Julián Cazares es inteligente atractivo y arrogante, su vida esta rodeada de lujos, mujeres y dinero sucio, aunque esta obligado a guardar las apariencias y fingir que es el político respetable que todo el mundo cree que es, cuando en realidad podría ser el hombre más pecaminoso y perverso de todo México. Camila Olivares es una buena estudiante, pero debido a los problemas económicos de su familia se ve forzada a buscar la ayuda de Sofía, una chica de la cual se sospecha es una prostituta, y aprovechando la desesperación de Camila, Sofía la emplea como una participante en un juego perverso donde las mentes más perturbadas pueden comprar a quien sea y Camila deberá soportar los juegos que su comprador demande para ayudar a su familia, pero para su desgracia deberá jugar con el temible Julián Cazares
-¿Por qué no me besaste mientras hacíamos el amor?- dijo la sensual morena mientras enrollaba su figura desnuda en las finas sabanas de seda de la cama del hombre del cual ella parecía estar fascinada.
Se encontraban en la habitación de uno de los departamentos más lujosos de la Ciudad de México y por supuesto, este le pertenecía al soltero más codiciado de la ciudad, Julián Cazares, el diputado más justo e inteligente que la cámara legislativa había tenido en mucho tiempo o al menos eso se creía de él.
Había trabajado mucho para conseguir aquel puesto y claro está, que el público que más lo apoyaba era el femenino, no solo por su atractivo, según ellas, sino por su bondad, aunque realmente su campaña electoral había sido un teatro que había odiado hasta el último segundo, pero que al final había rendido sus frutos.
Uno de los beneficios de los cuales más disfrutaba, eran las fiestas desmedidas que los empresarios más adinerados del país realizaban con el propósito de darle un jugoso soborno, maletines llenos con varios miles de dólares para conseguir contratos jugosos con el gobierno de la ciudad, aunque por supuesto, Julián aprovechaba esos eventos para encontrar entre los invitados una buena "Distracción" amigas de una sola noche con las que "Jugaba" hasta el amanecer y vaya que se había divertido aquella noche.
La sensual morena se había parado no muy lejos de él, era la segunda esposa de un rico empresario dueño de una empresa constructora, le había dado una buena mordida para esconder evidencias sobre una investigación que se estaba llevando a cabo por causa de un par de muertes debido a una negligencia de su equipo de ingenieros; por supuesto Julián no había rechazado su pequeña donación, aunque no sin antes disfrutar del increíble cuerpo de la mujer que le había dedicado un par de miradas y un buen sexo express en el baño durante la fiesta, pero Julián no era de los hombres que se conformaban con eso, él deseaba mucho más y por esa razón aquella fabulosa mujer había llegado a su departamento de "Juegos"
Después de la noche que habían tenido, él ya no sentía el más mínimo interés por ella, así que mantenía la mirada fija fuera del ventanal de la sala de estar, mientras acomodaba su corbata en su lugar para ir a trabajar, los rayos del sol aparecerían sobre los edificios en cualquier momento y aunque él no era del tipo romántico, apreciaba la vista cada vez que visitaba ese sitio.
-Muñeca parece que estás confundida -dijo después de soltar un suspiro y ver su figura en el reflejo del vidrio, así que giro hacia ella con una expresión sería para después tomar la chaqueta de su traje azul marino. La mujer, un tanto desconcertada frunció el ceño, parecía no comprender a qué se refería Julián - yo jamás hago el amor con nadie, lo que tuvimos solo fue sexo.
-¿No fue especial para ti?- su voz aparentemente sonó perpleja e inocente, aunque probablemente no lo era. Creyendo que tal vez podría convencer a Julián de volver a la cama y no ir a trabajar se acercó a él con una mirada coqueta.
-¿Especial? ¡Por favor! ¿Es un chiste verdad?- soltó una pequeña carcajada al escuchar aquellas palabras, las mujeres siempre le habían parecido ingenuas y tontas por creer que por un poco de sexo ya eran dueñas de él y su corazón, patrañas en las que no creía.
