/0/14251/coverbig.jpg?v=20240902194627)
Seis años atrás, Lance, el heredero más poderoso de la familia Hardwick, pasó una noche loca con una desconocida. Pero cuando despertó, se encontró solo en la cama. Seis años atrás, Carley fue expulsada de su casa por su padre, porque tras la noche con un desconocido, se quedó embarazada. Determinada a encontrar una nueva vida, dejó atrás el lugar que nunca le había ofrecido un verdadero calor de hogar. Seis años después, el destino las unió en un hospital por casualidad. Carley se ha convertido en una reputada doctora, mientras que Lance, ¡fue confundido con un matón! "Dios mío, ¡juro que jamás permitirá que ese hombre afecte a mis preciosos retoños!" Espera, ¡¿por qué sus hijos están tan familiares con Lance?!
"Ay..."
Carley Chambers sintió un calor que recorría todo su cuerpo. Cuando se dio la vuelta en la cama, su mano de repente rozó un músculo firme.
Sus ojos se abrieron de par en par. En aquella oscuridad, ella se había topado con una mirada que era penetrante.
"¿Quién... quién eres?", preguntó asustada.
El sujeto bajó su cabeza y le estampó un beso.
Mientras la química entre sus labios se mezclaba, la pasión y el deseo hacían que el aire se fuera espesando.
El corazón de Carley latía con locura. Ella temblaba tratando de alejar al hombre que estaba enfrente suyo. Sin embargo, debido a los efectos de las dr*gas, sus manos tan débiles solo habían logrado arañarlo un poco.
Y para colmo, ese simple gesto suyo, solo había avivado el fuego del aquel sujeto, quien con sus labios, recorría la piel de Carley mientras plantaba besos en cada centímetro de su cuerpo.
Después de una noche de intensa pasión e intimidad...
La aturdida Carley volvió a abrir sus ojos y se llevó la sorpresa de su vida: había un desconocido acostado junto a ella.
El hombre todavía parecía estar dormido. Pero, cuando Carley lo observó bien, notó dos cicatrices de cuchillo en forma de cruz, que reposaban en su espalda y lucían sombrías y aterradoras.
Ella se congeló de ipso facto; su mente se había convertido en un revoltijo de miedo y confusión.
Su último recuerdo era del día anterior; de su cumpleaños número 18. Su medio hermano había insistido en hacerle una celebración, razón por la cual, le había organizado una preciosa fiesta de té.
Y bueno, a ella solo le había bastado con tomar un sorbo de la bebida para haber caído desmayada.
Después de eso, se encontró acostada en una habitación de hotel, ¡completamente desnuda!, ¡y junto a completo un extraño!
Había todo tipo de prendas esparcidas por el suelo, incluida su ropa interior. Al percatarse de la situación y, como claramente no era una tonta, ella fue capaz de deducir todo lo que había ocurrido la noche anterior.
¿Había perdido su virginidad?
Ni siquiera tuvo la oportunidad de lamentarse por eso, porque el hombre ya había despertado.
El tipo se vistió rápidamente y, con un rostro inexpresivo, le ordenó: "Haré que alguien venga a recogerte. Solo espera aquí y compórtate".
¿Tenía que esperar?
¿Acaso iba a deshacerse de ella mediante un asesinato?
Carley estaba tan asustada que no paraba de estremecerse. Después de que el hombre se marchó, ella sintió oleadas de un horrible dolor que venía de la parte inferior de su cuerpo mientras temblaba al ponerse la ropa. Entonces, en un estado desaliñado, se apresuró para huir a su casa.
Un mes después...
De golpe, el Sr. Chambers le arrojó una pila de papeles a la cara.
"¡Eres una deshonra para la familia Chambers! Te revolcaste con el primer hombre que se te apareció y terminaste embarazada. ¡Eres una sinvergüenza!"
Carley estaba completamente desconcertada. Del pánico, se había quedado congelada mientras miraba los resultados de la prueba de embarazo en el suelo.
¿Cómo podía ser posible eso? Si ellos solo lo habían hecho una vez...
Al fin y al cabo, no era más que la hija ilegítima de los Chambers: una vergüenza para toda su familia.
Un día, durante sus años mozos, el Sr. Chambers había bebido más de la cuenta y terminó teniendo una aventura con la niñera de la casa. Aquel evento había desencadenado el nacimiento de Carley.
Como era previsible, los Chambers nunca sintieron cariño por la niña y le endilgaron responsabilidades del hogar a la temprana edad de cinco años. La verdad era que, ella era una sirvienta no remunerada en el hogar.
Jaren Chambers, el hermano mayor de Carley, le había tendido aquella trampa, cuyo resultado fue su embarazo. Pero con todo y eso, él había tenido el descaro de hacerse la víctima, como también de haberla acusado de ser una cualquiera.
Ella se mordió el labio con una expresión de agravio, pero tampoco se defendió.
Nunca nadie en esa casa le hubiera creído, incluso si ella hubiera hablado bajo juramento.
La Sra. Chambers dijo con sarcasmo: "Hijo de tigre sale pintado; es igualita a su madre. Ella solía engatusar a hombres y terminó embarazada de esta ilegítima. Y ahora, la historia se repite, ella tendrá a otro b*stardo que crecerá sin una mamá. Pero no nos sorprende, porque a esta mocosa eso le corre por las venas"
"Solo miren a Kristy, es tan tranquila y modesta, ¡esta niña no le llega ni a los talones!"
En fin, la pregunta ahora era, ¿qué iba a hacer la familia Chambers si este bochornoso incidente salía a la luz?
