que algo está mal. Trato de incorporarme mientras un potente hormigueo sube por mi pierna,
n momento me llega una corazonada y reviso la capucha de la sudadera negra que traigo puesta, la cual, por cierto, no es mía. Pero a
desc
emás siento un ligero mareo cuando me siento en el sofá. Necesito tomar agua urgen
ube hasta el estómago. Caigo de nuevo en el sillón con un quejido mientras saco de la piel un trozo de vidrio. Mierda, eso dolió. Toco la herida
o del sillón y teng
un condón, latas de cerveza, una botella sin el cuello (seguro con eso me corté), porros y un polvo blanco disperso
el para ir a la fiesta en casa de los Diener. Quise negarme por el asunto de la tarea de Geometría, la cual debí
mistad con Raquel. La pasé bien, el alcohol corría como agua... En fin, era el escenario perfecto para el desconecte. Bebí cerveza y tequil
bién tom
anza de encontrarme con Juan Pablo y vigilar que no cayera en las garras de Marlene Diener. Es un
sta no es la ca
tro no recuerdo me dijo que por lo del asesinato del chico que le hizo la novatada a Tristán, le cortaron la garganta. Otra persona se metía y
, el tema quedó zanjado. Sinceramente, si se corriera el rumor de que maté a alguien por una simple
e seguro apestábamos a alcohol), y luego... Nada. Oh, santa mierda, me puse muy ebria ¡He olvidado partes de la noche! Jamás experimenté una
idea levantarse primero después de una fiesta, pues toca ver el escena
silla hay alguien sentado con los brazos recargados sobre la mesa, parec
tos uno sobre otro, tomo el primero y lo lleno de agua. Me sabe a gloria, lo termino en apenas tres tragos. Suel
alguna extraña razón, me viene a la mente el rostro de Tristán Diener, su cabello rubio platinad
me permitiré vomitar... El retortijón es inevitable, corro hacia la tarja para evitar hacer un cochinero a media cocina, pero apenas doy un par de pas
sea, ¿qu
o, caigo en la cuenta de que hay algo raro en todo: El silencio es anormal. Es tan profundo y denso qu
a mitigar el brusco cambio. Parpadeo un par de vece
de la herida del pecho de un cuerpo de chica ¡Tiene un cuchillo enterrado! ¿Qué mierda? Esto no es no
no desmayarme a media cocina. Mi mente se paraliza por unos segundos, quiero correr en dirección contraria, per
aire y entonces me de
menos hago
No, esto no servirá de nada. Corro hacia un cajón para tomar un cuchillo y entonces noto la presencia de un segundo cuerpo, es un chico. La cabe
ón. Me debato entre ir hacia la fuente del sonido o escapar; mi mente grita que en las películas de terror el curioso
ón de la que sale luz. Aún tengo la pala en la mano, no es tan útil como el cuchillo, pe
alguien cubierto con una máscara quien sostuviera un hacha en la mano, esperaba ver a alg
Raquel con una soga atada al
l lavabo convertido en añicos. Aparte, un chico de ojos azules reposa sobre el agua rojiza de la tina. Mira fijamente lo
y forma de evi
la espalda. Usa lentes cuadrados muy grandes cuyas micas se ven sucias. Tra
drá construir la carretera, su padre no le cocinará más... Está muerta. Quiero llorar, quiero gritar, p
mo es normal ver muertos en e
-señala un barandal roto-
creer que esto sea real. Quisiera ponerme a llo
esto... -se me corta la voz
r expectante. Esta vez siento que sí está alguien en peligro. Corro hacia la fuente de sonido, proviene del interior de una habitación; específicamen
ordaza. Tropieza y cae, entonces me percato de que tiene ambas manos amarradas con un cinturón. Se retu
sta?! -escupe saliva y me c
a culpable. Desatarlo es difícil
a en la chica, pero está ocu
y divertida
pesar de la poca luz, alcanzo a ver un retazo de barba mal afeitada. No puedo evitar sentir una pizca
muertos e
na. No es manera de decir las
Qu
irada irritada antes de salir corriendo de la habitación. Antes de salir, murmurar un: "Pinche gente loca". Interca
diota ya se pa
l otro es fornido y va ganando la pelea. Me acerco mientras grito que paren, que no es momento de pelear. Trato de separarlos, per
PA
lbido de albañil que nos toma por sorpresa a
che loco
ea el chico robusto, tiene rasgos as
mitar otra vez, siento un mareo y me sostengo de una pared cercana. Cre
grita-. ¿Quién los ma
ico, pero esta vez es
o te
n murmullo-. Me p
que presentarse? -dice el de la mordaza, molesto, mien
azón y la policía querrá saber todo. La información es
ido, desde aquí noto los ojos o
en dos zancadas al otro. Están tan cerca, que parec
e mierda -murmura enfad
está
Hay que organizarnos, facilita
policía -todos me miran conmocionados-. Y no hay q
con la
icía -dice Dalia, segura-.
sesión de drogas es delito. Juego de delantero en soccer, si me l
a no está; supongo que es el fornido, y a este imbécil le preocupa q
de empatía, los muer
da con ellos-. Nos investigarán, involucrarnos en esto no se verá bien
uertos no se ven bien, pero... Estoy en la casa y no maté a nadie, aunque definitivamente seré sospechosa. Nos harán un examen de sangre u orina, tengo laguna mental, no sé si consu
o a
n recuer
e dado que estuvo encerrado, tenía una mordaza y estaba atado. Literalmente salió del clóset
á-. Todo es borroso, bebí cerveza, pero no para ponerme a
, su voz hace eco-. Iba a encontrarme con
mucho, fue al baño y no recuerda más. Relato mi historia, la laguna mental me hace sentir impo
ertos? ―pregunto tímidamente―
amiga mía está entre los asesinado
ien, el chico de la mordaza dice lo mismo. El fornido se acerca a quien tenemos m
―su rostro refleja terror y angustia―
pensar en los Diener, pero un muerto es un muerto. Aunq
ustada―. Limpiemos nuestro rast
sperar a que vengan y descubrir la ve
o una bocanada de aire-.
Pavel y el de la m
que pueda servir como evidencia. Borro mis huellas de la pala, las c
udiantil no está lejos, cuando Sebastián busca la ruta en el GPS, vemos que está a diez minutos caminando. Ya son las cinco de la maña
plástico, tomo una ducha y me derrumbo. Lloro por Raquel, por los muertos, por mi ex. En medio de mi desesperació
secarme, me pongo lo primero que
arde: La policía ha llegado, ve
de ser t
ales: Instagram --> asdetrebol08 Twitter: as_