Santino Rivas, es un exitoso abogado de 35 años que no ha perdido un sólo caso en toda su carrera. Se caracteriza por ser un hombre vanidoso, frívolo, narcisista, y por sobre todo alexitimico, es decir, que es una persona incapaz de sentir cualquier emoción que esté relacionada con el amor, impidiéndole demostrar nada que tenga que ver con ese sentimiento, motivo por el jamás se le ha conocido una pareja y esto lo ha llevado a ser el soltero más codiciado en el mundo de las leyes. Abril Evans, es una joven de 21 años quien al fallecer sus padres y quedarse a cargo de su hermana, que necesita una operación para volver a caminar, se ve obligada a dejar sus estudios y trabajar duro para poder juntar la cantidad de dinero que necesita. Con una personalidad totalmente opuesta a lo que es él, termina siendo completamente seducida y arrastrada a su mundo lujurioso donde deberá arrodillarse a los deseos de un hombre que se cree el amo supremo de su vida y de su cuerpo y quien para obtener de ella lo que desea, le ofrecerá un acuerdo al cual, aunque quisiera, no se podrá negar. Pagar la operación y el tratamiento completo de su hermana. Pero no todo es tan sencillo como parece, porque este contrato tiene tres reglas fundamentales que bajo ningún concepto ella debe infringir. 1 - Discreción: nada de lo que suceda en la intimidad de ambos debe filtrarse. 2 - Exclusividad: no puede estar con ningún otro hombre a no ser que él lo autorice. 3 - Cero Sentimentalismo: tiene prohibido enamorarse. ¿Aceptará Abril arrodillarse a los placeres sexuales, poco comunes, de Santino Rivas a cambio del dinero? y aun así ¿Podrán ser capaces de no quebrantar ninguna de esas clausulas? YA PODES ADQUIRIR TU LIBRO POR LA PÁGINA DE ÁMAZON.
En aquel momento en el que Abril firmó su consentimiento en el acuerdo, nunca imagino el mundo oscuro en el que iba adentrarse, las cosas que iría a conocer, todo aquello que podría experimentar en el campo de lo sexual y por sobre todo lo difícil que se le iba dar el poder cumplir con esas tres clausulas infrangibles.
Luego de que ella puso su firma en ese papel, él le ordenó acompañarlo a un lugar "para estrenarla" la manera tan frívola que tenía ese hombre, a veces le generaba curiosidad ¿le habrá pasado algo para ser tan despectivo con las personas? Y algo que rondaba por su mente desde que lo conoció y comenzó a tratar ¿le habrán roto el corazón alguna vez? Porque para ella, la única explicación que le encontraba a su trato para con las mujeres era esa. El resentimiento de haber experimentado el desamor. Aunque la verdad estaba muy lejos de ser esa.
En cuanto llegó al lugar, quedó sorprendida al ver tantos "juguetes" colgados en la paredes y sobre escritorios, pero lo que más le llamaba la atención, era aquella silla y la mesita ratona que la acompañaban. La misma se ubicaba en medio de la sala y sobre aquella mesa reposaban varios consoladores de diferentes tamaños y color. También pudo ver un aparato que podía identificar como un vibrador de mano estimulador. Él solo imaginarse qué iría hacer con eso, su bajo vientre comenzaba a sentirse excitado.
- Desnúdate. – le ordenó y ella quedó inmóvil.
¿Desnudarse?
¿Frente a él?
¿Y que la vea?
- ¿Y bien? ¿O prefieres empezar con los castigos? - ¿Castigos? Si eso era el premio ¿Cómo serían los castigos? Abril comenzó a desvestirse en tanto él buscaba en unos cajones un manojo grande de cuerda.
- ¿Vas atarme? – preguntó tomándolo por sorpresa.
En ese momento en el que él se volteo para verla y encontrarla desnuda, no pudo evitar cautivarse por el cuerpo perfecto que tenía. Sus pechos eran de un tamaño bastante grandes, pero se notaban que eran naturales. Su vientre no era tan delgado pero iba perfecto con ella. Su pubis completamente depilada había logrado encenderlo y sin mencionar el pequeño corazón tatuado en ese sitio con una leyenda que decía "vive, ama y siente. Por sobre todo siente" sonrió sin darse cuenta y ese gesto provocó en ella que una extraña sensación comenzará a viajar por todo su cuerpo. Nunca la habían morado con tanto deseo, si quiera Mauro, su novio y una parte de ella está disfrutando esto del papel de esclava.
