/0/14369/coverbig.jpg?v=9f5789055e2a4512b798f29d9d8489f1)
Ámbar es una joven estudiante universitaria de origen humilde, en su último año de estudios. Su vida da un giro inesperado cuando descubre que está embarazada de su novio, Samuel, quien pertenece a una familia adinerada. Al contarle la noticia, Samuel la rechaza, acusándola de ser infiel y negándose a asumir la responsabilidad. Devastada, Ámbar enfrenta otro golpe cuando sus padres, en lugar de apoyarla, la echan de casa, dejándola sola y sin un lugar a donde ir. Desesperada, Ámbar pasa la noche en el baño de un centro comercial, donde al día siguiente se cruza con Maximilian Engel, un joven empresario que, al notar su angustia, se ofrece a ayudarla. Aunque al principio desconfiada, Ámbar se sorprende por la amabilidad y el interés genuino de Maximilian, quien no solo le ofrece su apoyo, sino también una oportunidad a través de una fundación familiar destinada a ayudar a mujeres en situaciones complicadas. Con el tiempo, Ámbar empieza a aceptar la ayuda de Maximilian, mientras también cuenta con el apoyo incondicional de su mejor amiga, Laura, quien le ofrece un refugio en su departamento. A pesar de los desafíos del embarazo y el miedo a depender de otros, Ámbar encuentra fuerza en sí misma y en las personas que la rodean. Gracias a Maximilian, consigue un trabajo flexible y la oportunidad de retomar sus estudios, lo que le da esperanza de que puede reconstruir su vida. A medida que la relación entre Ámbar y Maximilian crece, no solo como amigos, sino también como algo más, Ámbar comienza a ver que su vida puede ser diferente a la que imaginaba al principio. Su lucha por superar las diferencias sociales, el rechazo y la incertidumbre la transforman, y en el proceso, descubre una fuerza interior que nunca pensó que tenía
Ámbar.
A veces me pregunto si todo este esfuerzo vale la pena. No es que me arrepienta, porque al final, soy la única que puede cambiar mi destino. Pero hay días en los que el cansancio pesa más que la esperanza, y todo lo que quiero es detenerme, aunque sea por un momento, respirar y olvidar que estoy cargando el peso del mundo sobre mis hombros.
Hoy es uno de esos días. El pequeño apartamento en el que vivo con mis padres es silencioso por la mañana, lo que me da un raro respiro antes de enfrentar la realidad. Mi mamá ya se fue a su trabajo en la tienda de abarrotes y papá, bueno, hace lo que puede con las reparaciones esporádicas que consigue en el vecindario. El dinero nunca ha sido suficiente, pero tampoco nos hemos muerto de hambre. No hasta ahora, al menos.
Me levanto de la cama con esfuerzo. Mis músculos están adoloridos, pero no de hacer ejercicio, sino de trabajar largas horas de pie en el café del centro comercial. No me quejo. Ese trabajo paga parte de mi universidad, y por más agotador que sea, al menos me mantiene cerca de mis sueños. Seré la primera en mi familia en graduarme. A veces pienso en lo orgullosa que estaría mi mamá si supiera cuánto sacrifico por este título. Pero, para ser sincera, creo que ella preferiría que dejara la universidad y me consiguiera un trabajo "serio", algo estable que nos ayude a pagar las cuentas.
Saco mis libros del pequeño escritorio que tengo al lado de la cama. El espacio es limitado, así que mis cosas están organizadas en pilas perfectamente calculadas. El lugar parece más pequeño de lo que es, pero me las arreglo. Siempre me las arreglo.
Miro el reloj: las 7:30 a.m. No puedo evitar sonreír pensando en que veré a Samuel hoy. Él no tiene idea de lo mucho que sus mensajes me ayudan a levantarme cada día. "Nos vemos esta noche, amor", decía el último que me envió anoche. Sus palabras, aunque simples, tienen un poder que no sé explicar. Con él me siento diferente. A veces olvido la presión, la falta de dinero, las expectativas... y solo puedo pensar en nosotros.
