tante: La familia no s
zarme a los leones, y al ver que nada salía como ell
mo buenos lectores, ya quieren llegar a l
omplicado y yo aún no podía deduc
ara visitar a mi padre y estar con él en las fiestas de navidad. Nuestra relación era sincera
rogante y fría. Todo lo que venía de mí, ella lo odiaba. Fue algo que aprendí en una edad muy joven, desafortunadamente. Pero todo eso no ha sido impedimento para
as del auto. Sentia un frio recorrer por mi espalda y no estaba segura
Osborn –me recordó Esteban. El chofer de confi
aba un poco de escalofríos, odie crecer en ese lugar bajo l
ir de visita, y accedí solo por él. Estaba al tanto d
sión- Yo le doy un abrazo y un beso en la mejilla, lo quería tanto como a un padre.
lo saludo- En do
salón. La est
me agradaba recordar el momento en el que sentí un poco de libertad. Me dirigí al salón y vi a mi padre sentado, fumando un cigarro
para sacarlo de s
sonrisa. Corro hacia él y le doy un abr
regunta con ese tono tier
ien –respondí
je hecho a la medida y con su cabello castaño perfectamente peinado. Era la figura de un hombre imponente
sin vernos. No sabía
dome incomoda por la
hayas tenido
xpresé sin ganas
–expresó una voz familiar.- E
darme relajada. Pero mi cuerpo
misma mujer malvada que recordaba en mi infancia. Me miraba de pies a cabeza y por un segundo vi asco en su mirada, pero la cambió automáticamente por una falsa sonrisa y me d
. Vayamos al comedor –dij
ntusiasmo. ¿Desde cuando preparaban algo que a mi me gustara? ¿Y cómo sabían lo que me gustaba? tanta
-respondio papá, imagino que por la cara de confusión que
os sentimientos de mi mamá no habían cambiado en lo absoluto. Sin embargo Damián si estaba diferente. No sabría cómo describirlo. Ya no era un insoportabl
nsada –dije mirando a mi papá y tomando su mano co
a en la empresa. Me gustaría que
ó mi mamá con falso pesar- Esta es
de la ciudad. Estaré más cómoda allí –resp
alida. Caminamos en silencio hasta llegar a la puerta y es
erer sonar maleducada, tomando e
ir un momento contigo
ro me obligué a dejarlo hablar; después de todo no se ha comportado como u
mayores, pero me gustaría recompensarte por l
cómo jalaba mi cabello con tanta fuerza que
caba –Me duele mucho!
a con diversión viendo mis lágrimas
dí, intentando quitar el
en el club mañana. Después d
respondí con total seriedad. Def
añana. Igual te daré e
mala gana y salí desp
solo quería salir deprisa de ese lugar. Definitivamente aún no h