¿Estás listo para adentrarte al universo de #ElCuriosoEmbarazoDeJoseph? Recién graduado de la facultad de psicología; Joseph decide celebrar su culminación profesional junto a su mejor amigo, Tayron, en la ciudad del pecado, Las Vegas. Sin darse cuenta se adentra a un belicoso lío lleno, de vastos secretos, del que depende su vida. Sitúa los primeros acontecimientos en juego, tal cual, como un partido de béisbol de las grandes ligas. Joseph está a punto de batear su destino, pendiendo de dos strikes con las bases llenas; el primero al casarse en estado de ebriedad con el ardiente e intimidante (manipulador homofóbico) pelotero, Jules Stronligth; el segundo al saber que está embarazado a través de un ambicioso proyecto antinatural. Jamás creyó vivir el mismo infierno físico-emocional bajo el recinto nupcial. Sus planes de libertad y de autocontrol se esfumaron aquella noche donde prometió que nada saldría mal. Wuilder Vargas Villalobos ©
The way you walk, the way you talk. I blame you cuz its all your fault. Ya playin hard don't turn me off. Ya acting hard but I know you soft, you my fetish, I'm so with it. All these ru-mors bein spreaded. Might as well go head and whip it cuz they sayin we already did it, Call on Gucci if ya ever need and I'll be South Beach in the drop top gleamin; order diamonds, Aquafina... Just need you in a blue bikini.
Las bocinas de mi automóvil truenan con la letra de «Fetish» de Selena Gomez ft. Gucci Mane. Tengo el sol en la cara y no logro evitar pisar el acelerador a fondo en el segundo piso del periférico. Los pistones de mi Mustang tragan cinco litros de cadáver de dinosaurio refinado y en-tonces ¡BAM! El flashazo de una cámara de velocidad atrapa mis placas en medio del zumbido de las llantas al correr a 190 kilómetros por hora cuando lo permitido es 60. Me sorprende lo poco que me importa. Bajo el techo des-capotable sin reducir la velocidad y me pongo mis lentes de sol.
Unos ven una ventana a la educación, yo veo un escape a la libertad.
Otro flash, otra multa. Es un reto, es una apuesta. Piso más el acelerador y la estela de polvo se levanta detrás de mí. Adelantó a los conductores lentos y el sonido de sus claxon se ahoga bajo el rugido de mi caballo desbocado.
Flash, Flash, Flash.
¡Esto es histeria!
Giro en el último momento para atrapar una salida que me lleve a Las Vegas. Tengo una recta frente a mí comple-tamente vacía y entonces mi sangre se convierte en novo-caína. El tacómetro se vuelve loco y marca nueve mil revo-luciones por minuto, pero no puedo parar, no hasta llegar a la ciudad, de lo contrario mi mundo me absorbería, volvería a ser un niño y no quiero. Un puente marca la entrada a la élite de la sociedad. Grandes edificios se elevan a mis lados y una patrulla aparece en mi retrovisor pero aquí no impor-ta. Aquí los burdos policías no se meten con los influyentes hijos de senadores y diputados, si nos queremos matar, nos dejan, pero si un pobre diablo se mete con nosotros, ellos nos protegen.
Tras tomar una curva muy cerrada y sacar un poco de humo de llantas, veo, con letras doradas que se elevan so-bre el imponente edificio principal, que aparece el nombre que vengo persiguiendo: Las Vegas.
Observó alrededor del lugar a través del parabrisas del Mustang, podía sentir a mi mejor amigo en el lado de copi-loto. Todo lo que nos está sucediendo es figurado, poder estar aquí es genial y lo hace todo mejor cuando es la pri-mera vez. Cada individuo por igual ama cuando está vi-viendo una primera vez y no seré la excepción de ello. Ha-bía escuchado cientos de cotilleos de esta famosa localiza-ción, deje que todos los rumores me envolvieron hasta to-mar la decisión de acercarme y acentuar la impertinente experiencia de sobrevivir a la ciudad del pecado.
«Lo que se hace en Las Vegas, se queda en Las Vegas»
Minutos después de registrarnos en el hotel y de repo-sar del enigmático viaje me encontraba en la habitación presidencial, es la primera vez que manejo un automóvil tantos kilómetros. Estaba acostumbrado a viajar en los Jets privados de mi familia, o los choferes junto a los hombres encargados de la seguridad de nuestra familia nos traslada-ba de un lugar a otro; por tanto, mi cuerpo se sentía cansa-do. Guardaba una sonrisa reembolsada en mis labios, en este momento no hay nada que impida sentirme libre y tranquilo, el lado pertinente de mi mente aclamaba que to-do estaba bien, que dejara de preocuparme por las sensa-ciones negativas que me transfería mi padre.
