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Lauren sufrió mucho por la muerte de su esposo Jeremy, a quien amaba con todo su corazón. Semanas después de su entierro, él apareció con vida, Lauren estaba feliz, creyó que todo volvería a ser como antes, ella no esperaba la gran decepción que él le causaría, porque Jeremy regresó distinto, ya no era el hombre dulce y cariñoso de antes, la rechazó, la abandonó y reanudó la relación con su antigua novia, Bridget Smith.
Lauren tenía los ojos hinchados de tanto llorar, entró a la lujosa funeraria donde tenían a su esposo que había muerto. Su corazón se encogió cuando percibió el aroma de las flores que vestían cada rincón de aquel lugar; al observar el ataúd al fondo de la sala sintió que un gran abismo se abría en su pecho y un fuerte sentimiento de negación la invadió con fuerza.
"Jeremy."
Aún no había asimilado que él estaba muerto, sus ojos se llenaron de lágrimas. Caminó hacia el ataúd. Su hermana Sasha iba con ella.
La sala estaba llena de gente del círculo social de la la familia Remington, todos observaban a Lauren como si se tratara de una atracción de circo, pues se había regado la voz por toda la ciudad que Jeremy en un arranque de locura se había casado con una joven sirvienta, dejando a su prometida de años plantada casi en el altar, pues Bridget, una hermosa heredera de la familia Smith, ya tenía listo el ajuar de la novia, las invitaciones para la boda estaban por repartirse en pocas semanas.
Megan la hermana de Jeremy se percató de la presencia de Lauren y dijo a su familia, incluyendo al abuelo Henrry, quien odiaba a Lauren y la culpaba por la muerte de Jeremy.
-Miren quién llegó, ¿cómo se atreve esa sirvienta a aparecerse por aquí? Qué vergüenza.
Ethan, el primo de Jeremy su Respondió:
-Era su esposa, es evidente que vendría.
Megan se acercó a Lauren y con arrogancia le dijo:
-¿Cómo se atreve a venir a este lugar? no tiene nada que hacer aquí, váyase por donde vino.
Lauren se sintió un tanto peor de lo que ya estaba.
-Tengo derecho de asistir al funeral de mi esposo, así que apártate de mi camino si no quiere que haga un escándalo.
Alan Remington, quién también era primo de Jeremy además de ser su mejor amigo, se acercó a ellas y le dijo a Megan:
-Basta Megan, este no es lugar para que le hagas reproches a Lauren.
-¿Estás defendiendo esta cazafortunas? -Alan tenía serio el rostro.
-Por favor Megan, todos estamos de luto, parece que no te importara la muerte de tu hermano.
-Por supuesto que sí me importa, esta mujer tiene la culpa, fue después de que se casó con ella que la desgracia llegó.
-Mejor ve con el abuelo.
Megan le hizo caso, después Alan le dijo a Lauren:
-Quédate tranquila, mi prima volverá a molestar.
-Gracias Alan. -Él la miró fijamente.
-Usted no es santo de mi devoción, pero quizás sí tiene derecho de estar aquí con él.
Después de decir esas palabras cargadas de reproche, se dio vuelta y se marchó de regreso y se sentó junto al abuelo.
Sasha, quién le tenía mucho miedo de la familia con una voz pusilánime le dijo:
-Mejor vámonos Lauren, antes que nos echen.
-Tengo que verlo.
-Pero sabes que no puedes, su cuerpo está... calcinado.
-Necesito quedarme aquí a su lado y llorar en su ataúd.
***
Fabrizio Murrié es hijo bastardo de un magnate de la industria del chóclate en Estados Unidos. Desde niño Fabrizio ha tenido que soportar las humillaciones de la esposa de su padre y de sus hijos legítimos, además que presenció muchas veces el sufrimiento de su madre por ser la otra. Fabrizio creció lleno de rencor contra su padre y sus hermanos mayores, y desea poder algún día vengarse de ellos y hacerles pagar las lágrimas que su madre derramó por tantas humillaciones. Cuando el padre de Fabrizio y su heredero mueren en un accidente, a los Murrié no les queda de otra que dejar que Fabrizio sea el heredero de la receta, pues el otro está muerto, y ya no quedan hijos del difunto solteros, solo el bastardo. Ahora Fabrizio tiene la oportunidad de vengarse de la familia de su padre.
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Fue engañada vil mente por su prometido y su hermanastra. Por lo que se vio obligada a contraer matrimonio forzado con el prometido de su hermanastra, a quien su hermana había rechazado porque estaba atado de por vida en una silla de ruedas de por vida. -No tuve más remedio que aceptar ser su sustituta porque ella está enamorada y embarazada de mi actual ex prometido y no quiere casarse contigo -dijo ella, mientras que el hombre en silla de ruedas se limitó a mirarla con el rostro desprovisto de cualquier emoción. -Supongo que no tengo opción -dijo el hombre fríamente. Cogió un expediente y se lo deslizó sobre la mesa. Ella sacó el documento y se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que era un contrato.
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