Aida es una joven dulce e ingenua que ha vivido toda su vida creyendo que es de papel. Pero todo cambiará cuando el destino de una pelota que cae por su ventana se cruce en su camino, o mejor dicho cuando un joven audaz se cruce en su vida. Julián, un joven italiano, se siente intrigado por la misteriosa chica que siempre observa callada desde la ventana. Cuando descubre quién es la verdadera Aida, decide enseñarle que ella no es de papel. Él le enseñará el significado del amor, la risa, lo delicioso que puede ser comer un algodón de azúcar, la adrenalina de una montaña rusa. Le mostrará sensaciones que ella nunca hubiera descubierto por si misma. ¿Logrará el amor arrancar el papel de la piel de Aida? ¿O seguirá siendo prisionera de la terrible cárcel llamada: Mente?
Aida nació en enero del año 1996. Su madre era soltera, también valiente y demostró al
mundo entero su valentÃa criándola sola y sin ayuda de nadie. Con los ahorros de toda su vida
decidió comprar una casa de dos pisos con un balcón hermoso en el cual se podÃa apreciar la
belleza del pequeño parque que estaba justo enfrente. El piso de la casa era de madera color
vino, las paredes estaban tapizadas del mismo material, estaba construida con ladrillos de la
más alta calidad, tenÃa ventanas con barras de protección. Era un hogar especial para criar a un
bebé, pues estaba perfectamente equipado para que la pequeña Aida creciera fuerte y sana.
Sin embargo un dÃa sucedió algo extraño...
Aquel dÃa a la niña le fueron otorgados un par de brazos y manos de papel. Asà sin más, dejaron
de ser manos y brazos de carne y hueso para convertirse en papel. Cuando querÃa tomar algo
para jugar no se lo permitÃan porque al ser tan frágil podrÃa romperse.
-Voy a cuidarte. Mi pequeña -susurraba su madre al mecerla en el sillón del balcón de la
casa. Aida hizo un puchero mientras bebÃa leche. Una niña inocente que vivirÃa una vida de
sufrimiento porque poco a poco se convertirÃa en papel.
Al paso de los años la niña logró dar sus primeros pasos, pero su madre preocupada por su
andar le prohibió correr o subir a la bicicleta cuando sus piernas y pies se convirtieron en
papel. La niña ya no corrÃa y tampoco podÃa jugar con otros niños. Porque era tan frágil que
podrÃa romperse. La habitación de Aida era colorida, sus cuatro paredes se dividÃan en
secciones de la siguiente manera:
Pared número uno: Un collage de recortes de lugares a los que le gustarÃa viajar. Toda esa
información la encontró en un par de libros viejos y empolvados que encontró en el sótano de
la casa. Su madre la reprimió aquel dÃa porque con las tijeras pudo cortarse, por fortuna no
sucedió nada grave.
Pared número dos: Dibujos y pinturas de todo tipo realizadas por ella misma. Al estar todo el
tiempo en casa y al tener la mala suerte de ser una niña de papel le era permitido jugar
únicamente con pinturas, lienzo y brochas.
Pared número tres: FotografÃas de cada dÃa desde los ocho años de edad, ya que a esa edad su
madre le regaló la cámara instantánea cubierta de goma para que no se lastimara, ella amaba
utilizarla.
Pared número cuatro: La ventana que guiaba al balcón en el cual se sentÃa libre al ver personas
de carne y hueso cruzar las calles y juguetear en el parque que estaba en frente de casa.
Cada pared era importante para ella porque ahà registraba los acontecimientos de su vida.
Hubiera podido escribirlo en un cuaderno que guardaba debajo de la cama, pero si su madre lo
veÃa entonces era capaz de quitárselo porque al ser un objeto duro podÃa hacerle daño y
rasgarle la piel -Que en su caso era papel-. Al cumplir diez años escuchó balbuceos de niños
jugando provenientes del balcón de su habitación, ella se acercó para ver qué les ocasionaba
tanta felicidad. Al ver al montón de niños juguetear en el parque frente a su hogar anheló con
todo su ser poder ir con ellos. Entonces decidió pedirle a su madre permiso para salir a jugar.
-Si sales vas a lastimarte, porque eres de papel. Mira, incluso tus orejas y tus ojos se están
convirtiendo en papel -dijo su madre con preocupación.
La niña se encerró en el baño admirando su rostro en el espejo para comprobar que en efecto:
Sus ojos y orejas ya eran de papel. De esa manera dejó de ver televisión, no podÃa jugar con
niños de su edad y entonces entristeció. Aida se duchaba una vez cada dos meses, pero no lo
hacÃa sola porque de hacerlo podrÃa lastimarse. Por eso era su madre quien la bañaba con
toallas húmedas para evitar que algo malo pudiera pasarle. Solo se tenÃan la una a la otra, y
aunque la niña era amada por su madre, de vez en cuando deseaba ser como los niños que
veÃa a través del balcón para poder jugar y divertirse. Sin embargo le quedaba asumir los
hechos de la vida y ponerse a llorar cada noche en la oscuridad, entre las cálidas sábanas de su
cama, porque era el único lugar en el que no podrÃa romperse.
Convertirse en papel parece imposible, pero Aida lo vivió en carne propia, y yo voy a contarte
el resto de su historia...
¿Quién dijo que una gota de agua no puede arrebatarte la vida? Eliza nunca imaginó que solo bastaba una para asesinar a alguien, hasta que lo vio con sus propios ojos. Una repentina lluvia apareció en Vasgach un pequeño pueblo muy cerca de Canadá, arrebatándole lo único que le quedaba. Eliza se refugió en la tristeza al perder a su hermana, un trauma que no puede superar y un sinfÃn de emociones que la dejarán atrapada en el fondo del mar sin poder escapar. Un mundo lleno de magia, reyes, dioses y muerte se hará presente en su vida, al encontrarse con un misterioso chico que logra ganarse su confianza. Eliza Descubrirá su verdadero ser, su verdadero propósito, su verdadera identidad. Pero deseará no haberlo descubierto nunca. ¿Quién es Eliza realmente? ¿Te atreves a descifrar la profecÃa que se le viene encima?
Joelle pensó que podrÃa cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecÃa a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el dÃa en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difÃcil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el dÃa de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al dÃa siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenÃa muchos secretos. ¿DescubrirÃa Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabrÃa que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tÃo de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creÃa que era frÃo y temible. CorrÃa el rumor de que lo habÃan visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podrÃa conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnologÃa de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, habÃa ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vÃsperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increÃblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atreverÃa a quitármela?".
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenÃa mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿PodrÃa ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un prÃncipe, aunque tenÃa un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegÃtimo de una familia rica que vivÃa una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que habÃa escuchado sobre ella. El destino habÃa unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenÃa un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿DescubrirÃa que Janet se casó con él por su hermana? ¿SerÃa su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podÃa contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".