Tengo tan solo una semana de haberme graduado con honores de la universidad. Poder decir que me gradué de psicología es genial, en cierto modo, puesto que fue la pri-mera carrera que se me vino a la mente en cuanto me gra-dué de la preparatoria, aunque hubiese preferido haberme graduado en «Música & Arte». Padre jamás lo hubiese permitido; él mismo quería que estudiara derecho, así poder seguir su blasfemado legado, llenándome como un vaso de agua de nudos neuróticos narcisistas como sadomasoquista. Por lo que permitió a duras penas que estudiara psicología, alegando que era mucho más aceptable que Música y Arte.
Sincerandome no recuerdo si alguna vez me ha demos-trado algún efecto positivo o sintético. Aunque parezca masoquista siempre trato de mostrarle lo mejor de mí: sa-cando excelente notas, llevándoles las pantuflas o entre-gando el periódico. Sin embargo nunca fue suficiente para él. Por otro lado está madre totalmente diferente a él. Son dos polos completamente opuestos. Demostrándome su dulzura, su amabilidad y lo extraordinaria que puede llegar a ser. Pero siempre estaba esa manipulación por parte de mi padre que hacía que todas mis admiraciones se esfuman porque odiaba que mi madre fuera una bella mujer inhibida, detestaba su lado sumiso y servicial ante un hombre que: «la amaba a su modo», citando sus palabras.
Reviso el reloj de mi muñeca. Suelto un sonoro quejido al notar que aún es temprano para explorar la ciudad. Aun así, las calles están repletas de gente caminando o de autos muy lujosos trajinando de un lado a otro. Lo inicuo de este sitio es que todas las mañanas están engalanando las vías. Por lo cual, hay un tráfico de los mil demonios. Peor que en San José de California.
-¿Listo? -flanqueo la cabeza al ver a mi mejor ami-go.
El viento nocturno se liga al gélido aire acondicionado de la habitación del hotel donde nos estamos alojando du-rante los tres días.
Para no hacerlo esperar más por mi respuesta, asiento con la cabeza dejando salir un mudo: -Sí... -tengo un ligero hormigueo en mi abdomen. Dejó de lado mi ansie-dad y exprimo todo el significado de la diversión en mi organismo. Una dosis de endorfinas y de serotoninas y Bum todo listo.
-¡Entonces vamos! -Desprendo una risita al ver el frenesí en Tayron.
Él es hijo de unos médicos muy reconocidos. Los cua-les están buscando estrategias más avanzadas para poder extirpar tumores cerebrales y que estos no sean tan invasi-vos a la hora de una cirugía.
-Primero déjame marcarle a madre. Debe estar preo-cupada por no haberla llamado hace una hora. Recuerda que siempre lleva la contabilidad del tiempo cuando estoy en otro lugar.
Lo confuso de madre es que es una mujer sobreprotectora cuando no estoy en casa y cuando estaba en las garras de padre nunca intervino, nunca me protegió.
Marco una serie de números en el celular, lo posiciono en mi oreja derecha y comienzan a sonar unos cortos soni-dos de repique. No resuenan tres veces cuando mi madre contesta de inmediato.
-¡Joseph! ¡Ya me tenías preocupada! -ruedo los ojos riéndome entre dientes-; ¿llegaste bien, cariño?
-Sí madre, ya estamos aquí -observo a través del ventanal la conglomerada ciudad. Lo hermoso que luce con todas aquellas luces y como la oscuridad queda en un se-gundo plano-. Vamos a explorar la ciudad -logró escu-char cómo suspira.
-Bien, te dejo para que disfrutes, cariño. Mucha cons-ciencia con todo lo que haces, te amo.
-Tranquila, lo sé perfectamente, yo también te amo madre.
-No tomes demasiado Joseph, mira que estás con el aguafiestas de Tayron y bueno...-sonrió ante su tono.
-Sí madre. Tranquila.
-Adiós cariño. ¡Cuídate! ¡Y mándame fotos!
-Adiós mamá -cuelgo riéndome de lo risueña que suele ser.
Madre adora que cada vez que no estoy con ella le en-vié fotografías en donde me encuentro, cada vez que ob-servó un ave la fotografió y se lo envió. En el fondo el sig-nificado de eso era que anhelaba que fuese libre en todos sus sentidos, que se empoderara un poco y se diese cuenta de lo importante que es para mí.
