Instalar APP HOT
Inicio / Romance / El Esposo de mi Madre
El Esposo de mi Madre

El Esposo de mi Madre

5.0
41 Capítulo
38.1K Vistas
Leer ahora

Acerca de

Contenido

Sinopsis: Oriana es una joven atormentada por emociones encontradas, entre seguir su deseo o hacer lo correcto. Criada por una madre ambiciosa y distante, ella nunca imaginó que su mundo daría un giro inesperado con la llegada de Iván, un hombre enigmático y seductor, que entra en su vida como un torbellino despertando en ella pasión y deseo. A medida que comparten el mismo espacio, una atracción magnética comienza a arder entre ellos, desafiando las normas sociales y amenazando con desatar el caos. A pesar de sus esfuerzos por resistirse, se encuentran atraídos el uno hacia el otro. Envuelta en una tormenta que no puede controlar, desesperada, Oriana se va a vivir con su padre, tratando de acallar a su corazón, dándole prioridad a su cerebro, que le grita que eso está mal y que lo mejor es alejarse de Iván, pues él no es cualquier hombre que ha llegado a su vida; es el esposo de su madre...

Capítulo 1 Baile de máscaras

Capítulo 1 -Baile de máscaras

Oriana:

-Vamos Oriana, no seas aguafiestas y ven, será divertido, me lo agradecerás mañana

Me había dicho mi amiga, tratando de convencerme que fuera con ella a una fiesta de antifaces en el Hotel Mirage

-No, déjame Sandra, sabes que no me gustan las fiestas y menos de antifaces, eso de esconderse detrás de una máscara no es lo mío

-¿No querías perder tu virginidad con el primero que te pidiera que te acostaras con él? -y sonrió, recordándome esa estupidez que dije un día pasada de copas -¿Qué mejor que con un enmascarado que no sepas quien es y, lo mejor, que no sepa quién eres? -continuó diciendo mientas se arqueaba de hombros.

Por más que me pesara, si iba a cumplir mi palabra, esa era la mejor ocasión

-No sé... -igual dudé

-Anda, Oriana, hemos salvado todos los exámenes con las mejores notas, nos merecemos una fiesta y tú -se colgó de mis hombros -una aventura digna de contarle a tus nietos luego...

Así que fuimos de compras y, unas horas después, estábamos entrando en el gran hotel. De más está decir que Sandra de inmediato consiguió compañía y desapareció de mi vista. Eso hizo que me sintiera un poco perdida, así que luego de dar unas vueltas por el salón y beber un poco de champagne, decidí que era momento de irme. Traspasé el salón, abriéndome paso entre la multitud, de pronto alguien me cogió de un brazo y me detuvo

-Suelta, Sandra, ya me voy...

-Lamento decepcionarte, pero no soy precisamente Sandra

Y tenía razón, yo creyendo que era mi amiga que me había visto pasar, pero era un hombre, bastante alto y fornido, se notaba su aspecto atlético, aún debajo del impecable esmoquin que llevaba. Su rosto estaba dividido por un antifaz a la altura de sus ojos, pero dejaban ver lo suficiente para saber que era un hombre muy atractivo. Su boca era sensual con una sonrisa encantadora y sus ojos destilaban un brillo casi enceguecedor.

-Disculpe, creí que era mi amiga

-Ahora que has visto que no lo soy, podías concederme este baile, digo para compensarme por el error de confundirme con una mujer

No pude ni responderle cuando ya estábamos en la pista moviéndonos al son de una suave melodía. Me tomó por la cintura y por la nuca, haciendo que mi cuerpo se pegara al suyo. Su aroma me parecía familiar, el calor de su cuerpo me daba comodidad, así que me dejé llevar como en un sueño. Cuando la música terminó, levanté mi cabeza y me encontré con sus ojos. Un estremecimiento recorrió mi espalda y temblé. Se fue acercando lentamente, lo deje hacerlo, quería que lo hiciera, hasta que apoyó sus labios sobre los míos y se abrió paso en mi boca con su lengua. La recibí gustosa, convirtiendo aquel acto en un beso voraz y desenfrenado. Sentir esos labios abrazadores y el sabor de su lengua estaba enloqueciéndome. Y mi duda estaba resuelta, ¡había encontrado al hombre con quien quería perder mi virginidad! Mi pelvis comenzó a punzar de una forma poco habitual, solo el roce de su pierna en ella la aliviaba, pero pedía más. Juraría que sentí su abultado miem*bro a la altura de mi estómago, pues era bastante más alto que yo

-¿Vamos a quedarnos así o damos el siguiente paso y subimos a mi habitación?

