con respecto a su jefe, por el trabajo no se preocupaba, sabía que era una mujer muy inteligente y capaz, también conocía sus habilidades y
a sonrisa junto con el saludo. Al menos era una buena señal para ella, aunque las otras impresiones no se le habían olvid
e amargado de lo que se veía el ejecutivo con el que se tropezó entrando en la empresa, ¡ese sí
ber conseguido ese empleo, el salario era astronómico comparado con los sueldos que normalmente se le pagaban a
to con cara de pocos amigos, se veía que tenía ganas de reclamarle que hubiera salido con rumbo desconocido para la familia, y en e
te, Rachel? -le dijo tr
as personal (Y encima ni siquiera puedes ganarme a mi, peleando) y segundo porque en las oficinas de la empresa a la q
a pelea, hacía ya más de un par de años cuando e´l perdió la paciencia con ella y quiso darle unas nalgadas como cuando era niña. Lo malo
o de sus amigotes de esa época quiso golpear a Rachel también, pero terminó con una pierna fracturada y la cara tan inflamada que estu
evantó la vista para mirar a Rachel, pero al escucharla, una sonrisa de orgullo
marla, porque desde niña había dicho que parecía
nojaba, entonces le decía "abuelo" a secas- La entrevista fue imprevista porque n
lias. -Esa era la eterna queja del abuelo, decía que la familia siempre de
e, imagino que no ser
a un ultimátum, y luego siguió l
ratado, o daban por sentado de que así había sido
-le dijo su abuela-
lo que me pagaban en J.P. Morgan, yo sabía que Diosito no me iba a des
le dijo la abuela con una gran sonrisa
ñana mism
un lado al otro como si no pudiera creerlo, su abuelo la miraba por encima de las gafas con las
be ser un puesto bastante importante para
o con algo de orgullo en la voz, se
icitantes del puesto -dijo la abuela con la sorpresa aún re
cosas para mañana -se detuvo unos segundos al ver el gesto de su herma
aba y para descansar, había comido temprano y en un rato iría a bus
se lo había dicho bastante claro, su jefe era alguien que parecía no tener sentimientos. Pero Rachel estaba dispuesta a ganar