En el reflejo del ventanal puedo observarme desde la cabeza a los pies. Sonrió de lado, notando lo atractivo que me veo. Mi cabello castaño está un tanto alborotado, ta-pándole casi los ojos. Llevo una camisa negra con diseños de singulares rosas moradas. Unos vaqueros negros que se ciñen a mis piernas, un par de Adidas blancas con franjas negras en los costados. Acomodo un poco con ayuda de mi mano derecha los densos cabellos, hago una pose para nada masculina burlándome de mí mismo.
-Será la mejor noche -murmuro para mí mismo.
«...o eso espero»
Libro 1; Bilogía LITOST York Finneas se mantuvo en silencio detrás de lo que verdaderamente sucedió hace cinco años del despreciado momento en el que fue sometido y expulsado de la casa de gobernación, del presidente, del país más poderoso del mundo tras haber descubierto sus sombríos secretos. Hasta que, años después, recibe una carta de un estudiante de periodismo, qué cree, que hay un trasfondo del hermenéutico período que fue señalado. Comienza a integrarse a la productividad de la vida pacífica y siente que tiene una segunda oportunidad para reencontrarse consigo mismo. Lo que no predecía era que con la ansiedad palpando, se convierte en una entrevista desveladora devastadora, transformando el punto de vista, de la imagen legal, del dirigente y de la revolución agraviada que enfrenta tras la realidad. Las cartas del juego comienzan a plegarse; varios secretos anticonstitucionales salen a la luz. Las cartas magnas se vuelven impuras. Y la perversidad no es una decisión para contar. Los jefes de estado, se ven envueltos en las polémica que infiere la prostitución, la violencia de género, narcotráfico, feminicidio, racismo, homofobia, homicidio, violación, trata de persona y lavado de dinero. ¿Cuánto tiempo le tomará a York para mantenerse con vida luego de desvelar todo? ¿Quiénes mienten realmente? Copyright: Wuilder Vargas Villalobos © 2021
York Finneas se mantuvo en silencio detrás de lo que verdaderamente sucedió hace cinco años del despreciado momento en el que fue sometido y expulsado de la casa de gobernación, del presidente, del país más poderoso del mundo tras haber descubierto sus sombríos secretos. Hasta que, años después, recibe una carta de un estudiante de periodismo, qué cree, que hay un trasfondo del hermenéutico período que fue señalado. Comienza a integrarse a la productividad de la vida pacífica y siente que tiene una segunda oportunidad para reencontrarse consigo mismo. Lo que no predecía era que con la ansiedad palpando, se convierte en una entrevista desveladora devastadora, transformando el punto de vista, de la imagen legal, del dirigente y de la revolución agraviada que enfrenta tras la realidad. Las cartas del juego comienzan a plegarse; varios secretos anticonstitucionales salen a la luz. Las cartas magnas se vuelven impuras. Y la perversidad no es una decisión para contar. Los jefes de estado, se ven envueltos en las polémica que infiere la prostitución, la violencia de género, narcotráfico, feminicidio, racismo, homofobia, homicidio, violación, trata de persona y lavado de dinero. ¿Cuánto tiempo le tomará a York para mantenerse con vida luego de desvelar todo? ¿Quiénes mienten realmente? Copyright: Wuilder Vargas Villalobos ©
Owen es un hombre de 43 años que ha logrado construir un imperio en el mundo de los servicios digitales, pero su éxito no ha sido suficiente para llenar el vacío de su corazón. Desde que su esposa lo traicionó con uno de sus socios y lo abandonó, dejándolo solo con su hija de 5 años, Owen ha vivido atrapado en un mundo de desconfianza y dolor. Incapaz de abrirse nuevamente al amor, intenta ahogar su tristeza con relaciones fugaces con sus secretarias, buscando en esos encuentros un alivio temporal para sus heridas. Anna es una joven llena de pasión y determinación, que lucha cada día para superar las dificultades económicas que enfrenta mientras estudia para convertirse en profesora. Trabaja sin descanso para pagar la universidad y se aferra a sus sueños, a pesar de estar atrapada en una relación con un novio que vive a su costa, tocando el violín en el metro sin otra ambición que pasar el tiempo. A veces, Anna se pregunta si en su vida podría haber algo más, algo que vaya más allá de sobrevivir. Cuando los caminos de Owen y Anna se cruzan, el choque de sus mundos tan diferentes provoca una chispa que ninguno de los dos esperaba. Él, con su corazón endurecido por las traiciones del pasado y el cinismo de sus relaciones pasajeras; ella, con una luz de esperanza a pesar de sus propias luchas. Juntos, descubrirán que el amor puede surgir de los lugares más inesperados y que, cuando las almas rotas se encuentran, pueden sanar de formas sorprendentes.