Mis manos apretaron sus brazos, creo que esa fue una respuesta para él, pues me cogió de la mano y me guío por el edificio hasta llegar a su habitación. Una vez dentro me estampó contra la puerta y me dio un beso de esos que hacen que tu corazón se detenga y el cerebro te explote.

-Yo... -susurré incapaz de decir una frase completa

-Quítate esto -y quiso despojarme de mi antifaz, pero le detuve la mano

-Preferiría que no... -al fin dije algo coherente

-Cómo desees -y se separó un poco para mirarme por completo -Solo hay una cosa que necesito saber, ¿estas segura de que quieres esto?

-Sí... -se escapó involuntariamente de mi boca

-¿Has estado con un hombre antes?

-Sí, claro -pero no soné creíble

-No, no has estado... -y se volvió a acercar a mi esbozando una sonrisa que rozaba lo macabro -Tranquila, si realmente lo quieres, prometo tratarte bien, no te lastimaré, pero no olvidarás jamás esta experiencia, eso te lo puedo jurar

Me levantó en brazos y me recostó en la cama. Fue despojándome de una en una cada prenda que vestía, a la vez que él se iba quitando la suya, una mía, una suya, una mía, una suya... y así hasta quedar solo vestidos con nuestros antifaces. Bajó la intensidad de luz, dándole a la habitación un toque de sensualidad. Me hizo poner en pie y él se sentó al borde de la cama. Comenzó a acariciar mi piel de un modo que generaba una electricidad, hasta que rozó mis pes*ones con sus dedos, no me aguanté y dejé escapar un gemido. Al ver como se endurecían, sonrió y cambió sus dedos por la lengua primero y luego toda su boca. Mi cuerpo estaba a punto de colapsar, me tomó de los muslos y me acercó aún más a él, podía sentir como sus dedos se hundían en la carne de mis nalgas, generando un dolor más que placentero. De pronto me tiró sobre la cama y abrió mis piernas con delicadeza

-Yo... -susurré

-No es necesario que digas nada, tu solo gime, jadea, grita si quieres, pero no digas nada -murmuraba mientras sus labios recorrían mi cuerpo acercándose a mi pelvis -hacía rato te veía en el salón y solo podía imaginar este momento, tenerte así, desnuda en mi cama -Pasó la punta de su lengua por mi clí*toris -eres deliciosa, más de lo que me había imaginado -y se internó generando en mi un gran espasmo, luego continuó con movimientos circulares y lubricando mi entrada para recibirlo unos minutos más tarde. Se detuvo y en lugar de seguir pasando su lengua, succionó con sus labios haciendo que mi garganta se desgarrara en un grito y mi espalda se arqueara separándose de la cama mientras mi pelvis latía y mi cuerpo se llenaba de espasmos. No se detuvo hasta que me calmé y fue allí cuando se puso sobre mí y mientras me besaba, aún con el sabor de mi intimidad en su boca, lentamente fue abriéndose paso hacia mi interior. Yo estaba más que lubricada, por lo que no le fue difícil culminar su tarea. Una vez dentro, y sin dejar de besarme, comenzó un vaivén que resultó ser muy placentero para mí, siempre creí que la primera vez sería dolorosa y que sangraría, pero mi cuerpo parecía estar preparado para él, como si lo hubiera estado esperando toda la vida. Me miró, con esa mirada intensa que tenía y mordiendo su labio inferior emitió un grito tanto o más desgarrador que el mío. La cama estaba empapada, ¡nosotros estábamos empapados! Yo me sentía feliz, con una felicidad indescriptible. El resto de la noche pasamos haciéndolo, de mil y una manera, creo que quería quedar grabado en mi piel. Ya exhaustos, nos venció el sueño. Cuando el amanecer irrumpió en la habitación, me desperté, sentía que el antifaz estaba pegado a mi piel. Con cuidado me levanté para no despertarlo, él seguía durmiendo profundamente. Al terminar de vestirme, pensé en acercarme y despedirme con un beso, como en las películas, así que me acerqué lentamente, pude ver que no llevaba su antifaz, agudicé mi vista para poder verle. El horror se apoderó de mi cuerpo, mi corazón se agitó y mi respiración se cortó. ¡Con razón me era familiar!, su aroma, su voz, el brillo de sus ojos... ¡Por Dios, me acosté con el esposo de mi madre!

