Despertando Placer

roz. Consciente de los peligros a la oscuridad de la noche de invierno, mantuv

ituales de los viernes por la noche, había un aire casi

para su ambición, él no jugaba ese tipo de juegos. Después del día que había tenido, todo lo que quería era un poco de coñac y un baño caliente. Parecía que a Amanda le vendría bien ambos. E

man

ncial bajo una farola apenas

adeciendo a Dios por la falta de tráfico. Tan pronto co

-el clima acompañó, p

a mueca, como si debatiera si ac

la, dura y ciertamente dolorosa, incluso a t

autobús llegará en

iedo en esos grandes ojos suyos, pero tuvo que haber sido un truco de la luz. Nunc

ahora mism

da, pero luego el universo se

auto y cerró la puerta. Sus manos temblorosas fueron inmediatament

izquierda. Amanda vivía en el lado opuesto de la ciudad de él. Afuera, la noche se había vuelto

menzó Amanda, a través de los labi

urioso c

ará. De

parabrisas con agua. Redujo la velocidad a paso de tortuga hasta que el vehíc

de la noche?" -su voz era un látigo lacerante. ¿Cómo

nido de dientes castañeteando destruy

usaba cuando su temperamento estaba al bo

la obstinación impenitente de su pasajero

a la gran pantalla, aunque recordaba vívidamente que Amanda no albergaba tal ambición. También recordó la columna vertebral de acero d

do un buen

me r

ongelando. Cuando finalmente habló, lo que reveló le hizo hervir la sangre.

alguien intento

to. La pequeña señal de vulnerabilidad lo desgarró. Todos

s se habían convertido e

pa

N

and

, pero su voz se quebró al final, otro

podía confiar. Estábamos en una fiesta, el lugar donde he es

proyecto nos ofreció a algunos de nosotros llevarnos a casa. No me di cuenta de que iba a ser la última en quedar en el coche ha

, pero aparentemente, todos decidieron bajarse en la ciudad e ir a bailar. Pensé que estaría bien hasta

la evidencia de la predeterminación de

ue ella le había dicho la verdad so

lgo entre

eptible de ser cuestionada. Liberado de las limitaciones que lo habían obligado a ma

pónd

l auto. Pero tiene mi bolso

sa roja frent

omb

ás profunda y primitiva de él. Esta no

o..." parec

a tan oscura como sus pensamientos sobre e

iada, su obstinada y temperamental Amanda vo

spuesta inminent

anera vas a rec