Sofía Morales, en la fiesta de celebración de su graduación, ebria y drogada por uno de sus compañeros quien intentó abusar de ella, se entregó a su héroe y salvador, Rafael Rincón, quien también se encontraba bajo los efectos del alcohol. Al mes exacto de esta celebración, ella comenzó a experimentar los primeros síntomas de su embarazo múltiple, lo cual fue un escándalo para toda la familia, especialmente porque nadie sabía quién era el padre de sus trillizos, ni siquiera ella misma. Antes de salir a relucir esta situación, su padre le estaba imponiendo aceptar un compromiso matrimonial con el hijo de su amigo, porque había dado su palabra desde que ella era una niña. Estando en su sexto mes de embarazo, su padre fallece, dejándola heredera y billonaria. Como era su única hija, debió asumir el cargo de CEO. Esto no fue bien visto por los otros accionistas de la Naviera, quienes consideraban que era una irresponsable, por el grave error cometido: ser madre soltera. Por su parte, Rafael Rincón, hombre enigmático, billonario, productor, ganadero, quien había perdido a su novia en un accidente, no dejó nunca de pensar en la bella y virginal jovencita a quien rescató y luego hizo suya en una noche de copas, en una discoteca de la Ciudad, propiedad de su amigo y de la cual solo sabía, que se llamaba Sofía.
"Alexandra Carlin es una chica recién graduada en la universidad, sin éxito en el campo laboral. Un día es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco años. Oliver está a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Alex Carlin y su jefe, sobre todo cuando nada sale como ellos esperaban."
Don Antonio se ha hartado de rechazar el matrimonio. Sin embargo, ha tomado el relevo de Don Pablo, su padre, y necesita elegir a una virgen para su ceremonia. Sufre un trastorno bipolar y a veces incluso adopta otra personalidad. Sintiéndose presionado por el ayuntamiento y su familia, elige una esposa alejada de todas las expectativas de la mafia italiana, la que solía llevar el reciclaje de su casa todos los viernes. Fabiana es una recicladora a la que su tío engañó para que se mudara a Roma con él. La dejó sin contacto con su familia en Brasil, la obligó a trabajar duro e incluso la agredió. Pensando que no podía ir peor, su tío la vende a Don Antonio, y al día siguiente empieza a enamorarse del jardinero vecino, que es dulce y romántico, completamente diferente del hombre posesivo y egoísta que la compró. Ella intenta escapar de su realidad arrojándose a los brazos de su apuesto vecino, pero al hacerlo descubre que el jardinero y el hombre al que fue vendida tienen mucho más en común de lo que imaginaba... "¿Quién es usted? ¿No eras sólo un jardinero?". - preguntó ella. "¡Puedo ser lo que quieras, ragazza!" Advertencia Este libro es apto para mayores de 18 años. Contiene escenas de sexo explícito y escenas fuertes que pueden contener desencadenantes y ser consideradas de romance oscuro.
Nunca había esperado casarse con un hombre al que solo vio unas pocas veces. Dijo que podía darle todo menos amor, y ella estuvo de acuerdo. Sin embargo, su gentileza y consideración consiguieron que diera lo mejor de ella. Pensó que podría disfrutar de esa vida para siempre, pero la aparición de su primer amor la sacó de su fantasía. Era hora de poner fin a ese sueño, por lo que se fue con su hijo por nacer. Cuando se volvieron a encontrar, finalmente se dio cuenta de cuánto la había extrañado.
Sebastian Parrow, millonario, guapo, y muy cotizado, había anunciado su matrimonio con su novia María, con la cual llevaba años de relación. Dueño de una empresa de vinos de alta calidad, justo el día, en que iba anunciar su exquisito vino estrella, un accidente automovilístico acaba con la vida de sus padres, los cuales iban a celebrar junto a él, pero para desgracia de Sebastián, queda con vida y una ceguera total. Su vida se había convertido en un infierno, y su única esperanza era su novia María, la cual, lo abandona días antes de su boda sin importar los sentimientos y la condición en la que él se encuentra actualmente. La peor pesadilla de Sebastián se había hecho realidad, quedarse solo por ser un hombre ciego, el cual lo volvió un hombre lleno de frialdad y arrogancia. Una noche, una chica hermosa, la cual había sido drogada por un hombre maligno queriendo abusar de ella, logra escapar de sus garras, su única salvación fue subir a un auto, ya que su cuerpo no daba para más, debido a que la droga estaba haciendo de las suyas, y justamente, es el auto de Sebastián Parrow donde él se encuentra con un genio de los mil demonios porque su mano derecha estaba tardando. Aquel encuentro del destino, arrastró a Anastasia a ser la esposa Sustituta de Sebastián Parrow, a cambio de que él pagará los gastos médicos de su madre, ya que tiene cáncer avanzado y necesita atención con carácter urgente.