Samuel es diferente a mí en muchos sentidos. Viene de una familia que lo tiene todo: dinero, lujos, y una reputación que mantener. Al principio, me intimidaba estar con él. Sentía que todos a su alrededor podían notar que yo no pertenecía a ese mundo. ¿Qué pensaría su familia si supieran que su hijo está saliendo con una chica como yo? A él parece no importarle, pero yo nunca puedo dejar de pensar en eso.
A veces, cuando salimos, él me lleva a lugares que yo jamás habría soñado visitar. Restaurantes elegantes, eventos con personas que hablan de cosas de las que no tengo ni idea. Me esfuerzo por no parecer fuera de lugar, pero sé que no soy como ellos. Mi ropa, aunque siempre trato de verme bien, no se compara con la elegancia de los vestidos de las mujeres que él frecuenta. Ellos tienen vidas resueltas, y yo apenas sobrevivo.
Pero Samuel siempre me dice que soy especial. Que lo que importa no es el dinero ni el estatus, sino lo que llevo dentro. "Eres increíble, nunca dejes que alguien te haga sentir menos", me susurra cuando nota mi incomodidad. Y quiero creerle, de verdad quiero. Pero a veces, las miradas de los demás me hacen pensar que está siendo ingenuo. ¿Cómo puedo competir con ese mundo?
Mis pensamientos se interrumpen cuando suena mi teléfono. Es Samuel. Me toma un segundo decidir si debo responder o no. Es temprano, ¿por qué me llama a esta hora?
-Hola -respondo, intentando sonar despreocupada.
-Buenos días, amor. ¿Cómo va tu día? -su voz, suave y segura, me reconforta, como siempre.
-Acaba de empezar, apenas estoy levantándome -le digo, estirando mi espalda mientras me apoyo contra la pared. El sol entra por la ventana, apenas iluminando mi habitación.
-Estaba pensando... ¿te gustaría ir conmigo esta noche a la cena de mi familia? Es algo informal, pero me gustaría que vinieras.
Mi corazón se acelera. Nunca he ido a una cena formal con su familia. Solo los he visto en breves ocasiones y siempre me siento como una extraña. No es que no me quieran ahí, pero tampoco es como si me acogieran con los brazos abiertos. Su madre, especialmente, parece medir cada palabra que digo, como si estuviera evaluándome constantemente.
-No lo sé, Sam... -dudo, jugando con el borde de mi camiseta. La inseguridad me invade. No quiero decepcionarlo, pero la idea de estar rodeada de gente tan diferente a mí me hace querer huir.
-Vamos, será divertido. Además, quiero que mi familia te conozca mejor -insiste, su voz dulce, casi como una promesa de que todo estará bien.
-Está bien, iré -respondo, aunque mi estómago se revuelve con la idea.
Terminamos la llamada y me siento de nuevo en la cama, mirando mi reflejo en el espejo al otro lado de la habitación. ¿Qué es lo que ve Samuel en mí? ¿Qué será lo que su familia ve? A veces siento que estoy jugando un papel, pretendiendo ser alguien que no soy para encajar en su mundo.
Pero al final del día, sigo siendo la misma chica de este pequeño apartamento, con una familia que apenas puede cubrir los gastos y con un futuro incierto que parece estar siempre en el aire. La universidad es mi única salida, mi única oportunidad de cambiar este destino que parece haberme sido impuesto desde que nací.
Recojo mis cosas y me preparo para enfrentar otro día. Sé que, de alguna manera, sobreviviré a esta cena y a todo lo que venga. Siempre lo hago.
Comenzamos esta historia.
Les doy la bienvenida a mi mundo.
Gracias por darle la oportunidad a esta historia que amo mucho.
Recuerden que estoy en redes como Genemua.Libros, ojalá puedan pasarse por allá para ver a los personajes como YO me los imagino.