-Sé que soy casada, pero eso puede arreglarse- le insinuó mientras poco a poco habría la sabana que había tomado de la cama de Julián para cubrirse. Esa chica tenía a penas 29 años de edad, las facciones de su rostro eran hermosas y su cuerpo, el cual ya había pasado por una sala de quirófano tenía curvas bastante pronunciadas que habían llamado, precisamente la atención de Julián, pero a pesar de que la mujer dejo caer la sabana- me estuviste buscando toda la noche, dijiste que estabas muy interesado en mí.
-Efectivamente-dijo en cierto tono burlón- estaba interesado en ti, pero ahora no, así que tapate y vístete, en un par de horas alguien vendrá a limpiar, no quiero que alguien te vea aquí.
Julián miró el reloj en su muñeca que hacía unos minutos se había puesto sobre su muñeca, para verificar el tiempo que tenía para trasladarse a su oficina, aún tenía un par de minutos, pero no pensaba desperdiciarlo con ella.
-Ahora me doy cuenta de que todos los rumores sobre ti son totalmente ciertos -soltó como si aquellas palabras tuvieran el poder de herirlo, era cierto que había rumores sobre Julián, sobre el cómo utilizaba a las mujeres y siempre obtenía lo que quería, sexo, pero ninguna de ellas era lo suficientemente audaz como para atarlo al matrimonio o mínimo una relación a corto plazo.
-No eres más que un imbécil que solo vale una noche porque dudo que realmente seas un hombre-expreso aquella chica mientras subía los peldaños para poder ir a la habitación, tomar su ropa e irse-incluso que tengas corazón.
-¿Acaso eso te importo para acostarte conmigo?-él le dedico una sonrisa perversa-no eres más que una zorra, por esa razón, para mí las mujeres no son más que un juguete sexual que puedo desechar.
-¿Así que solo somos un juguete?- tomo la mano de Julián para que la palma de su mano tocara su pecho desnudo- el día que menos lo esperes, una mujer aparecerá en tu vida y te arrebatara el corazón, pero ¿Sabes que será lo más satisfactorio para mí?
-Verte suplicar por el amor de uno de tus juguetes-le reveló con una sonrisa arrogante.
-Estaré esperando ese día- la reto, aunque sabia que en el mundo no había nadie para él, pues esa chica que le había arrebatado el corazón estaba dos metros bajo tierra y a menos de que un milagro se la devolviera, no había forma de que su corazón volviera a sentir algo por alguien, ademas a esas alturas de su vida, no quería volver a sentir ese tipo de sentimiento. ¿De qué servía?
Julián pensaba que el amor era una perdida de tiempo y más que nada dolor o al menos así había sido para él. Se había dado cuenta de que el amor no era más que una debilidad, sobre todo en los «negocios» no puedes confiar en nada ni nadie, ni mucho menos en las mujeres.
Las manos de la morena jalaron el cuello de Julián para corresponder a un beso apasionado que volvió a encender esa llama pasional entre los dos. Esa acción tan impulsiva, le hizo entender a Julián que tal y como lo había pensado, esa mujer era como todas las zorras que habían caído en sus redes, despreciable e hipócrita, pero ya que nunca volvía a repetir a ninguno de sus juguetes sexuales, no tenía problemas con eso mientras tuvieran un buen culo que saciara su más pecaminosa necesidad.
Sus manos recorrieron las curvas de sus caderas hasta llegar a sus glúteos voluminosos que le hicieron caer en tentación de nuevo, los masajeo suavemente y le azoto una buena nalgada. La piel de la chica se erizó bajo la palma de su mano, le fascinaba, le excitaba e incitaba a volver a probarla antes de partir.
Su mano viajó hasta su vientre y sus dedos bajaron lentamente hasta encontrar su sexo completamente depilado, era tan suave y delicado. Cuando la mujer lo sintió tentando con delicadeza, gimió al momento de rozar su dedo sobre la superficie de su flor sexual.
Julián la alzó y la llevo hasta un sofá dejándola ferozmente para tomar sus piernas y abrirlas para él. Ella lo anhelaba y su mirada le suplicaba que la tomara y Julián no lo dudo ni un instante, deseaba poseerla, penetrarla, hacerle saber que ella se había convertido en una zorra más en su lista, un simple juguete, pero debia irse.
El trabajo, antes que nada era lo más importante y no le agradaba llegar tarde.
Observo el reloj de su muñeca, tenía cinco minutos, no desperdicio el tiempo en pequeñeces, la tomó de los glúteos para acercarla un poco más hacia él, después subió sus piernas a sus hombros para observar en todo en su esplendor la lubricación que le había generado un simple roce sobre su clítoris. Se acomodó y acerco sus labios para lamer sobre la cima, la punta de su clítoris, ella se arqueó, mientras él pasaba su lengua delicadamente, al principio con suavidad, probando el sabor de su lubricación para después lamer un poco más fuerte.
¡Sí!
Ella era suya y su cuerpo se lo gritaba en cada gemido y a él le enloquecía ese sonido mientras su lengua bailaba sobre su sexo, sin embargo, aquel acto de poder sobre la debilidad femenina fue interrumpido por el reloj de su muñeca, eran la siete en punto.
Repentinamente, Julián se alejó y observó que ella se levantó confundida.
-¿A dónde vas?- reclamó llevando su mano hacia su vagina húmeda, la acaricio con suavidad y deseo, invitándolo a seguir.
-Al trabajo, nena- explicó al momento que anudaba su corbata azul.
-¿No quieres terminar lo que empezaste?- cuestionó en un tono seductor sin dejar de tocarse para el placer de Julián y el suyo.
-¿Quieres que llegue tarde al trabajo por estar cogiéndote?-cuestiono Julián en burla- nena, tengo mejores cosas que hacer.
La excitada mujer frunció el ceño y alejo su mano de su sexo, se levantó y enseguida busco sus bragas. Julián la observo con placer y al alzar la vista, las vio encima de la lámpara de la cama, eran rojas y sensuales.
Después de unos segundos, ella vio su ropa interior y rápidamente las tomó, se las puso sin dejar de dirigirle una mirada feroz, eso le agradaba a Julián.
-Estúpido- le dijo al pasar cerca de él. Esa era la frase que todas sus zorras le decían al amanecer, les gustaba jugar con él, pero no sabían quién era realmente y no conocían al monstruo que él escondía debajo de su ropa elegante y su imagen de un buen político
Romy, hija de una de las dos familias más poderosas de Verona, regresa a la ciudad que la vio nacer después de terminar la universidad con la intención de tomar un año sabático antes de hacerse de un empleo. Al llegar descubre que la situación que vive su familia no es del todo favorable, ya que hay disturbios y caos ocasionados por la familia Carusso. Romy quiere averiguar que es lo que ha incitado el pleito en esta ocasión, descubriendo que no es la única que desea terminar con el conflicto. Julius es el hijo del enemigo de su padre, un Carusso, pero él jura que sus intenciones son más que buenas, él busca unificar ambas familias antes de que el conflicto termine en una tragedia. Mensajes secretos y encuentros a escondidas terminan por enamorarlos tal como si fueran Romeo y Julieta, una pareja que murió por amor y la cual puede estar bastante conectada a Romy y Julius, solo que no saben si su destino será igual o peor que el de ellos.
Pelirroja, hermosa, inteligente e inocente. Abigail es eso y tal vez mucho mas. Descubrirá su sensualidad regresando al lugar del que habia huido, su peor pesadilla, su hogar. Joseph Grosvernor, es un hombre de veintiocho años de edad, alto, atractivo y por supuesto heredero de toda la fortuna y las empresas Grosvernor. Al ser educado con la idea de conseguir todo lo que desea es irresistible para él no tomar lo más prohibido que alguna vez se le presento en su vida. Y lo que quiere es mantener a cualquier hombre alejado de lo más preciado para él, Abigaíl. Sabiendo que Abigail es su pequeña e indefensa hermanastra no se resiste a los sentimientos que guardo durante varios años al verla de nuevo.
El bosque de Grave Hills es un lugar pacífico, regido por viejas costumbres qué han llevado a Tessa a considerar qué ese es el lugar más aburrido de la tierra, pero todo cambia la noche en que su padre, un veterano de guerra qué sufre regresiones postraumáticas, vuelve del bosque con el cuerpo de una chica en sus brazos. Desde ese momento, Tessa tratará de averiguar la verdad que hay detrás de lo ocurrido, porque ella sabe que su padre es inocente de la muerte de la chica más popular de la escuela. Es entonces que se ve obligada a entrar en el mundo de lo desconocido e incluso lo sobrenatural para poder hallar al culpable.
Ella cree qué los ricos son unos odiosos, pero debe trabajar para uno. Él piensa que puede tener a toda chica que él desee porque es un rico heredero. Una noche de copas podría cambiar la percepción que uno tiene del otro y por supuesto, despertar sentimientos que ninguno creyó sentir por el otro. Aidan está a punto de casarse, por lo que decide festejar su compromiso con lo mejor que el dinero puede comprar, pero durante la celebración se ve involucrada una sirvienta. Ciara está ahí por culpa de muchas situaciones, pero no esperaba que la obligaran a beber por diversión. El asunto se sale de control cuando ambos rozan sus labios, la sensación es increíble por lo que se dejan llevar por el momento y la pasión. Al día siguiente, al despertar, ambos se dan cuenta de que pasaron la noche juntos y peor aún lo disfrutaron. Mientras los días transcurren, Aidan y Ciara tratan de olvidar el incidente, pero es imposible para ellos controlar el deseo que sienten uno por el otro, sobre todo porque se ven la cara todos los días. Después de que un joven le presta atención a Ciara, Aidan no podrá evitar sentir lo que estaba tratando de evitar, pero su próxima boda, su familia y sus círculos sociales serán un impedimento que le prohíben tener un romance con Ciara, aunque dicen que lo que es prohibido tiene el mejor sabor.
Helena Hamilton es una chica tierna e inteligente. Sin embargo odia la vida social a la que está sujeta por ser hija de un conde. Aprender a tocar instrumentos musicales, hablar otros idiomas, asistir a bailes es la tortura de cada día. La llegada de una carta puede empeorar su situación, el rey busca esposa y la elegida puede ser su hermana, Jane. Ella es más hermosa, más refinada y educada, sin embargo el rey tiene en mente otros planes. Él busca una mujer que sea digna de ocupar el puesto de una buena reina que sea capaz de sonreír con sinceridad en vez de una sonrisa forzada. Helena es elegida, pero con su nuevo título puede sacar a la luz las envidias, resentimientos y nuevos enemigos. Poco a poco comienza a sentir algo por el hombre que duerme con ella, pero tiene miedo de rebelar sus emociones sabiendo que su matrimonio fue arreglado y que ninguno de los dos sentía algo el uno por el otro.
Scarlett O'Donnel, la joven más bella, caprichosa y egoísta de la región. Ella suspira por el amor de Brandon, pero él está comprometido con su amiga, la dulce y bondadosa Melanie. En la última fiesta antes de que vuelvan al cuartel militar, Scarlett conoce al cínico y apuesto Rhett Bucker, un militar arrogante y aventurero, que lo único que desea es conquistar a Scarlett.
