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Una sonrisa fue el comienzo de todo... El comienzo del amor... El comienzo de una obsesión...
🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫ADVERTENCIA🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫🚫
La presente historia trata temas un tanto fuerte para algunos lectores, es por ello que inicio este libro con una advertencia en forma de prevención para aquellos que sean menores de edad o sensibles a cierta clase de contenidos...
Esta historia trata temas como:
- Lenguaje fuerte u ofensivo
- Violencia física y sexual
- Pensamientos suicidas
Pido a aquellas personas sensibles o menores de edad que se ABSTENGAN de leer la presente historia...
POST: Uno de los objetivos del escritor es mostrar la historia desde la perspectiva del chico protagonista, por lo mismo algunos párrafos contienen frases que pueden llegar a ser ofensivas para algunas personas, ya que se intenta mostrar al lector lo que posiblemente puede estar pensando el chico protagonista. Con esto aclaro que... Las ideas presentadas en esta historia NO SON LA OPINIÓN PERSONAL DEL ESCRITOR.
Sin más que agregar, les doy la bienvenida a NO SONRIAS, espero que disfruten del trabajo de la escritora YK...
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- Me gustas
- No siento nada por ti, lo siento *Sonrío*
Ella, sonrío. Acompañó su frase tan directa y dolorosa con una sonrisa ¿Qué quería expresar? ¿Qué le quería dar a entender? Tal vez, que aún tenía una oportunidad...
El chico pasó la tarde con la sonrisa de la chica que le gusta merodeando por su mente – "Ella me sonrió, significa que me quiere" – Para él se había convertido en una señal que no dejaría pasar jamás.
La tarde se hizo noche y la noche se convirtió en intensas horas de planeación – ¿A qué lugar la llevaré? ¿Dónde le gustará vivir? ¿Querrá casarse? ¿Qué tal unos hijos? – Fueron algunas de las preguntas que dieron inicio a una obsesión.
A la mañana siguiente, él la buscó. La chica estaba sentada en los orillos de la fuente jugando con su mano en el agua – "Que bella se ve" – Pensó con la mirada llena de expresión, sus ojos se dilataron al ver a la chica que le gusta, tan linda, tan tierna, tan... Suya.
Un paso para acercarse, dos pasos para retroceder. El impulso de caminar hacia ella, de mostrarle lo mucho que le gusta, de regalarle su mundo, de darle todo lo que tenía se desvaneció...
Un chico quizá un poco más joven que él, se adelantó con flores coloridas hacia la mujer que él miraba de lejos, no pudo evitar detenerse y observar. La chica se puso de pie y sonrió.
Se pregunto por qué? ¿Qué quería demostrar? ¿Qué era una mujer libre? ¿Qué podía estar con quien quisiera? ¿Cómo se atrevía a decepcionar al hombre capaz de darlo todo por ella? ¿Cómo se atrevía a burlarse de él?
El enojo lo cegó por completo, y cuando pudo entrar en razón ya se encontraba sobre aquel chico que se atrevía a coquetear con la chica que le pertenecía desde que él lo decidió así. Aunque el chico había entrado en razón, no pudo parar, debía demostrarle a ese cretino que nadie podía quitarle lo que le pertenece y mucho menos frente a él, debía demostrarle a la chica, que tenía un dueño y que nada bueno pasaría si se atrevía a traicionarlo, debía demostrárselo a toda costa!
Cada golpe que daba era más fuerte que el anterior, la sangre del chico de las flores empezó a manchar su blanca camisa, la cual traía puesta para impresionar a aquella dama que lo observaba aterrada, y esas hermosas flores con las que se había atrevido a insultarlo estaban destrozadas pues él, se encargó de eso.
Nadie podía regalarle nada a la chica que él que quería y mucho menos flores, solo él podía darle regalos, aunque en su ignorancia, la chica no entendía que tampoco podía aceptarlos.
