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Trata sobre Alejandra, la cual lleva una vida aburrida y monótona, que encuentra entretenimiento sentada frente a su ventana. Todo es normal hasta que una chica le llama la tencion.
Alejandra, como todas las tardes, ella se para en la ventana (que su frente queda con vista a una restaurante abierto) para disfrutar de la vista, distraerse o pasar tiempo de ocio, siempre a la misma hora, puedo decir que utiliza la misma postura, es su zona de confort para estar en paz, para encontrarse con ella misma, es su forma de salir de todo el caos, porque de cierto es que ella es una mujer muy ocupada, con grandes responsabilidades y a veces no tiene tiempo para ella, salvo sentarse en la ventana a disfrutar de café, de un helado, de la vista o solo estar ahí.
Un día, como los anteriores y podría pensar ella, como los que faltan por venir, se sentó frente a la ventana (que queda justo en su habitación), disfrutando de un café sin saber porque ese día noto a una persona que al parecer frecuenta el restaurante que queda al frente de su ventana. Una chica, de matiz un poco claro, pelo castaño, no pudo destacar el color de sus ojos pues siempre lleva lentes, siempre esta frente a un computador, con muchos libros, a lo mejor estudia piensa Alejandra, ese día solo hizo pensamientos al aire y volvió a su rutina diaria. Quizás notó estas cosas porque cansada de las mismas cosas, de todo igual, a lo mejor eso (como lo llama ella) siempre ha estado ahí pero no lo había notado porque todo le parece tan monótono, pero ese día, justo ese día lo notó.
Pasada la noche, Alejandra se levanta a trabajar, pasa su día como todos, normal, llega a casa y se sienta frente a su ventana para hacer lo que hace todos los días, se fija una vez mas en aquella joven, sentada frente a su computador, con libros alrededor de la mesa, pero se percata de un detalle, en todo el rato que ella dura sentada ahí no ve que llega nadie, no habla con nadie, no habla por teléfono, solo para pedir algo a algún camarero de la plaza, pero fuera de ahí no habla con nadie mas, y eso en cierto punto a Alejandra le causa curiosidad, solo piensa "como puede existir una persona mas antisocial que yo", en fin, solo era una interrogante retórica, la cual no le interesaba la respuesta, consideraba su curiosidad común y corriente, como cuestionar por que las personas caminan tan rápido en una plaza pequeña, y así por el estilo, pero esto no le causaba mas que curiosidad.
Llega un nuevo día, e Ivana esta en el mismo lugar, y nota algo mas a parte de lo de ayer, que la chica nunca levanta la mirada, ni siquiera cuando le van a llevar algo de tomar, piensa "en serio es una mal educada", pero no era su problema, porque cada quien es como desee, la siguió observando por un largo rato, a ver si levantaba la mirada o al menos hacia un gesto mas que los que hacia cuando estaba leyendo como una zombi, quería ver el color de sus ojos, porque ni siquiera para rascarse los ojos se quitaba los lentes. La adrenalina de Alejandra aumento cuando de repente ella levanta la cabeza, se quita los anteojos, pero solo fue para ponerse unos lentes de sol, levantarse e irse, esto decepciono por completo a Alejandra, aun no sabe por que pero quería ver su mirada a ver si era tan fría como sus acciones.
Alejandra vuelve ansiosa a observar tras su ventana a ver si hoy tiene suerte y levanta la mirada, pero la chica no se presento en todo el día a la plaza, pasaron varios días y ella no se presento, Alejandra en cierto modo preocupada, decidió bajar a la plaza y ver donde se sentaba para preguntarle a uno de los chicos que trabajan ahí si ella no ha venido a la plaza.
Alejandra: Buenas tardes, disculpe, ¿le puedo preguntar algo?
Personal del restaurante: si, dígame, ¿en qué le puedo servir?
Alejandra: es que estoy esperando a una compañera de clases aquí, y bueno no la he visto llegar.
Personal restaurante: pero dígame, ¿Cómo es su amiga o como se llama?
Alejandra: no es mi amiga, es compañera, y bueno como es la primera clase juntas, no se me su nombre, pero ella viene todos los días, usa anteojos y siempre esta con un computador.
Personal del restaurante: ah!!! Usted habla de la señorita Sofía, si ella viene todos los días, pero hace poco no viene.
