importan mucho, pero debe quedar claro que la forma del cuerpo de una chica impone.