Enamorarme no estaba en mis planes, hasta que lo conocí a él, mi hermanastro. Nos casamos a escondidas de todos y éramos felices a nuestra manera. Hasta que un día, nuestros padres, que no aprobaban nuestra relación, se encargaron de separarnos y se adueñaron del bebé que crecía en mi vientre. Años después nos volvimos a encontrar, él como un prestigioso cirujano y dueño de una clínica; yo como una practicante. El caos se desata cuando le confieso que tenemos un hijo, pero su nueva pareja aparece y mi mundo se vuelve a derrumbar. ¿Qué estás dispuesta a hacer cuando el hombre que amas está lleno de odio hacia ti y se niega a brindar su ayuda para recuperar a tu hijo?
Saber que para mi madre solo he sido un fracaso desde que mi padre nos abandonó no es nada fácil de admitir. Aunque, ahora ella se ha ganado la lotería al casarse con un hombre multimillonario al que es obvio que solo quiere por su dinero.
Mi ahora padrastro tiene un hijo que es un par de años mayor que mí, y aunque no lo conozco, tengo miedo de que no me acepte en su círculo familiar y nos acuse a mi madre y a mí de ser unas oportunistas.
-Raquel, ahora que eres mi hija, quiero que conozcas a mi hijo. Esta noche vendrá a nuestra casa a cenar. -Me informó mi padrastro.
-Está bien, señor. -Acepté, con nervios, al saber que por fin conoceré a su famoso hijo, al que tanto elogia que le va muy bien con sus estudios en el extranjero.
-Recuerda que él es tu hermano mayor desde que tu madre y yo nos casamos y debes de respetarlo como tal. No quiero que en algún momento los rumores digan que mis hijos han cometido el pecado de enredarse entre las sábanas. -Me advirtió en modo de broma.
-No se preocupe, señor. -Le respondí- Me sentí humillada y a la vez enfadada por su insinuación. ¿Acaso cree que su hijo es el único hombre en el mundo? En fin, no le puedo decir lo que pienso porque seguro mi madre dirá que soy una malcriada por decir la verdad.
Finalmente, se llegó la hora de conocer al tesoro que mi padrastro cela y que teme que yo se lo arrebate, ja, si supiera que en vez de estar contenta estoy que me muero de los nervios porque admito que no es fácil usurpar un lugar que solo a él le pertenece en esta mansión por ser hijo único.
...
-¡Bienvenido a tu hogar, hijo! -Escuché cuando mi padrastro lo saludó.
-Gracias padre, he vuelto y estoy ansioso por conocer a la niña que se ha convertido en mi hermanita. -Dijo una voz ruda que me hizo estremecer. Ha dicho niña, ¿me considera una niña aun cuando tengo ya los dieciocho años cumplidos? Ah, pongo los ojos en blanco por tremenda estupidez de ese hombre.
-Espera, ¿no me vas a presentar a la joven que te acompaña?
-Oh, sí, lo lamento, ella es mi novia, papá. Me olvidé de presentarlos por la emoción de conocer a la niña, sabes que me hace mucha gracia ser el hermano mayor.
Pensé que ese hombre estaría molesto con mi presencia, pero al parecer está emocionado por conocerme. Por suerte, ha venido acompañado de su novia, de lo contrario su padre me sentaría como una patada en el trasero.
Mi madre estaba con su esposo para recibir a mi hermanastro, yo me quedé sentada en la sala y desde allí escucho lo que están hablando. Pronto todos regresan y entonces yo volteo la mirada hacia ellos, pero mis ojos pecaminosos van directamente hacia él; joder, trago saliva con dificultad, ese hombre parece muy maduro a pesar de que solo es mayor por cuatro años.
Mi vista lo recorre de pie a cabeza en silencio, es el hombre más bello que he visto en mi vida y...
-Pensé que era una niña, así me lo dijiste, papá. -Reclama con enfado y logra librarme de mis pensamientos estúpidos.
-Es una niña, es tu hermanita menor. -Repite su padre.
-Ya veo, padre. La niña que tengo delante de mí, no necesita de mi protección, y yo que me había ilusionado con tomarla de la mano y llevarla al parque a jugar, en fin, es un placer ser tu hermano mayor.
Me saludó de mala gana, con voz poco audible y también se notaba molesto. Se fue a su habitación junto a su novia, sabía que no le caería bien en cuanto me conociera.
Esa noche pedí que me llevaran la cena a mi habitación porque no quería bajar y estar con mi hermanastro que por cierto se llama Andy. Sin embargo, el esposo de mi madre insistió en que tenía que comer en la mesa familiar, me hice la dura y me quejé de estar enferma del estómago, solo así me dejaron en paz.