– ¡Detente! – Los gritos de la chica estremecieron sus oídos y... Aumentaron su enojo
– ¿Qué me detenga, dices? – El tono de su voz se iba elevando con cada palabra que le decía a su chica – No te das cuenta, todo esto ¡Es tu culpa! – Sus palabras expresaban una gran ansiedad, para él era difícil controlarse, pero lo hacía por ella ¿Por qué no podía verlo? Todo lo que él hacía, era por ella – Deberías estar aquí conmigo ¡No con él! – El descontrol encontró un pequeño orificio por el que escapar, sus manos la tomaron de los hombros con fuerza y la sacudieron generándole más miedo del que ya expresaba, sus labios temblaban y sus ojos lo veían como un animal – ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! Tú... tú... ¡Eres mía! No puedes estar con nadie más ¡¿Me escuchaste?! ¡¡Con nadie!! – Él no se había dado cuenta pero la policía ya estaba en el lugar, muchas personas lo habían visto golpear brutalmente al chico de las flores hasta dejarlo inconsciente, para la mayoría ese chico agradable que caminó sonriente con flores en su mano, estaba muerto, desfigurado, el gran charco de sangre que se formó a su alrededor volvía imposible la idea de que este estuviera vivo.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Zack miraba a Danna caminar por el jardín. Se veía realmente hermosa, pero ella no era una chica común. Su esposo se había divorciado de ella y había intentado asesinarla para evitar pagarle una suma millonaria en el proceso. Zack sabía que ella estaba en problemas, pero también que difícilmente aceptaría su propuesta. La vio entrar por la puerta con total tranquilidad. -Cásate conmigo. Esa es la única opción que tienes para salir de este problema. -Eres tan descarado... ¿Cómo puedes pedirme que me case contigo sabiendo que tienes una prometida? -Tú me conoces y sabes que no amo a mi novia. Ella es consciente de la realidad. Respondió el chico con tranquilidad. Así era Zack Vryzas, un hombre frío, sin sentimientos. Pero, a pesar de su fachada de chico malo, solo existía una mujer capaz de hacerlo sentir miles de cosas con tan solo una mirada. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia, cargada de amor, drama, humor y suspenso. ¡Gracias de antemano por leer mis libros! No olviden dejar sus comentarios, para mí es muy importante conocer sus opiniones.
Sofía Morales, en la fiesta de celebración de su graduación, ebria y drogada por uno de sus compañeros quien intentó abusar de ella, se entregó a su héroe y salvador, Rafael Rincón, quien también se encontraba bajo los efectos del alcohol. Al mes exacto de esta celebración, ella comenzó a experimentar los primeros síntomas de su embarazo múltiple, lo cual fue un escándalo para toda la familia, especialmente porque nadie sabía quién era el padre de sus trillizos, ni siquiera ella misma. Antes de salir a relucir esta situación, su padre le estaba imponiendo aceptar un compromiso matrimonial con el hijo de su amigo, porque había dado su palabra desde que ella era una niña. Estando en su sexto mes de embarazo, su padre fallece, dejándola heredera y billonaria. Como era su única hija, debió asumir el cargo de CEO. Esto no fue bien visto por los otros accionistas de la Naviera, quienes consideraban que era una irresponsable, por el grave error cometido: ser madre soltera. Por su parte, Rafael Rincón, hombre enigmático, billonario, productor, ganadero, quien había perdido a su novia en un accidente, no dejó nunca de pensar en la bella y virginal jovencita a quien rescató y luego hizo suya en una noche de copas, en una discoteca de la Ciudad, propiedad de su amigo y de la cual solo sabía, que se llamaba Sofía.
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
Se me ocurrió casarme por contrato falso, con un hombre que está comprometido con su trabajo. Ese hombre también es mi jefe Albert pensó que sería divertido ir a Europa y casarse. Todo fue diversión y juegos hasta que estuvimos caminando la mano por las calles Europa. Solo éramos nosotros dos, pero Albert rompió la única regla que nos impedía estar juntos. Me dejó EMBARAZADA. ¡Albert nunca amaría este hijo nunca! Él está centrado en su trabajo y no quiere complicaciones. Ahora, tengo dos opciones. Decírselo y arriesgarme a perderlo. O mantener mi en secreto y aun así perderlo. Con cualquiera de las opciones, terminaré con el corazón roto. ¡A menos que un milagro salve nuestro matrimonio y nuestro futuro del colapso!