Sandra una chica común y corriente que vivía en París, con tan solo 20 años quiere rehacer su vida lejos de su familia para dedicarse y estudiar lo que más anhelaba en ese entonces la facultad de ciencias de lenguaje, para poder ser reportera, trabajar en hoteles, pero ese mismo día en que se mudó conoció a Santiago, un hombre lobo, que ha buscado su Luna desde hace más de 5 siglos, pero algo que no sabía Sandra es que ella siempre fue suya. Desde niña ella conocía a Santiago, pero él siempre tuvo su espacio para no alterarla, ya que es un mundo donde ella jamás pensó que iba a ser parte, con tan solo verla con alguien más lo mataba, pero ya n pudo más cuando ella se muda a Nueva York, su territorio, donde su manada se encontraba y donde ella iba a ser solo suya, pero todo cambia cuando Sandra conoce a Jay un vampiro, ella tendrá que elegir, entre Jay y Santiago. Pero por amor a Sandra el tendrá que elegir si dejarla ir o retenerla con él a pesar de que sabe que no lo ama. -No entendiste cuando te dije que solo eres mía, dice mientras recibo una nalgada -Solo es un amigo- contesto como puedo, el aire me falta y siento que esto no acabara bien -No me contestes, ere MIA, entendiste, y ahora te enseñare a quien le perteneces-escucho su ziper bajar, entonces es cuando se que mi castigo apenas empieza.
Por fin mi nuevo hogar en Nueva York, me he tenido que mudar para seguir preparándome, ya que estudiare en la facultad de ciencias de lenguaje, me gustaría ser reportera estar en los últimos detalles de la fama y ser yo quien los reporte, desde que era pequeña me gustaba saber y conocer mi alrededor, donde me vestía como una periodista, me tuve que ir de París capital de Francia; mi departamento es de un tamaño relativamente normal con dos habitaciones, una cocina con lo indispensable, estufa, microondas, alacena, refrigerador y un lavabo, la sala era de dos piezas uno de forma de L y un silló
n individual, la terraza es lo que más me gusta ya que da la vista a los rasca cielos de los edificios.
Mi nombre es SandraFeraud Ferrec con tan solo 20 años, mis padres viven en París con mis dos hermanos, JavierFeraud Ferrec de 15 años que hoy en día está estudiando la preparatoria en la International High School Paris y LorenaFeraud Ferrecde 22 años que ya está titulada en el Instituto Marangoni, cosas de moda y esas cosas, la verdad estaba cansada de vivir ahí y cuando me aceptaron en la universidad no dude ningún segundo tomando el primer vuelo, mis amigos al momento de enterarse me apoyaron en la decisión en venirme a la gran ciudad de los Estados Unidos <
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Tomo mis llaves y salgo del edificio despidiéndome del conserje que también se encarga de los vecinos y sus visitas <
-¡¡ CUIDADO!!- grita alguien, volteo rápidamente detrás de mí enfocando una bicicleta que viene a mi dirección un poco descontrolada y por logia de mi torpes me quedo sin reaccionar y congelada; hasta que siento que alguien me agarra del brazo fuertemente empujándome hacia el torso de la persona dejando que la bicicleta pasa a la velocidad de la luz.
-¿Estas bien?- una voz ronca susurra en mi oído, dejándome una electricidad en mi columna vertebral
-Estoy bien, muchas gracias- digo mientras me zafo de su agarre rápidamente para voltear a verlo, pero esto no es un hombre común es un dios griego, alto como 180 centímetros, su pelo negro correctamente peinado, traje azul marino dejando ver su con su camisa blanca y la respectiva corbata.