A media noche sentía mucha hambre, no había probado bocado y todo por huir de ese hombre al que no le agrado. Bajé a la cocina y me preparé un sándwich de jamón y queso y comencé a disfrutarlo hasta con los ojos cerrados.
-Por lo que se ve, está muy delicioso.
Abrí los ojos de golpe cuando escuché la voz de Andy, casi me atraganto al ver que me mira con picardía directo a mi boca, pero me supe controlar.
-Lo siento, estoy invadiendo tu espacio, ya me voy a mi habitación. -hablé con nerviosismo al percatarme de que él anda solo en bóxer.
-Espera, nadie te está echando de aquí. También he bajado porque muero de hambre, por suerte he encontrado a mi hermanita para que me prepare algo de comer.
-¿Estás de broma? -Pregunto muy seria.
-No. Dame ese pedazo de pan por mientras está listo el mío. -Dice, sin darme tiempo a replicar, me quitó la mitad que aún me faltaba por terminar.
-Mmm, delicioso. -Comenta al primer mordisco y yo me siento avergonzada, pero aun así le preparé uno a él e hice uno más para mí.
-Juro que le creí a mi padre cuando me dijo que eras una niña. -Confiesa y se le dibuja una sonrisa en su bello rostro. -Jamás imaginé encontrarme con una adolescente que seguramente me sacará canas verdes cada vez que me presente a un novio. -Bromea.
Sonríe de lado y niega con la cabeza como si desde ya se lo está imaginando.
-¿Te parece divertido? -Cuestiono, alzando una ceja-. Parece que le has hecho caso a tu padre cuando te dijo que me tendrías que cuidar. Pero no, no soy una niña, Andy, soy una joven independiente y acostumbrada a cuidarse sola. -Digo, con ganas de gritarle en la cara, pero no puedo, porque todo el mundo se despertará por el escándalo.
-Lo siento por ti, pero como hermano mayor mi deber es protegerte, aunque mi padre no me lo pida, lo haré. -Me reta, y yo que me quedo embobada viendo los tatuajes que adornan su pecho.
-Espero que tus vacaciones terminen pronto y regreses a tus estudios, ¡no te soporto! -Exclamé, dando la vuelta para marcharme.
-Escúchame bien, princesa. No me iré de este lugar, no cuando tú estás en la etapa en que los muchachos de tu instituto se pelearán por estar contigo, te dañarán el corazón y yo no lo pienso permitir, ¿me has entendido? -susurra en mi oído, provocando que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.
Dejé a Andy en la cocina y yo corrí a mi habitación, el brazo me duele porque me presionó con fuerza para detenerme. Mi corazón late acelerado y en mi mente lo maldigo por ser tan guapo... tan jodidamente sexi y protector.
Sí, eso es, él es protector con su hermanita, no permitiré que otros pensamientos sin sentido ronden por mi cabeza.
La espléndida vida de Arnaldo Ferreira se verá afectada cuando su abuelo le informa que para ser el heredero de su fortuna, tendrá que contraer matrimonio con la hija de su mejor amigo. Madison Capetillo, una chica muy inteligente y humilde, a su corta edad dejó sus estudios para dedicarse a trabajar y costear los medicamentos de su abuelo enfermo. Su mundo se desmorona cuando este le confiesa que su enfermedad ya no tiene cura y pronto morirá, pero que antes de eso quiere que le cumpla un solo deseo, casarse con Arnaldo. Siendo unos desconocidos, ambos se unen en matrimonio para complacer a sus familiares, viven en constantes peleas y romances. Sin embargo, llega un momento en el que Madison no soporta más y se aleja de su esposo, llevando en su vientre al hijo de este. ¿Qué sucede cuando descubres que a la persona que tanto detestas, le dañaron su infancia y fue tu propio familiar quien lo hizo? Y lo peor es que ya es demasiado tarde para pedir perdón, porque ella ya se ha marchado de tu vida y cuando regresa ya no es la misma, ella se ha convertido en una diosa muy admirada por miles de personas, tanto por su belleza como por su destacada participación en el mundo de la moda.
