Soren Darkwood (Fenris) el Alfa de la Manada de la Luna Plateada, es uno de los tres lobos milenarios que existen en el mundo, Sangre Pura Real los últimos que quedaban del linaje ancestral de los Darkwood, llamados La Trinidad de los Lobos. Solo alguien muy fuerte puede tener un lobo milenario como Fenris y solo su alma gemela puede despertar todo el poder de un lobo milenario, dones que solo son otorgados a los lobos de este linaje. Soren lleva siglos buscando a su pareja, pero duda que la madre Luna le otorgue esa bendición, cada siglo que pasa se hunde más en el oscuro pasaje de los alfas sin pareja, donde se dejan los sentimientos y se convierten solo en seres gobernados por los instintos del lobo, solo su mate puede restablecer el balance entre la oscuridad y la luz. Qué pasará cuando este alfa encuentre su Luz de forma inesperada y tenga que utilizar todo su poder para mantenerla a salvo, incluso de ella misma. Su luna, su mate, su compañera esconde un secreto que traerá consigo el cambio de la historia de los lobos.
La quietud del claro en el bosque se vio interrumpida por el susurro de hojas que anunciaba la llegada del Alfa a la asamblea. La Manada de la Luna Plateada, bañada por el resplandor de la luna, se congregaba en silencio, un mar de pelajes plateados y miradas fijas en el líder que pronto emergería.
Soren Darkwood (Fenris), el Alfa, caminaba con una gracia inigualable para su gran tamaño, hacia el claro central. Su pelaje oscuro como la noche resplandecía bajo la luz de la luna, sus ojos ámbar centelleaban con una intensidad que revelaba una mezcla única de determinación, peligro y fuerza. Cada paso de Soren era firme y calculado, como si llevara consigo el peso de una responsabilidad que trascendía el mero liderazgo. Su presencia imponente era acompañada por la figura del beta, su leal amigo y confidente, Adrien Nightshade (Vorago). Juntos, formaban un dúo inseparable que trascendía las jerarquías y la estructura misma de la manada.
Adrien (Vorago), con su pelaje moteado que reflejaba destellos plateados bajo la luz de la luna, seguía los pasos del Alfa con una gracia natural. Sus ojos, de un azul profundo como los cielos estrellados, irradiaban lealtad y confianza hacia su líder, reflejando la misma intensidad y determinación que Soren.
Ambos lobos se movían en armonía, una sincronización nacida de siglos de amistad. Cada gesto, cada mirada significativa, hablaba de una conexión que trascendía las palabras. La relación entre Soren y Adrien era un ejemplo de la fortaleza de los lazos en la manada, demostrando que la amistad podía florecer incluso en los niveles más bajos de la jerarquía.
Adrien era un huérfano que había sido encontrado en los límites de la manada hacía ya más de dos siglos, fue acogido por la madre de Soren, Elena que fue una de las últimas Omegas que habían nacido. Para algunos lo peor que le podía pasar a un lobo era no tener historia y por ello siempre lo habían marginado y despreciado, esto siempre molestó a Soren ya que lo consideraba uno más de sus hermanos y siempre se enfrentaba a todo aquel que trataba de humillar a su amigo. Soren siempre dijo que Adrien iba a ser su beta y al que no le gustara que hablara con Fenris jajajaja. Su lobo milenario no soportaba la cercanía de nadie solo de su familia y la Adrien, el resto del tiempo estaba pensando en cómo despellejar y descuartizar a los que lo molestaban. No por mucho tiempo tuvo que defender a Adrien, ya que a medida que crecía se hacía más fuerte, cuando surgió su lobo Vorago, no era milenario como los de los alfas de la familia Darkwood , pero si tenía una agudeza mental superior a la de la media, se ganó a fuerza el respeto de todos en la manada, cuando asumió el cargo de Beta todos en la manada dieron su aprobación con entusiasmo.
La Manada de la Luna Plateada, reconocida por su armonía con la naturaleza, su compromiso con la justicia y su inigualable ferocidad aguardaba en completo silencio. El respeto hacia su líder se reflejaba en la postura atenta de los lobos congregados. Soren, con su presencia imponente, emanaba una autoridad que no necesitaba ser proclamada; Estaba impresa en cada músculo, en cada gesto, en cada mirada.
Los rumores sobre Fenris, como se le conocí a su lobo, viajaban entre los susurros del bosque. Hablaban de un líder frío, peligroso y calculador, un estratega astuto que manejaba los desafíos de la manada con una determinación que, para algunos, rayaba en lo implacable. Sin embargo, su manada conocía otro aspecto de su personalidad, uno en el que la lealtad y la protección se fundaban en una dedicación feroz.
