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y quería ir al ba?o, pero una enorme puerta roja de metal la recibió, Taliana hiso sonar el claxon, no hubo respuesta. Le pareció extra?o no encontrar militares resguardando la entrada. - Aquí sucede
í?! ?Déjenme entrar! ?No
una patada a la puerta, el tacón de su bota se rompió.
el caos que había dentro; hay zombis por todos lados, persiguiendo o devorando victimas, los pocos soldados que quedan
que seria. ?Es hora de luchar, huir no soluciona nada – se dijo, a su vez que tomaba un fusil de un soldado muerto que se encontraba muy cerca de el
les apuntó con sus manos tembl
; ellos ya no obedecían órdenes de nadie, ellos ya no seguían la fila, ni le preguntan a la figura de autoridad qué hacer. Ahora, ellos luchaban o morían. Taliana a
es gritó a los demás zombis - ?Nunca! ?Pre
a. Taliana se secó las lágrima
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