Jandé ha sido acusada injustamente de haber sido infiel al marido que tanto amaba. Ese mismo día, su jefe, acobardado por los deseos de su madre enferma, la presenta como su novia y le anuncia que está embarazada de su heredero. Sin miedo a lo que pueda pasar, los dos deciden continuar con la mentira que empezaron y firman un contrato en el que se establece que no habrá contacto físico entre ellos ni muestras de amor cuando estén en privado, además Jandé dará a luz a un hijo por inseminación y que, cuando nazca, tendrá que abandonarlo de su vida. Sin embargo, no esperan que su madre organice una boda secreta. ¿Tan fácil será divorciarse y entregar su hijo al hombre del que se enamoró?
Taylor es uno de los trillizos de la familia Morotova Estrada, a sus veinticinco años de edad se ha convertido en el CEO de las empresas que su padre posee. Se ha transformado en un hombre frío y sin sentimientos para los que no forman parte de su familia, y aunque es muy codiciado por las chicas, él no está dispuesto a sacrificar su carrera empresarial por estar al pendiente de los caprichos de una mujer. Sin embargo, no cuenta con que una chiquilla llegue a su oficina y se presente como su nueva asistente personal, esa misma a la que no le permitió usar el ascensor después que tropezó con él y lo bañó de café en su primer día. Pamela es una chica que labora en un restaurante, su deseo es terminar sus estudios y trabajar para una de las grandes empresas de este país, su sueño se hace realidad cuando en su turno se encuentra con unos señores que le hacen una tentadora oferta de trabajo, ser la asistente personal del odioso CEO. Taylor está muy molesto por la decisión que ha tomado su padre, él ama ser el CEO de las empresas y lo seguirá siendo al precio que sea. Su salvación llega al saber que Pamela trabajará junto a él, y a pesar de que la detesta por alguna razón desconocida, la obliga a ser su esposa falsa. La atracción que surge entre ellos es intensa y apasionada, como dicen por ahí, “del odio al amor solo hay un paso” y este es el caso de ese par que se odian, pero al final reconocen haberse enamorado desde el primer día que sus miradas se cruzaron.
Una sola noche bastó para que ella se enamorara de él, una sola noche bastó para que él le arruinara la vida. En una de sus salidas nocturnas, Clara Isabel conoce al chico con el que siempre ha soñado vivir su vida. José Luis lleva varios meses queriendo acercarse a ella, en una fiesta se le presenta la oportunidad y lo hace. Él finge amarla, y ella siente amor por él creyendo que es verdad lo que él demuestra. Hasta que un día se casan, y es ahí donde conoce las verdaderas intenciones de su esposo y comienza su sufrimiento al darse cuenta que para él, ella solo forma parte de una venganza en la cual quedará atrapada.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
El mayor arrepentimiento de Valerie es que aceptó trabajar como secretaria personal de Edwin. Resultó que la lealtad no significaba nada para él. Cuando se cansó de ella después de todo lo que ella había hecho por él durante los últimos cinco años, la transfirió a una sucursal sin pestañear. Se dijo que el trabajo en la sucursal era más difícil. Sin embargo, Valerie se regocijaba en cada momento. Estaba feliz de haber finalmente deshecho de ese malapata. Lejos de su jefe desagradable, la vida de Valerie ha experimentado muchos cambios: un chico guapo la invitó a salir. Mientras tanto, descubrió que su padre era un multimillonario moribundo. Solo tuvo que asentir con la cabeza para heredar su fortuna. Mientras Valerie disfrutaba de su nueva vida, sus caminos se cruzaron unos días después durante un cóctel. Edwin, que estaba tan absorto en sí mismo, se burló: "Veo que todavía no te has recuperado. Incluso me seguiste a esa fiesta. ¿Cómo puedes ser tan obstinada?". Valerie se rio de eso y chasqueó la lengua. "Hola, Edwin. No recuerdo haberte invitado aquí". "¿Qué estás diciendo? Oh, veo que la angustia ha afectado tu cerebro. Debes ir a ver al médico", replicó Edwin con una sonrisa irónica.
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
Cuando volvieron a encontrarse, Jason dejó a un lado su paranoia y su orgullo y abrazó cálidamente a Chelsey. "Por favor, ¿vuelves conmigo?". Durante tres años, ella había sido su secretaria de día y su amante de noche. Chelsey siempre había cumplido sus deseos, como una obediente mascota. Sin embargo, cuando Jason declaró sus planes de casarse con otra, ella optó por dejar de amarlo y dejarlo ir. Pero la vida dio giros inesperados. El inflexible cortejo del hombre, el bebé que ella estaba esperando y la avaricia de su madre la llevaron poco a poco al borde del abismo. Al final, sufrió mucho. Cinco años después, cuando regresó ella, ya no era la mujer que había sido. Sin embargo, el hombre había hundido en una espiral de caos de cinco años.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?