bservaba por la ventana el camino hasta que nos detuvimos al frente del edificio llamada Prasada, quedaba frente a Centra
lguien, pero luego se despidió muy amablemente de esa persona, me pareció cómico ya que nor
me estresan mucho y a veces tengo que recordarles que,
udo, supongo - le d
ubiera las cosas que estaban en el baúl del coche, este asintió y rápidamente se puso en ma
blemente, yo estaba un poco más atrás e iba distraído que casi choco con ella al detenerse, el señor me vio y rápidament
ego se dirigió a Sophie nuevamente -. Le pido disculpas, a veces entra cualquier p
nrisa que llevaba se había esfumado y tomó un po
tomando mi mano y la cara del señor fue un poema al escucharla y más al ver cómo su mano tomó l
lpas, era la primera vez que alguien lo hacía conmigo y me pareció algo excesivo, con la
aba ver como las personas se humillaban en público frente a otras, todos éramos iguales en c
subir un postre de chocolate y ¿qué quieres
or favor -.
le subiremos su orden - n
pasillo solo había una puerta en cada lado, me pareció extraño ya que, si era un edificio de apartamento
el apartamento era extremadamente grande y eso que solo era la sala; al entrar comencé
do en la pared, había un enorme televisor de ciento diez pulgadas al menos, ya los había visto en tiendas pero no en ninguna casa o apart
on mesones de porcelana, una nevera de dos puertas y como de dos metros de alto, cruzamos otra puerta y había un b
bitación, además de ello, había un armario donde fácilmente se podría dormir cómodamente, el armario estaba lleno de ropa, zapatos, bolsos, también tenía un pequeño espacio, con una
nde fácilmente cabrían cuatro personas, casi un jacuzzi más bien, también había
uviera viendo el lugar para comprarlo y Sophie era la encargada de venderlo, fue dive
én había un enorme televisor, lo único es que en esa no había tantas cómodas y el armario era mucho más pequeño
otra puerta, al ella abrirla observé otro closet inmenso, incluso más grande que el de la habita
do lo que hay?
do grande - le d
parte, pero quería preguntarte si quisieras vivir acá, como viste ha
a incomodart
pulsiva, ves que tengo mucha ropa, zapatos y eso que no has visto mi joyería, cuando no es
quedan dos meses de contrato en donde vivo y tendría que cumplir s
onriendo -, iré a tomar un baño, cuando lleguen con la ropa q
acu
uería pedir algo también lo podía hacer desde la Tablet que estaba en la mesa, podría hacer lo que quisiera, que estaba en mi casa. Lo hacía para ver si me acost
propina, pero no los aceptó, me dijo que sería una falta de respeto hacia mi si lo aceptaba, pero le insistí que no había problema y me agradeció agachando la cabeza, c
pa cuando volvieron a tocar la puerta, era el señor Harris y el chico que hab
le regreso esto - dijo el señor tendiendo los die
ío - dijo ell
a ella interviniendo -, se los di al chi
ismo tomaremos cartas en el asunto - me dijo y la cara del ballet p
e riendo levemente ante la confusión -. Él no me
tendiéndole el billete al ballet, quien lo tomó con algo de nervio, aunque su expre
cias por los postres señor Harris - le dijo So
piso, no debe ser nada económico, calculaba que la noche en esta habitación debe estar cost
me preguntó ella al verm
vagando - le dije rie
ro no siguió preguntando y co
, era un traje típico, pero era formal y combinaba fácilmente con todo, ella eligió colocarse un vestido rojo, abierto por debajo hasta un poco más arriba de la rodil
me di cuenta que si la seguía viendo todos los días me iba a ser difícil que no me terminara gustando,
es ¿nos vamos?
de su bolso los anillos y caí en cuenta que no nos los habíamos colocado, me dio el mío