El Sr. Chambers vociferó: "Ve al hospital y deshazte de ese bebé. Después de eso, vete del país y no vuelvas más".
Cuando escuchó eso, Carley, quien normalmente era obediente y complaciente, sacudió su cabeza en respuesta y dijo con una actitud decidida: "No, quiero a este bebé".
Los presentes en la sala nunca la habían tratado como propia de los Chambers.
En cambio, la diminuta vida que crecía dentro de su vientre, era la sangre de su sangre.
"Carley, no estoy negociando contigo. Que te quede claro, solo tienes dos opciones: interrumpe ese embarazo y vete a estudiar al extranjero".
"Pero, si insistes en quedarte con ese bebé, los lazos con esta familia se cortarán de inmediato y tendrás que largarte de aquí. ¡Nunca volverás a tener nada que ver con nosotros!"
En medio de su rabia, el Sr. Chambers no había tenido ninguna consideración por los sentimientos de su hija.
Su única preocupación era proteger su propia reputación.
"¡Pues bien, me largo!", dijo ella.
Con los dientes apretados, empacó sus pertenencias y dejó atrás el lugar que nunca le había ofrecido un verdadero calor de hogar.
Seis años después...
En el hospital más grande de la ciudad de Gludale: el Peace Point Hospital.
La puerta de la sala de operaciones se abrió y salió Carley, quien irradiaba un aire de confianza.
Después de seis años de arduo trabajo y perseverancia, ella se había convertido en una famosa neurocirujana. Carley le había puesto fe a cada uno de sus pasos y, fue así como se despojó de las inseguridades que alguna vez había albergado en su interior.
Aunque era su primera cirugía desde el regreso a su país natal, sus hábiles técnicas habían dejado cautivados a los asistentes y médicos en la sala de operaciones.
Finalmente, todos entendieron por qué el decano había decidido contratar a aquella joven.
Una vez que se cambió la bata, Carley se apresuró a su oficina.
Ella había vivido sola en el extranjero por aproximadamente seis años, durante los cuales, había tenido a un par de adorables gemelos que eran el motor de su vida.
Sin importar lo difícil que pudieran ponerse las cosas, ella estaba decidida a criar a sus dos hijos hasta que fueran unas personas hechas y derechas.
Sin embargo, cuando llegó a su oficina, no vio a sus hijos por ninguna parte, cosa que casi le hace dar un infarto. Además, el hospital estaba repleto de gente. ¿Acaso habían secuestrado a sus pequeños?
"Valeria Brown era hija única de la familia adinerada Brown, pero Ashley, su mejor amiga y la madre de esta misma chica quería quitárselo todo. Encima, Mason la traicionó, con quien Valeria cumplía 4 años de novios. Valeria les sorprendió a Ashley y Mason cuando tenían intimidad en el coche. Sin embargo, a Ashley no le daba ninguna vergüenza la relación con Mason. Incluso puso un filtro en el té de Valeria y pidió a un proxeneta a quitar la virginidad de Valeria. Un desconocido presenció lo que hacía Ashley y espantó al proxeneta. Valeria se despertó y vio al extraño que dormía a su lado. Inesperadamente, resultó que era un CEO rico quién pasó una noche con ella."
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!
Scarlett nunca pensó que su apacible vida sufriría en un día cambios tan grandes. ¡Su mejor amiga Megan era su hermanastra! Megan y su madre planeaban quitarle a Scarlett todo lo que tenía, incluyendo su riqueza, su estatus, su padre e incluso su novio. Le tendió una trampa a Scarlett para destruir su virtud. Pero, ¿por qué el hombre que yacía junto a Scarlett no era el que Megan encontró? Despiertos, los dos desconocidos empezaron a rastrear la identidad del otro. Pero la identidad de este hombre conmocionó a Scarlett. ¡Era el director ejecutivo más rico Ryke Méndez!
Jenna Murphy se casó con Hansen Richards, a quien amaba desde la infancia pero quien más la odiaba. Ella creía que él finalmente la amaría. Pero antes de que su sueño se haga realidad ... un accidente automovilístico se llevó a su padre y llevó a su madre a una situación de muerte en la UCI. Su tío descarado y codicioso incluso se arriesgó y le robó todas las propiedades. Para obtener los honorarios de la cirugía de su madre, Jenna solo podía acceder a divorciarse de Hansen. Pero Hansen suplicó su regalo para la fiesta de cumpleaños de su abuela tratando de arreglar su relación. Sin embargo, Jenna encontró algunas pistas que mostraban que el accidente automovilístico que arruinó a su familia parecía tener alguna relación con Hansen ...
"Toda la familia de Thalía Cloude tenía preferencia por su hermana menor, Agnes, incluyendo a su esposo Adam Matthews. ¡Adam incluso deseaba divorciarse de Thalía para casarse con su hermana! Thalía sabía que se encontraba enferma de gravedad, por lo que estuvo de acuerdo con aceptar el divorcio. Sin embargo, drogó a Adam para que tuvieran intimidad una vez más, anhelaba que él pudiera recordarla cuando se hubiera ido. Su única condición para el divorcio era que Adam le diseñara un vestido de novia. Era una promesa que él le hizo cuando eran niños. No obstante Adam confundió a Agnes con la niña que conoció en aquel tiempo. Además, toda la familia Cloude apoyó a Agnes para que la verdad no saliera a la luz. A Thalía la invadía una profunda tristeza. Quería desaparecer y estar sola cuando llegara el momento de morir. Para su sorpresa descubrió que estaba embarazada, esperaba al bebé de Adam......"
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".