Nos leemos después.
Elena necesita dinero para conservar la casa que su padre le dejó y Caleb necesita una esposa para heredar las empresas de sus padres. Asi que ambos se hacen pasar por la pareja del momento ante todos los demás. ¿El problema? Caleb es el jefe de Elena. Un negocio, un matrimonio por contrato, y una ex que no acepta a la nueva esposa. ¿Qué podría salir mal?
Cataleya Hoffman toda la vida se ha sentido menos y mal con su cuerpo. Desde pequeña ha sido "rellenita" y ahora con 25 años no puede entrar a una boutique sin sentirse fuera de lugar. ¿Por qué la ropa para talla plus es tan poca? ¿Por qué todo hay para las tallas 0? Lo que Cataleya no sabe es que su vida está por cambiar. Un accidente de tránsito y un café la llevan a conocer a su ídolo, el actor Giacomo Eribalde; sin embargo, el encuentro no es como ella esperaba y luego de insultos y hasta golpes ella decide olvidarse de él, solo que hay un problema:Él no puede sacársela de la cabeza. Les invio a pasarse por mis otras historias aquí publicadas: LA NERD / A MERCED D ELA MILLONARIA / MI AMOR DE VERANO Hola un gusto, soy Génesis Lañón como ya lo habrán leido arriba. Tengo 29 años de edad y empecé a escribir a los 16, en la plataforma de Wattpad. Me interesa mucho los géneros romaticos y eróticos, pero a la vez que tengan una enseñanza y una lección para mis lectores. ¿Será que la chica de talla plus, cautivó al galán de cines mas codiciado del espectáculo?
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
Yo solía ser una campesina que residía en una vieja cabaña en Bristol, antes de que aquel hombre me llevara consigo para convertirme en su esposa. No entendía por qué me había elegido, una simple campesina sin conocimientos de lectura o escritura, pero me sentía afortunada, aunque mi mayor error fue confiar en él debido a mi ignorancia, incluso llegué a enamorarme de Benjamín Worsley, lo cual resultó ser mi sentencia de muerte, literalmente. Lo más extraño de todo fue que después de la boda, ese cariño que él me demostraba desapareció. El verdadero Benjamín mostró su lado más frío, ni siquiera me tocó en nuestra primera noche juntos, ni en las siguientes. Poco después, comenzó mi verdadero tormento. Benjamín trajo a una mujer al castillo Worsley, y supe por las sirvientas, que me odiaban, que era su ex prometida. Para empeorar las cosas, ella afirmaba estar embarazada de él, y Benjamín no lo negó. Viví bajo el mismo techo que su amante, pero a diferencia de ella, yo no tenía libertad. El castillo era como una prisión, y casarme con ese monstruo resultó ser un infierno. Cosas extrañas empezaron a suceder; mi esposo y su familia eran personas extrañas, y nunca debí haber descubierto el secreto que guardaba esa familia, ni por qué se casó conmigo en primer lugar. El propósito era espeluznante, al igual que él. Sobre todo: NUNCA DEBÍ CASARME CON EL MONSTRUO.
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Cuando Julianne Smith decidió vengarse de su ex esposo infiel, no pensó que acabaría destrozando el coche de William Covington, un guapo y rudo desconocido de aspecto peligroso y tatuajes por doquier que le promete hacer su vida de cuadritos producto de su error. Esperando no volver a encontrarse, su pequeño hijo llega a casa con su nueva amiga de escuela, sin imaginar ni esperar que aquella niña fuese hija del mismo hombre que le había vuelto la vida un completo caos. Enfrascados en la amistad desbordante de sus hijos, William y Julianne se ven obligados a pasar más tiempo juntos, sin esperar que hubiesen más hilos conectados entre ellos de los que imaginaban, y que los llevarían poco a poco a desarrollar una intensa atracción imposible de evitar, aun cuando eran completamente diferentes.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".