- Siéntate de espaldas a la silla, coloca tus manos sobre el respaldo uniendo los brazos lo más que puedas al pecho. Encorva tu espalda de modo tal que me dejes a la vista tus Zonas íntimas, para ello deberás separar tus piernas y colocar tus pies en esas tarimas a cada lado de la silla.
Abril hizo exactamente lo que él le ordenó y al sentirse así, tan expuesta, provocó que sus zonas íntimas comenzarán a contraerse inmediatamente. Una acción involuntaria que él podía visualizar perfectamente.
Cuando se posó por sobre tras de ella, creyó que iría a penetrarla inmediatamente, pero no, se agachó y comenzó a atarle los tobillos a la madera. Primero uno luego el otro. Su cercanía con sus partes íntimas provocaban que esos movimientos se habían cada vez más visible y por unos instantes el se detuvo a verlos.
- Presiento que esto lo disfrutaras más que yo. – ella no dijo nada producto de la vergüenza, pero a él ya se le había puesto duro.
Cuando acabo de atar sus tobillos y el largo de sus piernas, paso a posicionarse frente a ella. Al ver su rostro rojo de la excitación y la vergüenza no pudo sentirse más excitado, porque si había algo que lo hacía desear más o que lo hacía sentir imponente, era el doblegarlas, hacer que se arrodille ante él, ante sus deseos oscuros. Comenzó atar sus muñecas, primero una luego la otra, para seguidamente unirlas entre si. Paso el largo de la cuerda sobre el contorno del tórax para inmovilizar la a la silla. Luego, colocó una mordaza de esas que extienden su boca para practicar el sexo oral, la misma que llevaba una cuerda hacia arriba, y se amarraba a una máquina que podía elevar su cabeza. Para ajustar él tuvo que subirse a la tarima donde estaba la silla con ella atada y le puso su miembro duro en la cara, que si bien seguía cubierto por la fina tela del pantalón, se evidenciaba el gran tamaño.
Ella sintió deseos de llevarlo a su boca e hizo un movimiento involuntario que el sintió.
- No te preocupes, ya te lo meteré en la boca. – él no es de mucho diálogo, pero cada grave ponía más caliente a Abril.
Cuando finalizó de atarla, ella ya no se podía mover y solo escuchaba los pasos de él tras suyo, que le provocaba mucha ansiedad. De pronto siente que algo cae sobre sus nalgas y luego entre medio de ellas, bañando su zonas íntimas y provocando que visiblemente se contraigan.
Con su mano comenzó a esparcir el líquido por sus glúteos, logrando un tono grasoso y muy brillante. De vez en tanto él daba una palmada fuerte en cada uno y lo hacía hasta que quedarán rojos. Ella no podía moverse, pero por primer aves en su vida, experimentaba el dolor más excitante.
De repente los golpes se detuvieron y él se alejó de ella para tomar algo de la mesa. Ella comenzó a sentir un ruido vibrante y enseguida se dio cuenta de lo que era.
- Bueno, comencemos el juego. – dijo el con el aparato vibrador en la mano.
Lo que debía hacer era sencillo, pero nunca imaginó que una simple reunión de negocios le cambiaría la vida. Él se quedó obnubilado con la manera en la que ella balanceaba su cuerpo pegado al tubo. Sus miradas se encontraron y el deseo no tardó en encender una llama que amenazó con quemarlo todo desde el primer momento. Afrodita era la bailarina más codiciada del The Clíamax. No había hombre en el club que no quisiera meterse entre sus piernas, pero ella es un alma libre que no se amarra a ninguno. Ella solo esta allí para hacer lo que más disfruta: bailar, pero aquella noche iría a ser diferente porque nadie le dijo, que allí, entre tantas miradas de lobos hambrientos, encontraría el amor.
Una estudiante de doctorado obstinada y libre. Un asesor enigmático. Vera, se había obsesionado con una cosa, que su maestro caiga rendido ante su seducción, y él cedió. Aunque no esperaba que se convirtiera en el más grande e interesante de sus misterios, y ella, que siempre había estado encantada con lo nuevo y lo desconocido, invierte en todos los sentidos para provocarlo, para tenerlo, sin importarle las consecuencias y los secretos que los rodean.
