a se enfermaba, los vecinos ayudaban, si alguna familia se ponía hambrienta, los vecinos daban de comer y así aquel barrio fue viviendo feliz y conciliado por mucho tiempo, hasta el
ustando solo por causa de nuevos vecinos, el problema era que los Alonso, los nuevos vecinos, llevaban una vida bastante par
lias tenían el mismo trabajo, la misma marca de coche e incluso papel tapiz en la cocina (la señora Francisca descubrió esto tan pronto como fue a hacer una visita de bienvenida a los vecinos de al lado cu
uriosidad, fue a parar en el balcón abrazando su almohada rosa en la cual era inseparable desde su nacimiento, se quedó mirando con un pico en los labios a su madre bajando los cuatro escalones de la puerta de frente limpia
los Alonso allí, últimamente aquella familia estaba quitando la paz a los Barreros. El hombre sopló e
bló con el dedo apuntando al coche blanco d
exclamó con los ojos abiertos co
seúntes en la calle tranquila, reparando la escena con un signo de interrogación. ¿Por qué diablos gritaba el señor panzón en una hermosa tarde primaveral? Ellos podrían estar cuestionando, parando un poco de prestar atención en sus
fuera de mi casa? - El S
razos y los giró con cierta petulancia para mostrar el espacio donde él estaba de pie, él realmente estaba al lado de
tenía un gusto por él desde el primer día que lo había visto, cuando los vecinos nuevos se mudaron hace unos meses. De repente, como que sintiendo que estaba siendo mirado, Jael miró a Lucía, en aquel momento ellos estaban mirándose bien a los ojos... Y él sonrió de canto y guiñó
re el abuso que usted está cometiendo hacia mí! ¿O crees que estacionar esa c
ta vieja? ¡Acabo de comprar ese auto! ¡El suyo,
y resistente! Tan resistente que usted fu
Sr. Barrero? - La madre de Gael preguntó dando
o es sí un gran imitador! - La madre d
parecía horrorizada con todas aq
ros! Sus camaleones! - Señor Ba
to? - Alonso parecía no saber cómo e
mi mujer? - El padre de Lucía
Lucía había corrido hacia ellos para ver si agarraba a los padres
tentaba, pero sus padres apenas le escuchaban, estando muy inv
su oído, él estaba detrás de ella, su cuerpo a centímetros del de ella, su pectoral cas
sus ideas. Entonces lo empujó y lo vio caer de culo en el pequeño jardín delante de la casa de los Alonso, chasqueó la lengua y jaló a los padr
Que piensan que son? -
n de las cosas, solo pu
claró después de darles los
co que le gustaba. ¡Ella había peleado con el chico que le gustaba, ella lo había empuja
hábito de mirar la casa de los vecinos, en la ventana de Gael para ver si él estaba allí, Gael siempre dejaba la ventana abierta, había veces que él veía a Lucía mirándolo desde la ventana, pero parecía no molestarse, muy al contrario hasta, él parec
ra arreglarse para el colegio, Después de todo, no era porque ella estaba cabizbajo que las clases iban a terminar. Después de un baño, se puso su uniforme escolar y dividió su cabello oscuro en dos pegándolos en do
ija? Si no esos vecinos locos que tenemos pueden intentar hacerte daño
geres, los vecinos
ron hace poco tiempo para acá, la gente no sabe nada sobre ellos. ¡Pueden ser criminales! - Habló con
a, llego tarde! - se fue corriend
uando la niña se detuvo, la madre abrió la bolsa de su hija y puso la lonchera dentr
ostro de la hija y arregló el caballito de ella, aunque Lucía sentía vergüenza ajena de aquello, pues la sin
engas un
madre. Ella esperaba que el día corriera mejor que la noche anterior. Mientras caminaba, oyó un sonido de la moto viniendo por detrás de ella, ella se alejó más hacia la berma, evitando así cualquier accidente, pero el motociclista subió con la moto en la acera de la berma y paró la moto bruscamente delante de ella, Lucía dio un salto de susto poniendo la mano en la
- Solame
ía a la moto de Gael, ¿le haría algún daño? Aunque con