El claro se llenó de una expectativa solemne cuando Soren tomó su lugar en el centro, a su lado estaba Adrien su beta y Demian su delta, respaldados por sus soldados de mayor confianza, su mirada recorría a cada miembro de su manada con una intensidad que transmitía respeto y compromiso. En ese momento, la atmósfera del bosque se cargó de una energía tensa y reverencial, impregnada por la imponente presencia del Alfa. Todos comenzaron a recuperar su forma humana para comenzar la Asamblea.
Mientras todos se colocaban las ropas que se habían dispuesto en los cestos alrededor del claro, Soren miraba a su manada con ojo crítico no le gustaban los errores, ni las faltas de respeto, en su manada todo tenía un orden, cada miembro tenía sus obligaciones y cuando no las cumplían eran severamente castigados y cuando la falta lo ameritaba eran expulsados de los terrenos de la manada o sentenciados a muerte. Pero lo que nunca espero fue la traición de uno de los suyos por simple codicia. Poco a poco todos iban tomando su lugar y esperaban expectantes las palabras de su Alfa.
Nadie ponía en peligro a los que estaban a su cargo y menos a los cachorros, pero sobre todo no se traicionaba a la manada - pensó Soren con ira contenida. Y Fenris solo gruñó en aprobación.
- Manada Luna Plateada- dijo Soren, con voz fuerte e implacable que hasta el susurrar del bosque desapareció.
- Hoy estamos reunidos para aplicar la sentencia por traición, algo que nunca pensé que tendría que aplicar en esta manda - En la voz de Soren se escuchaba la decepción, la ira contenida y las ansias de venganza.
- Estos lobos, decidieron que la riqueza era más importante que proteger a su manada, pero sobre todo más importante que velar por la seguridad de los cachorros - Para Soren esto era algo inconcebible ¿Cómo habían podido arriesgar a los lobeznos? Eran el bien más preciado de una manda, sobre todo en estos momentos cuando había muy pocos. Desde que las Omegas se habían extinguido hacía más de un siglo, los nacimientos se habían reducido de forma alarmante, ahora solo las betas podían procrear, pero era muy difícil, pocas lograban llevar a buen término el embarazo, pues muchas sufrían de abortos espontáneos.
-Desgraciados, los voy a desangrar - dijo Fenris con odio en la mente de Soren que no hacía más que intentar tomar el control.
Los soldados trajeron a los tres lobos que los habían traicionado, hechos una maraña de golpes y heridas, pero todavía vivos, algo que mi pronto iba a cambiar. Era difícil matar a un hombre lobo ya que se recuperaban muy rápido de las heridas normales, solo las hechas con plata pura eran capaces de crear un daño real, aunque para eso también tenías que lograr estar lo suficientemente cerca para poder hacerlo ya que con los sentidos agudizados, la fuerza sobrenatural y el entrenamiento que tenían desde pequeños no era tarea fácil, pero este no era el caso ya que no estaban en una lucha sino en un juicio donde la ley que primaba era la del Alfa y un lobo normal no era nada para un Alfa y menos uno milenario como Fenris.
-Ustedes lobos despreciables- decía Soren con voz gutural que mostraba la presencia de Fenris a flor de piel, solo no había tomado el control por el extremo dominio de Soren sobre su lobo., aunque estaba muy cerca de perderlo al mirar a estos desgraciados
- Fueron los culpables de permitir la entrada de lobos renegados a los terrenos de la manda y como si eso no fuera suficiente lo hicieron sabiendo que venían a por los cachorros , den gracias a la madre Luna que no perdimos a ninguno gracias a la valentía de los gemelos– dijo con tono de enojo y rabia Soren mientras se les acercaba y tomaba del cuello al cabecilla del grupo apretando sin ninguna restricción haciendo que los ojos casi se salieran de las cuencas y comenzara a convulsionar por la falta de aire, soltándolo cuando ya casi había dejado de respirar tirándole al suelo fangoso de la lluvia.
-Unos lobos- Retomo el discurso volteando hacia toda la manda- Que pensé que cumplían con los requisitos para poder desempeñar un papel tan importante como el de cuidar nuestro territorio y a nuestra manda, pero sobre todo a Los cachorros- la furia se había apoderado del cuerpo de Soren por completo, Fenris estaba a punto de tomar el control, quería destrozar a los culpables que habían puesto a la manada en tan grave peligro. Y cuando el lobo tomaba el control la sangre corría sin cesar hasta que se apaciguara a la bestia y todos los culpables fueran destrozados.
.... Ese día en la mañana....