Tras el homicidio de su esposa, se había convertido en un hombre cruel y despiadado al que solo le importaba cumplir con su única misión en la vida: acabar con la existencia del hombre que la asesinó, pero como en todo acto de venganza, a veces puede haber daños colaterales y ella fue uno de ellos. Ella solo quería estudiar y ayudar a su familia a salir de la miserable vida que tenían, pero la repentina muerte de su hermano mayor la obligó a dejarlo todo y hacerse cargo de una hermana en plena adolescencia, y una madre discapacitada con una dependencia al ciento por ciento. Cuando consigue un trabajo con una muy buena paga, ella cree que las cosas mejorarán, pero el destino es una mierda y lo que hace es servirla en bandeja de plata a su verdugo, porque su jefe no era nadie más que el esposo de la mujer que su propio hermano había asesinado en un asalto. Tan pronto él se entera de que su nueva empleada llevaba la sangre del asesino, idea un plan para destruir su vida, y aunque enamorarla era lo más fácil, no contaba con que su hermano se enamoraría de ella y que sería un obstáculo para el terrible infierno al que, de todos modos, la condenará. Ella, ¿será capaz de escapar de las garras del psicópata de su jefe o él será más inteligente y logrará su cometido?
Tras descubrir la infidelidad de su prometido, Clara decide regresar a su ciudad y a refugiarse en el amor de sus amigos y en especial de Aria, su mejor amiga, quién además de tener gustos sexuales pocos convencionales, tiene un hermano mayor, conocido como un El maestro de las Artes de la dominación, quien está enamorado de la joven desde antes de su matrimonio. En un acto de amor para con las dos personas que más quería, Aria, decide contactarlos y los dos se vuelven cercanos. Ni Clara ni León imaginan que se trata del otro, por lo que, luego de entrar en confianza, deciden aceptan cumplir sus más perversas fantasías y participar juntos en una sesión. Ella se entrega a él como sumisa, abnegada a sus deseos. Él toma su entrega para enseñarle que hay mil formas de disfrutar de la sexualidad. Desde el primer encuentro se sintieron diferentes. Nunca antes se habían sentido tan conectados en cuerpo y alma. Ni tampoco, habían sentido la necesidad de estar juntos. No podían entender por qué se habían metido uno el la mente del otro, solo sabían que el resto no importaba cuando estaban piel con piel. Él la completaba como ningún otro lo había hecho. Ella iba ganando más espacio en su pecho como no existió ninguna antes. Ella era su sumisa perfecta. Él era su señor, su maestro. Su mundo y todo iba a bien, hasta que se enteran de que fueron parte del plan de Aria. ¿Qué pasará cuando descubran sus verdaderas identidades? ¿Podrán ser capaces de olvidarse de todo y vivir en ese frenesí de deseo y pasión o preferirán alejarse por el miedo a los sentimientos que comienzan a manifestarse con más fuerza?
SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.
Él, con una actitud arrogante que cree que ha nacido para que complazcan todas sus exigencias. Que no le importa pisotear la dignidad de ninguna otra persona con tal de obtener lo que desea y pretende que lo traten como un Dios, se encuentra con la horma de su zapato. Ella, estudiante de abogacía y que odia a los hombres con una personalidad como la de él, tiene la mala suerte de caer en su estudio para realizar sus pasantías y desde el primer minuto se odiaron. Pero dicen que del odio al amor hay un solo paso y estos dos, dieron mucho más que uno. Ana, sin saberlo, se convertirá en su objeto de deseo y se verá envuelta en su apariencia depredadora que logrará obnubilarla y poner a disposición su voluntad logrando arrodillarse a sus pies. “Deseo, pido y obtengo” una frase que define a este hombre.
—Toma esto y vete. Ella recogió el trozo de papel que le arrojó sin contemplaciones a la cara. Su corazón se hundió aún más a sus pies. —¿Estás rompiendo conmigo? ¿Qué hice? —ella cuestionó, su voz se elevó. —Nos hemos divertido. ¿No es dinero lo que querías? Fuiste demasiado rápida para abrir las piernas, así que supuse que era el dinero lo que buscabas. Su respuesta la dejó sin palabras. El dolor que la recorrió con sus palabras se sintió como si alguien le hubiera cortado brutalmente el corazón con un cuchillo sin filo. Ella lo amó incondicionalmente, sin esperar nada a cambio, pero se dio cuenta de que su amor no era correspondido. Sin embargo, la vida le tenía preparada una sorpresa aún mayor: su madre fue diagnosticada con cáncer y necesitaba una operación urgente. Para colmo, descubrió que estaba embarazada. Pero, ¿qué sucede cuando, cinco años después, él reaparece en su vida y descubre que es padre de tres hijos?
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!
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