Todo comenzó cuando ella pilló a su prometido poniéndole los cuernos con su hermana. La vida de Yvonne cambió completamente después de aquella noche desgarradora. Con el corazón roto, se emborrachó y entró en la habitación equivocada. Se entregó a un hombre desconocido. Peor aún, su padre la repudió porque quedó embarazada fuera del matrimonio; sin tener otra opción, se fue al extranjero con la determinación de tener éxito y vengarse. Seis años más tarde, regresó al país como una exitosa doctora y madre de un niño genio. A la tierna edad de seis años, Aiden ya era uno de los mejores hackers del mundo. Obtuvo la lista de los solteros más elegibles de la ciudad. Un día, le preguntó a su madre: "Mami, puedo ayudarte a encontrar un novio. ¿Qué tipo de hombre te gusta?". Yvonne, que no tenía interés en los hombres, sólo fingió pensarlo. Antes de que pudiera responder, un hombre dijo: "Aiden, soy tu padre. ¿Por qué estás contra mí?". ¡Y así, la misión de reunir a sus padres comenzó oficialmente!
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Imagínese casarse con un hombre pobre y descubrir que en realidad es multimillonario. Katherine no sabía qué esperar después de que su novio la abandonó, pero se casó con otro hombre al día siguiente. Su marido, Esteban, era guapo, pero ella pensó que su vida matrimonial no sería nada especial. Fue una sorpresa para ella descubrir que Esteban era en realidad muy pegajoso. Curiosamente, todos los problemas que enfrentó después del matrimonio se resolvieron con facilidad. Muchas coincidencias ocurrieron a su alrededor. Sospechosa, ella le preguntó: "Esteban, ¿qué está pasando aquí?". Encogiéndose de hombros, este respondió: "Tal vez la suerte esté de tu lado". Katherine lo creyó. Después de todo, se había casado con Esteban cuando él estaba al borde de la quiebra. Ella era el sostén de la familia. Continuaron viviendo una vida sencilla como pareja. Entonces, nada había preparado a Katherine para el shock que recibió un día. ¡Su marido tenía otra identidad! No podía creer que en realidad estuviera casada con el hombre más rico del mundo. Mientras ella todavía procesaba el shock, Esteban la abrazó y sonrió. "La suerte está siempre de tu lado". Katherine tenía un millón de preguntas para él.
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".
El mayor arrepentimiento de Valerie es que aceptó trabajar como secretaria personal de Edwin. Resultó que la lealtad no significaba nada para él. Cuando se cansó de ella después de todo lo que ella había hecho por él durante los últimos cinco años, la transfirió a una sucursal sin pestañear. Se dijo que el trabajo en la sucursal era más difícil. Sin embargo, Valerie se regocijaba en cada momento. Estaba feliz de haber finalmente deshecho de ese malapata. Lejos de su jefe desagradable, la vida de Valerie ha experimentado muchos cambios: un chico guapo la invitó a salir. Mientras tanto, descubrió que su padre era un multimillonario moribundo. Solo tuvo que asentir con la cabeza para heredar su fortuna. Mientras Valerie disfrutaba de su nueva vida, sus caminos se cruzaron unos días después durante un cóctel. Edwin, que estaba tan absorto en sí mismo, se burló: "Veo que todavía no te has recuperado. Incluso me seguiste a esa fiesta. ¿Cómo puedes ser tan obstinada?". Valerie se rio de eso y chasqueó la lengua. "Hola, Edwin. No recuerdo haberte invitado aquí". "¿Qué estás diciendo? Oh, veo que la angustia ha afectado tu cerebro. Debes ir a ver al médico", replicó Edwin con una sonrisa irónica.
Todo el mundo esperaba con impaciencia que Rhett se divorciara de Jillian para poder estar con su amor de la infancia. Pero cuando él por fin convocó una rueda de prensa, no fue para anunciar su divorcio, sino para presentar con orgullo al público a su hijo recién nacido. "Ha habido rumores de que mi mujer y yo nos estamos separando. Estoy aquí para aclarar las cosas de una vez por todas. Estamos felices y enamorados, y recientemente hemos sido bendecidos con nuestro angelito".