-Bien entonces a la próxima presta más atención por donde caminas-dice enojado y frío< -Que coños te pasa número uno es mi jodida vida, no la tuya, dos no tienes que venir aquí a hacerte el caballero azul y por ultimo nadie me habla así, nadie te pidió ayuda ogro evolucionado- digo de una manera desafiante, enojada poniendo mis brazos debajo de mis pechos haciéndolos ver un poco más grande. -¿Que acabas de decir me?- pregunta tieso que su vena del cuello resalta de una manera impresionante < -Lo que escuchaste ogro faldero- respondo, como veo que no dirá nada ya que se ha quedado pasmado por mi gran valentía, doy media vuelta y prosigo mi camino -No te he dicho que te vayas ¿o sí?- dice después que haya dado dos pasos, pero lo ignoro<< ¿este que le pasa? >>- ven acá en este preciso momento- formula una orden haciéndome pensar que así le hablan a los niños cuando les quieren llamar la atención, pero como no soy una niña, lo vuelvo a ignorar. Siento sus pasos seguirme empezando a aumentar mi velocidad << si es un mafioso o no me metí con un hombre malo, no quiero morir tan rápido>> cada vez lo siento más cerca de mi dejando mis pasos rápido atrás comienzo a correr pero en un segundo ya me encuentro en su hombro de aquel ogro evolucionado. -Bájame degenerado- le digo golpeando su espalda pero a cambio recibí una nalgada que estoy más que segura que la marca de su mano estará marcada en mi trasero. -Cuida ese lenguaje preciosa, no quieres que tu trasero redondo reciba otro ¿verdad?- no me había percatado que la gente se nos quedaba viendo, lo cual es muy lógico ya que no todos los días vez a un dios griego colgando a una mujer decente en la calle con dos hombres trajeados con cara de pocos amigos nos seguían < -Joven por favor me puede bajar, para que cada quien siga su camino y su vida- digo lo más dulce posible del universo. -No- contesta tranquilo < Camina cuadra tras cuadra, y no me baja aun, es como si cargara una pluma, sé que no me va a soltar y tener tanta sangre en la cabeza me va mareando, mis ojos se van sintiendo pesado, intento mantener mis ojos abiertos pero poco a poco se van cerrando << no pienso dormirme>> me repetía más de mil veces dentro de mí pero nada funciono, poco a poco empecé a perder conciencia de donde me encontraba y con quien, dejando mi cuerpo descansar de una tarde-noche complicada, y es así como me deje llevar por el hombro de aquel hombre que me cambiara la vida, ya que así lo quiso el destino ¿o no?.
Sandra solo puede tomar un camino, un camino que la llevara a la perdición o a la felicidad eterna, no solo está en juego su pareja eterna sino está en juego su familias, familias que ella pensó que estaba muerta, ella solo es una sobreviviente ante un hechizo que le genero la expareja de Santiago, que al ver que su en ese entonces novio había encontrado a su Mate, y que ella ya no iba a ser parte de su vida y que el rango de Luna lo iba a perder, le genera el peor hechizo de su vida, la resurrección de cada época, pero con todo y hechizo ¿Bárbara se pudo quedar con la corona o será que Sandra luchara contras agua y fuego?. No correr el peligro de morir era algo que Sandra tendrá que acostumbrarse, su vida depende de un hilo, porque no solo elijará a su pareja eterna, sino tendrá que destruir a su segunda alma gemela, porque como dicen dos camino una mujer, una mujer que dará su vida por descubrir quién es, por descubrir lo que quiere, porque amar es una palabra fácil que todo el mundo puede decir, pero cuando el amor llega a tu puerta no podrá correr, ni huir, sino enfrentarlo, y darle el lugar que se merece, Sandra correrá peligro en el viaje de tiempo, donde perdura a una alma gemela, a sus amigos, familia, pero después de la tormenta saldrá el sol, y las nubes negras dejaran ver el camino de la felicidad, donde ella elegirá si ser feliz o infeliz alado de su nueva aventura, caminar a la mano de su alma gemela será difícil pero no imposible, porque para el amor nada es imposible, piensa con la cabeza fría y no te dejes atormentar por la lluvia. Chica tranquila, con aspiraciones a futuro, alegre, amiguera, pero para nada sumisa
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...