Hola CHIQUIS, quiero darles las gracias si estan leyendo esta histroria. Les cuento que es mi primer libro, por favor no sean muy malos conmigo jajaja. Solo lo hago porque me encanta leer estas historias y quise darme la oportunidad de poder crear una😊🤞. Para nada soy profesional ni me dedico a esto, pero quisiera hacer algo lindo que les guste y les haga volar la imaginación, que los saque un ratito de la vida real y los problemas que a veces tenemos y nos agobian, que esta pequeña historia pueda ayudarlos como un escape de la realidad 💖. Espero que les guste el primer capítulo y que me digan su opinón a ver como seguimos esta linda historia. BESITOS A TODOS 😘😘😘😘😉🤞
Adéntrate en las oscuras callejuelas y rincones olvidados de la capital uruguaya con este intrigante compendio de relatos sobrenaturales. En " Terrores en las Sombras de Montevideo," descubre el lado oculto de la ciudad que solo unos pocos se atreven a explorar. Desde antiguos edificios con historias que susurran en cada piedra hasta parques silenciosos que guardan secretos oscuros, cada relato sumerge al lector en un mundo donde lo paranormal y lo cotidiano convergen de manera escalofriante.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Ariana Ortega había tomado una decisión valiente y solitaria: tener un hijo. A sus treinta y dos años, con una carrera en ascenso y sin intenciones de un compromiso amoroso, optó por un método no convencional: una agencia que le aseguraba privacidad y confidencialidad en todo el proceso. Aquel noviembre, una noche de lluvia la llevó a una habitación discreta de un bar, donde había sido acordado el encuentro. Su corazón latía con mezcla de emoción y nerviosismo, sin saber que el hombre al otro lado de la puerta cambiaría su vida para siempre. Daniel Montenegro, el imponente CEO de uno de los conglomerados empresariales más poderosos del país, había escapado momentáneamente de la abrumadora presión de su vida, buscando refugio en la discreción de un rincón alejado. Pero esa noche algo extraño ocurrió: alguien había manipulado sus bebidas, dejándolo en un estado de vulnerabilidad que él jamás permitiría. Con recuerdos vagos y confusos de lo sucedido, despierta a la mañana siguiente sin memoria de la mujer con la que compartió aquella íntima velada. La vida de ambos continúa por caminos separados, hasta que meses después, Ariana se ve en la necesidad de aceptar un puesto de secretaria para mantener su independencia económica. Y, para su sorpresa, su nuevo jefe no es otro que Daniel Montenegro, el CEO inaccesible, temido y respetado por todos. En el silencio de su oficina, mientras observa su rostro y su semblante, Ariana empieza a notar una inquietante coincidencia: su hijo, que llegará justo en Navidad, parece llevar en su rostro los mismos rasgos que su jefe. ¿Qué sucederá cuando la verdad comience a salir a la luz? ¿Podrá Ariana mantener su secreto mientras la cercanía con Daniel crece día a día? Y, cuando él descubra los recuerdos que esa noche le negó, ¿será capaz de perdonarse por el destino al que la sometió sin saberlo? Una historia de redención, amor y segundas oportunidades, donde el poder y la vulnerabilidad se entrelazan en la víspera de la Navidad.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Helen en su cumpleaños número 21 que decide ir a pasar y festejar en Roma cae en la Mira de Jonás Lombardi un peligroso mercenario, en toda Roma y en su inocencia solamente hay una persona que puede proteger a la heredera del rey de la mafia James Campbell y el Peligroso Líder de la Mafia Italiana, Maximus Albani, en su desespero de tener a su familia alejada del peligro Helen acepta convertirse en la amante del mafioso.
Eden McBride pasó toda su vida siguiendo las pautas de la sociedad. Pero cuando su prometido la dejó un mes antes de su boda, Eden deja de seguir las reglas. Una furia insaciable es justo lo que recomienda el médico para su corazón roto. No, en realidad no era así. Sin embargo, era lo que necesitaba Eden. Liam Anderson, el heredero de la empresa de logística más grande de Rock Union, era el tipo perfecto. Apodado el Príncipe de los Tres Meses porque nunca estaba con la misma chica por más de tres meses, Liam había tenido una buena cantidad de aventuras de una noche y no espera que Eden sea nada más que eso. Cuando se despertó y la encontró con su camisa de mezclilla favorita, Liam comenzó a estar irritado, pero extrañamente intrigado. Ninguna mujer había abandonado su cama voluntariamente ni le había robado. Eden había hecho ambas cosas. Necesitaba encontrarla y arreglar las cuentas. Pero en una ciudad de más de cinco millones de habitantes, encontrar a una persona era como buscar una aguja en un paja. No se vieron hasta que el destino los volvió a reunir dos años después. Eden ya no era la chica ingenua que era cuando saltó a la cama de Liam; en ese momento tenía un secreto que proteger a toda costa. Liam estaba decidido a conseguir todo lo que Eden le robó, y no fue solo su camisa.