Alejandra: ah! Está bien, bueno la llamare por teléfono para saber por que no ha venido hoy, gracias.
Personal del restaurante: a su orden.
Alejandra se sentía contenta o satisfecha, no sabe por que pero saber por lo menos su nombre la hizo sentir bien, aunque no supo por que no ha ido al restaurante últimamente, pero con suerte quizás mañana aparezca. Pasaron varios días más y la chica no aparecía, luego de casi dos semanas de no ver a la chica, Alejandra decidió que era tiempo de olvidar esa pequeña curiosidad como le llamaba por esa chica.
Justo cuando no pretendía sentarse en la ventada en el día de hoy, de reojo mira a través de ella y la ve, ahí estaba ella, sentada como si no se hubiese movido nunca, o como si jamás hubiese durado todo ese tiempo sin aparecer, rápidamente se sentó, se acomodo y se puso en modo observar si hay algún cambio en ella (no sabe por que espera algo así si ni siquiera la conoce), ese pensamiento fue interrumpido cuando Alejandra se da cuenta que la persona que la atendió cuando ella decidió bajar a preguntar por ella, se acerca a Sofía y al parecer dice que la estaba buscando alguien, y por los gestos que estaba haciendo, pareciera que la estaba describiendo, en ese momento Sofía sintió que se le caía la cara de vergüenza, porque que podría pensar Sofía de ella si sabe que una desconocida fue a preguntar por ella, pero peor aun, que razones tenia ella para hacerlo, sin saber que la razón era estúpida. En fin, solo dejo que todo pasara, pero al ver que por primera vez Sofía levantaba la mirada para ver lo que el joven le estaba diciendo, pensó que ella podría estar interesada, pero algo paso mas adelante, vio como Sofía al parecer pidió al administrador, y Alejandra solo pensó "creo que metí a este chico en problemas", y justo así parecía, porque el administrador le estaba reclamando algo.
Este día fue agotador, Alejandra termino molesta, decepcionada, porque aun no entiende como una persona puede ser tan arrogante, antisocial y prepotente, no podía entender nada parecido. Solo se durmió y creyó que no era de mucha importancia, salvo por meter en problemas a ese chico por una persona que no vale la pena, pensó.
Llega el siguiente día y Alejandra se levanta como todos los días, no encuentra nada fuera de lo normal, llega a casa y se toma una ducha, se pone ropa cómoda, y dudo en sentarse en su ventana, pues no quería ver a Sofía, estaba enojada con ella "absurdo" pero esta muy molesta, por la forma en la que había tratado a aquel chico, por ser tan arrogante; entre tanto pensar, ella dice: alguien debe quitarle ese aire de diosa que tiene y hacerle ver que existen personas a su alrededor. Así que decide bajar al restaurante y presentarse ante ella, mientras iba caminando, su corazón se aceleraba más y mas, pero seguía hacia a delante, de repente ve que Sofía levanta la mirada y Alejandra se detiene, pero no levanto la mirada, así que Alejandra siguió caminando hacia Sofía.
Alejandra: Hola
Sofía no hace ni un solo gesto, ni se molesta a ver quien la ha saludado.
Alejandra: Hola, ¿Cómo estás?
Sofía sigue leyendo su libro y mirando su computador, como si no le importara nada más que lo que tiene al frente.
Alejandra molesta por la falta de interés que tiene Sofía por los demás, se sienta y vuelve a hablarle, Sofía ni se molesta en mirarla, pero justo en ese momento llega el joven que siempre la atiende y le dice: Señorita Sofía, esta es la joven que la vino buscando el otro día, por la cual usted se molesto que le diera su nombre, pero me dijo que eran compañeras de clase y que estaba preocupada porque no había llegado, le pido nueva vez me disculpe, permiso.
Alejandra quería que se la tragara la tierra, solo pensó: con razón lo reganaron, es que da demasiada información.
Sofía hizo un gesto como si estuviese interesada pero no se inmuto, siguió normal, Alejandra se molesto tanto que le cerro de un golpe el computador y solo eso basto para que Sofía cerrara el libro, se quitara los lentes y levantara la mirada evidentemente furiosa hacia Alejandra, mientras Sofía hacia todo eso antes de mirarla, Alejandra sentía que el alma se le estaba saliendo del cuerpo.
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