/0/10395/coverbig.jpg?v=1060b5c16d79a90951d3a36956e3cfc8)
Jennifer es una mujer que a vivido todo su matrimonio bajo un gran secreto. Negándose el derecho de ser feliz como castigo por su pecado. Sin embargo la vida le demostrará que de nada sirve el sacrificio cuando no hay amor. Y cuando su esposo le pida el divorcio dará paso al renacer de una mujer empoderada valiosa para muchos otros.
PROLOGO
¡Algunos secretos permanecen ocultos para siempre... ¿O no?
Sala de urgencias Hospital Central
(Sala de partos)
¡Doctor, la perdemos! – Doctor se nos va! – No hay signos vitales.
Se escucha decir angustiada a la enfermera de turno;
Desfibrilador, uno, dos, tres, ¡despejen!
Nuevamente, uno, dos, tres, ¡despejen!
La tensión cubre el cuarto de operaciones...
Solo se escucha un sonido intenso emitido por el monitor que muestra en su pantalla una línea recta, y la cual todos observan con la expectativa de que se vuelva a ver en ella las curvas lineales... lo cual no sucedió.
Pronto son sacados de sus suspensos por el llanto de un niño, quien trae consigo, la racionalidad a los presentes.
Hora de muerte: 11:40 p.m. afirma el médico, quien aún no asimila lo que ha pasado.
Como es posible que todo se halla complicado en cuestión de minutos, todo iba bien, ¿Como no percibimos esa falla cardiaca durante su ingreso? ¿Cómo no vieron su insuficiencia durante los controles prenatales?
¡De nada sirve lamentarnos doctor, ya pasó! Ahora debemos dar la noticia a sus familiares.
Por otro lado, en la sala de partos continua...
Tras una cirugía de emergencia, la ginecóloga logra conservar la vida de la madre, entre tanto el pediatra neonatal, mira a todos en silencio, al notar que el niño parece sin vida.
Rápidamente despejan una pequeña camilla, y el médico, da suaves masajes sobre el pequeño pecho del niño mientras una bomba manual de aire le transmite oxígeno, todo parece no funcionar.
Lo siento señora el niño nació muerto. Dice vencido el pediatra neonatal.
La madre, que yace en la cama débil, abraza su bebe muerto mientras solloza y lamenta su perdida, luego se desvanece lentamente, entre tanto la enfermera se lleva el niño.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
En la sala de espera
Señor lo lamento, su esposa sufrió un paro cardiaco, no pudimos salvarla.
El hombre grita desconsoladamente, mientras la enfermera continua, el niño permanece en cuidados neonatales...
"Ojalá se muera también, no quiero ese bastardo", interrumpe el hombre a la mujer. Quien queda estupefacta ante la actitud del hombre.
El la mira y dice, "no me mire así señora, ese niño no es mi hijo, solo quería ese bastardo por su mamá, sin ella viva, no me interesa el niño."
El médico que ha observado todo desde la distancia, se acerca al hombre y le dice, da igual, no hay muchas probabilidades de que el niño sobreviva; la enfermera mira al médico confundida y ambos se retiran.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Todos han hecho un juramento de confidencialidad, nadie aparte de los miembros de esta sala debe saber la verdad.
Una mujer sale de la sala de parto con un niño en brazos, luce feliz.
El personal encargado de la funeraria pasa con una camilla cubierta con una sábana blanca, debajo de ella yacen una madre y un niño, que tragedia, no pudieron sobrevivir.
Hace tres años, Avery quedó maltratada y sola por el hombre que más amaba, Dylan, pero ella completó valientemente la ceremonia de la boda mientras estaba embarazada. Tres años después, aunque estaban casados, con el tiempo se distanciaron. Avery se centró en su carrera y ya no creía tontamente en el amor. Pero su transformación instantáneamente hizo que Dylan entrara en pánico... ¿Y cuál es el secreto de hace 11 años que Avery siempre se ha mostrado reacia a revelar? *** "Fue a un bufete de abogados, se reunió con un abogado..." ¿Un abogado? ¿Avery está demandando a alguien? ¿OMS? ¿Existe algún litigio reciente contra la empresa? De repente, Dylan se rió entre dientes con frialdad: "¿A quién podría demandar? Soy el director ejecutivo de esta empresa. ¿Cómo es que ese asunto no me llega a mí primero?" La asistente tragó nerviosamente y habló en voz baja: "Señor, no hay ningún litigio contra la empresa. Se reunió con... un abogado de divorcios".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.