Seguir leyendo
img Ver más comentarios en la APP
Recién lanzado: Capítulo 41 El socio…   08-29 10:05
img
5 Capítulo 5 La foto
26/08/2024
11 Capítulo 11 Londres
26/08/2024
19 Capítulo 19 Celos
26/08/2024
21 Capítulo 21 Mírame
27/08/2024
22 Capítulo 22 La marca
27/08/2024
30 Capítulo 30 No hables
27/08/2024
32 Capítulo 32 Enemiga
27/08/2024
34 Capítulo 34 1 año
27/08/2024
40 Capítulo 40 Elizabeth
27/08/2024
El Esposo de mi Madre
1

Capítulo 1 Baile de máscaras

26/08/2024

2

Capítulo 2 Revelaciones y despedidas

26/08/2024

3

Capítulo 3 Una chica muy dañada

26/08/2024

4

Capítulo 4 Una piedra en mi zapato

26/08/2024

5

Capítulo 5 La foto

26/08/2024

6

Capítulo 6 No me tientes…

26/08/2024

7

Capítulo 7 Un rincón oscuro

26/08/2024

8

Capítulo 8 Que me lleve el diablo

26/08/2024

9

Capítulo 9 Segundo padre

26/08/2024

10

Capítulo 10 La promesa…

26/08/2024

11

Capítulo 11 Londres

26/08/2024

12

Capítulo 12 Miedo a viajar

26/08/2024

13

Capítulo 13 El en salón de mi casa

26/08/2024

14

Capítulo 14 Idden Café

26/08/2024

15

Capítulo 15 Por fin me lo pedía

26/08/2024

16

Capítulo 16 No lo hice por ti

26/08/2024

17

Capítulo 17 Es un clásico

26/08/2024

18

Capítulo 18 el AUDI ne*gro

26/08/2024

19

Capítulo 19 Celos

26/08/2024

20

Capítulo 20 Estaba ardiendo

26/08/2024

21

Capítulo 21 Mírame

27/08/2024

22

Capítulo 22 La marca

27/08/2024

23

Capítulo 23 Nunca le creas

27/08/2024

24

Capítulo 24 Vergüenza

27/08/2024

25

Capítulo 25 Un sueño hecho realidad

27/08/2024

26

Capítulo 26 Como una estrella de cine

27/08/2024

27

Capítulo 27 Es una mujer adulta

27/08/2024

28

Capítulo 28 Lo que perdiste en Londres

27/08/2024

29

Capítulo 29 Todo, lo quiero todo

27/08/2024

30

Capítulo 30 No hables

27/08/2024

31

Capítulo 31 Lo puedo decir en voz alta

27/08/2024

32

Capítulo 32 Enemiga

27/08/2024

33

Capítulo 33 Qué cuanto lo amaba…

27/08/2024

34

Capítulo 34 1 año

27/08/2024

35

Capítulo 35 Un hombre de negocios

27/08/2024

36

Capítulo 36 Los adultos hablaron

27/08/2024

37

Capítulo 37 Una caricia en mi oído

27/08/2024

38

Capítulo 38 El punto, como una sombra

27/08/2024

39

Capítulo 39 Despedida de soltero

27/08/2024

40

Capítulo 40 Elizabeth

27/08/2024

MoboReader
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY