Para él siempre fuí su angel. Para mí, siempre fue un demonio. Polos opuestos que chocaron entre sí, un matrimonio arreglado y una relación que no recuerdo por un accidente que sufrí. Llevaba una mejor vida hasta que apareció de nuevo y todo volvió de la peor manera. Nunca imaginé que los ángeles se pudieran enamorar de los demonios, pero esta es mi historia.
Perdida en mis pensamientos, no me di cuenta del hombre que me había estado siguiendo por un tiempo, lo miré de reojo, él se dio cuenta y aceleró su paso hacia mí. Afuera estaba oscuro y la calle en la que estaba... Bueno, no había un poco de luz, tal vez una linterna a unos metros de distancia.
Choqué contra un cuerpo duro, miré hacia el que me topé y tragué saliva, la mirada del hombre me miraba fijamente.
Grité cuando me agarró la mano, luché en sus brazos cuando me agarró la cara y me dio un pequeño apretón.
-¡Déjame ir!- Lucho en sus brazos- Te voy a...- no puedo decir más porque sus labios están cubriendo los míos.
Me estaba besando brutal y profundamente, no entiendo. ¿Quién es este hombre, por qué me besa o por qué me sigue?
- Suéltame- suspiro, cuando me pega a la pared de un bloque de pisos. Lágrimas aparecen inmediatamente en mis ojos, tengo miedo.
-¡Solo callate!- Él ordena y lame mi mandíbula, junta mis manos sobre mi cabeza y besa mi cuello- Echaba de menos tu olor- susurra, queriendo volver a besarme, pero desvío la cara.
Gruñe y muerde mi mejilla, lamiendo mis lágrimas. Levanto mi pierna y quiero golpearlo donde más le duele, pero él atrapa lo que quiero hacer y mantiene su rodilla estirada entre mis piernas.
-Estoy de vuelta- susurra contra mis labios, y yo frunzo el ceño.
No, no puede ser él
No es el... No...
Afloja su agarre, liberando mis manos.
-Amon- susurro perdida en su nombre, no me viene nada más, solo eso.
-¿Quién más podría ser?- pregunta divertido.
Lo miro y trago saliva, recordando el primer día que lo conocí.
-¿Qué quieres de mí?- Pregunto con un suspiro.
Besa mi frente y se aferra más a mí.
-¿No es obvio lo que quiero?- Pregunta, y niego con la cabeza. Mira la cadena alrededor de mi cuello y sus ojos se oscurecen- Te arrebataron de mí lado- susurra con amargura- Y te estoy tomando de vuelta- gruñe y aprieta mi cintura.
El hombre tiene grandes problemas de comportamiento, un segundo está tranquilo y al siguiente está nervioso.
-No entiendo, Amon- susurro- ¿De qué estás hablando?- Pregunto con un suspiro.
-¡Oigan, esto no es una habitación de hotel!- Un anciano nos mira.
Amon saca un arma por detrás y le dispara en la cabeza, gritan y lo miran con horror. ¿Acaba de dispararle a un hombre inocente? Las lágrimas corren por mis mejillas y miro asustada al anciano que ha caído al suelo.
-¿Mataste a un hombre?- pregunto tartamudeando.
Pone los ojos en blanco y agarra mi mano brutalmente, empujándome hacia un auto negro.
-¡No quiero ir contigo, criminal!- Grito llorando y trato de soltarme de su agarre.
Me tira de la mano y me arroja brutalmente al asiento trasero, donde obsevo al hombre que me siguió, suponiendo que es su conductor.
La ventana negra que nos separa del conductor, se levanta.
-¿A dónde vas nena?- Pregunta como un depredador mientras me alejo de él.
Me estremezco y sollozo cuando coloca sus manos en mi cintura.
-Por favor, no me toques- suspiro, y él gruñe.
Su mano subió lentamente por mi pierna, pasando por debajo de mi vestido. No puedo moverme, estoy aterrorizada y asustada. Le disparó a un inocente en la cabeza, no dudó en absoluto cuando apretó el gatillo. No sé quién es este hombre, solo recuerdo que se llama Amon, tampoco se qué problemas mentales tiene, pero me aterra.
-Eres tan dulce- susurra contra mis labios.
Coloca sus manos sobre la camisa negra y comienza a desabrochar los botones uno por uno, miro su tonificado y bronceado pecho, trago saliva.
-¡Tócame!- Él ordena y yo asiento.
Él gruñe con disgusto y separa mis piernas.
-Estás enfermo- susurro llorando.
-Menos mal que encontré mi medicina- dice, besando mi pecho.
Lucho y lloro, él se enfada y me pega. Caigo en el banco llorando y llevo mi mano a la mejilla golpeada por él. Con miedo de mirarlo, lo escucho suspirar mientras toma mi barbilla y la aprieta suavemente.
-Lo siento bebé- besa mi frente y acaricia mi mejilla que ahora está un poco roja- No me molestes- susurra besando mi mejilla.
Tiemblo y lloro en el pecho del hombre que mató a un anciano a sangre fría.
-¿Q-qué quieres de mí?- pregunto tartamudeando.
Sus manos desabrochan suavemente el vestido y lo dejan caer por mi cuerpo.
-Tus senos son tan dulces- susurra suavemente, ahuecando uno de mis senos con su gran mano.
Ahora desearía haber usado sostén... ¿Por qué no podía esperar un taxi?
-Amon- susurro su nombre entre sollozos- Por favor- gimo mientras su mano desciende lentamente bajo la tela que me cubre un poco.
-Te va a encantar esto, Selene- susurra, y trago saliva.
-¡Nunca me gustará esto!- susurro sollozando y él muerde mi labio inferior. Me rompe las bragas y me mira como una presa- No- susurro, mientras separa mis piernas y las coloca en su cintura, sosteniéndolas allí con sus manos- ¡No, no quiero, déjame!- Rompo a llorar y lucho en sus brazos.
-No temas mi dulce ángel, no te llevaré aquí- besa mi frente- Solo quiero saborearte- continuó arrastrando besos por mi estómago.
Me estremezco cuando lo siento besar mi feminidad una y otra vez, arqueo la columna y dejo caer la cabeza hacia atrás. Mi mente dice que no, pero mi cuerpo quiere más. Coloco mis manos en su cabello y lo aprieto suavemente. Mi cuerpo quiere más y más y que no pare
-Tu dulzura es divina- gime levantándose y besándome.
Siento mi cuerpo arder por su toque, suspiro mientras besa mis dos senos, mordiendo suavemente.
-He esperado tanto tiempo para tocarte- susurra contra mis labios- Mi dulce Selene- continuó acariciando mi ahora sonrosada mejilla.
Muerdo mi labio inferior y aprieto sus hombros mientras desciende con besos por mi estómago de nuevo.
-Amon- gimo su nombre levemente avergonzada
¿Quién es este hombre? ¿Y por qué mi cuerpo reacciona a él como si lo conociera desde siempre? Solo recuerdo el nombre, no se como me conoce, no entiendo porque mi mente dice una cosa pero el resto de mí dice otra.
Es como si siempre le hubiese pertenecido...
XXX
Abro los ojos con dificultad y miro a mi alrededor, es una habitación extraña, masculina. Me siento y trato de recordar algo de anoche.
Las lágrimas se forman inmediatamente en mis ojos cuando veo al hombre que me dio mi primer orgasmo, está sentado en el sofá negro frente a mí y me observa como un depredador.
Suspiro al recordar que anoche mató a un hombre inocente. Se levanta y viene hacia mí, trago saliva y me tapo mejor con la manta.
-Selene- susurra sobre mis labios.
Miro hacia abajo, no queriendo que bese mis labios, toma mi barbilla y acaricia mi mejilla mojada con dos dedos.
-¡Mírame! - manda, pero yo no escucho. Gruñe nerviosamente y me empuja hacia atrás, sentándose encima de mí.
-¡Déjame ir!- Lucho mientras él besa mi cuello.
Aprieta uno de mis senos, haciéndome gemir debajo de él.
-¡Amor, déjame ir!- Grito asustada.
Mi grito llama su atención y me mira, me hago pequeña cuando veo su mirada.
-Permanece en silencio- Ordenó, colocando mis manos sobre mi cabeza.
Cierro los ojos, mientras besa mi cuello, su mano se mueve suavemente por mi cuerpo. Me besa apasionada y dominantemente, suspiro mientras deja un rastro de besos por mi estómago, haciéndome tragar saliva por no sé cuántas veces.
-Amon- me eché a llorar.
Capto su atención por segunda vez, sus ojos me miran neutralmente mientras su pulgar limpia mis lágrimas.
-¡Eres mía, entiéndelo!- Gruñe nerviosamente y presiona sus labios contra los míos, besándome.
Lucho por no llorar mientras rasga mis bragas con tanta facilidad.
-No me hagas esto- susurro entre sollozos.-¡Amon, por favor!- sigo llorando
Se me olvida respirar, cuando me agarra las manos con las esposas que me pone encima de la cama, tiemblo y sollozo.
-Selene, te he esperado muchos años- susurra sobre la piel de mi cuello, que besa- Te quitaron de mi lado bebé, recuerda y vuelve a ser la que eras- dice dejando más besos en mis labios.
Me estaba emborrachando con las sensaciones que sentí anoche.
-No entiendo- suspiro- ¿Quién eres tú y quién me alejó de ti?- Le pregunto con un suspiro.
Él no me responde.
-¿Por qué no me respondes? ¿Me amas?- le pregunto mirándolo.
Me sonríe suavemente y besa mi frente.
-Te amé desde el primer momento que te vi- susurra y muerde mi labio inferior.
Suspiro y lo miro.
-Entonces, dime, ¿quién eres tú para mí?- le pregunto.
Me acaricia la mejilla y juega con la cadena alrededor de mi cuello.
-Tu madre era una prostituta- me abofetea con esas palabras- Te prometieron al nacer- dice, y yo frunzo el ceño.
Me prometieron al nacer, ¿es posible tal cosa en este tiempo?
-Eres mi esposa, Selene- continúa, y yo asiento con la cabeza tratando de procesar esta información y tratando de recordar algo de todo ello.
¿Cómo puedo ser su esposa si no acepté casarme con él? No entiendo... ¿Cuándo me casé con él?
-Por favor, me duelen las manos- susurro, y él las suelta y se levanta de mí.
Tomo la bata de la cama y me la pongo.
-Sígueme, mi amor- susurra contra mis labios, tímidamente asiento con la cabeza. Lo sigo, abre una puerta y entramos a su oficina. Supongo- Lee esto- Me ordena entregándome un documento.
Leí hasta llegar a las palabras "Certificado de Matrimonio", al pie de la página estaba su firma y una pequeña mano, que asumo me pertenece.
-Pero no acepté eso, Amon- susurro y lo miro.
Se apoya en el escritorio y me mira. Yo era un bebé y él era un niño. No pudimos casarnos, eramos inocentes.
-Yo te quería Selene, nuestros padres estuvieron de acuerdo- dice haciéndome fruncir el ceño.
Un recuerdo estalla de la nada en mi cerebro y lo único que logro captar es que... Mis padres me abandonaron en un cementerio.
-Esas personas no son mis padres- susurro, y él levanta una ceja- Ya tengo a mis padres que me quieren, y cuando papá se entere de esto... Pues vas a ir a la cárcel
Me agarra de la barbilla y me mira, yo le devuelvo la mirada. Ambos nos miramos, pero no entiendo. ¿Por qué le divierte esta situación?
-Mi amor, ¿crees que tus padres adoptivos te encontrarán?- Me pregunta divertido.
Asiento y coloca una mano en mi cintura, acercándome a él.
- No te amo y no puedes mantenerme aquí a la fuerza- susurro.
-Puedo y lo haré amor, no te preocupes. Aprenderás a amarme de nuevo- Dice seguro y me besa, pero sin mi permiso. Muerdo su labio inferior con fuerza, haciéndolo gruñir.
-Estás loco- sollozo mientras él aprieta mi trasero, haciéndome detener.
Está loco si cree que lo amaré. No puede obligarme a amarlo, no lo acepto.
-Por mucho que intentes huir de mí y rechazarme, te querré más. Así que sé buena niña- dice besándome la frente.
¡Te mostraré que tan niña puedo ser, psicópata!
Coloco mis manos en el cordón de la túnica y la desato, dejándola caer a nuestros pies.
- ¡No soy una niña!- Gruño nerviosa.
Levanta una ceja y me mira divertido.
-Hace unos minutos estabas llorando y diciendo que no querías. ¿Qué ha cambiado mientras tanto, amor?- Pregunta, haciéndome tragar saliva.
- No soy una niña- susurro.
-Pero tampoco eres una mujer- susurra sobre mis labios.
Coloca sus manos grandes y frías en mis caderas, acercándome a él. Mis senos pegados a su pecho bien hech y esto me hace tragar fuerte.
¿Qué está haciendo ahora? Trago saliva de nuevo mientras me muerde el cuello.
-Pero te haré mi mujer, como debí hacer antes del accidente- continúa susurrando sobre mis labios.
Coloco mis manos en su pecho, poniendo una barrera entre nosotros dos. No, no quería provocarlo. Quería demostrarle que no soy una niña pequeña.
-Amon- susurro su nombre y lo miro.
-Te quiero de rodillas, pequeña, ya- Él gruñe, haciéndome fruncir el ceño.
-¡Nunca!- digo nerviosamente.
Gruñe de nuevo, su mirada se oscurece.
-No me retes, niña, porque no sabes en el estado que me encuentro- me levantó la voz.
Observo mientras se desabrocha los pantalones y los deja caer a nuestros pies. ¡Mierda!
-¡Ahora Selene!- Gruñe, perdiendo la paciencia conmigo.
-Te dije que no haré eso- digo indignada.
Me agarra la cara de manera brutal, trago saliva.
Creo que ya ni siquiera me queda saliva en la boca de tanto que he tragado en tan poco tiempo.
Nunca pedí nacer, ni tampoco vivir bajo este infierno. Solo tenía 15 años cuando mis propios padres me vendieron por miserables botellas de licor. Perdí lo más valioso que tenía y tampoco podía confiar en nadie. Mi instinto de supervivencia me hizo cumplir los trabajos mas asquerosos para sobrevivir en ese burdel. A mis 18 años no imaginé que mi vida cambiaría tan rápido, fui comprada en una subasta por el mismo diablo y aunque deseaba con mi alma cambiar de vida, nunca imaginé que fuera por él. ¿Infierno o cielo? Vivir entre las sombras del deseo cambió mi vida por completo.
El Dr. Ray Evans vivió una existencia solitaria y miserable como asistente de emergencia en el Centro Médico Harborview. Comía, respiraba y vivía para su trabajo. Se negó incluso a pensar en las mujeres. Para él, eran sólo distracciones y no confiaba en nadie, excepto en su madre. La Dra. Jane Hall acaba de mudarse a Seattle, después de completar su residencia en Chicago. Fue contratada como pediatra de este mismo hospital y se convirtió en becaria de la sala de emergencias pediátricas. Ella no buscaba una relación, sólo se concentraba en su trabajo. Fue odio a primera vista para ambos, o eso pensaban, más nunca negaron su atracción instantánea. Ambos mundos se cruzan, dos polos opuestos que se atraen. ¿Podrán sanar y cambiar su forma de ver la vida?
Después de las miles de veces que dije y demostré lo mucho que te amaba... ¿Cómo pudo una simple actuación romper tu fe en mi? Vi en tus ojos que de verdad creías que ya no te quería, la idea mas ridícula que pudiste tener... ¡Cómo si hubiera alguna manera de que yo pudiera vivir sin amarte, desearte y necesitarte! Eres la luz de mi vacía existencia y si tuviera un alma tu serías la razón para no perderla. Y aunque te destruí te volveré a sanar, dame la oportunidad de enmendar mi error y sacarte de la oscuridad.
Él es un multimillonario, carismático, líder de una poderosa mafia apodado "Blackjack" y jefe de una exitosa cadena hotelera. Ella es una chica que ha pasado por mucho, llena de secretos y un pasado oscuro, la chica que huye del asesino de su hermano, pero que sabe muy bien como esconder sus secretos. Un simple error cambiará su vida una vez que conozca a Blackjack, sin saber quién es realmente. Ella lo cree arrogante y engreído. Pero, ¿qué pasará cuando se enamore de él? ¿Serán capaces de estar juntos? ¿Serán capaces de superar todos los obstáculos que se les presenten? Solo tienes una forma de averiguarlo.
Celia, necesitada de dinero, acepta un trabajo como ama de casa de un hombre misterioso que vive aislado en una mansión. El hombre es conocido por su mal humor y su tendencia a ahuyentar a quienes lo rodean. La joven sabe que no será fácil, pero está decidida a demostrarle al hombre que no es como los demás. En los días que siguen, se gana la confianza del hombre, quien comienza a abrirse a ella. Juntos, descubren que ambos tienen secretos que esconden del mundo. A medida que se acercan, la joven empieza a ver al hombre como alguien más que un simple amargado. ¿Podrá romper las barreras que el hombre ha construido a su alrededor? ¿O será su mal humor y su ira demasiado fuertes para superar?
Nunca pensé que el dolor y la perdida llegaran a mí de forma inesperada. Perder al amor de mi vida también hizo que muriera junto a él, vivir en piloto automático no funcionaba, los recuerdos me golpeaban y ver la felicidad de quienes salieron adelante era un infierno amargo que no deseaba seguir experimentando. Me entregué a mi trabajo en la frontera, no quería volver a lo que una vez fue mi hogar, de todas formas, era necesaria en este lugar, estaba muerta en vida, no tenía nada que perder, pero nunca pensé que el reencuentro con uno de los hombres más importantes de mi vida me haría revivir de nuevo y experimentar un amor tan fuerte como el primero. Esta es mi historia.
Jenna Murphy se había casado con Hansen Richards, el hombre al que amaba desde la infancia pero el que más la odiaba. Ella creía que él finalmente la amaría. Pero antes de que su sueño se hiciera realidad... Un accidente automovilístico terminó con la vida de su padre y llevó a su madre que estaba entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos del hospital. Su descarado y codicioso tío aprovechó la ocasión y les robó todas las propiedades. Para conseguir los honorarios del cirujano que atendía a su madre, Jenna solo podía estar de acuerdo de divorciarse de Hansen. Pero Hansen la invitó a la fiesta de cumpleaños de su abuela tratando de salvar su relación. Sin embargo, Jenna encontró algunas pistas que mostraban que el accidente automovilístico que arruinó a su familia tenía alguna relación con Hansen..."" "
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Santino Rivas, es un exitoso abogado de 35 años que no ha perdido un sólo caso en toda su carrera. Se caracteriza por ser un hombre vanidoso, frívolo, narcisista, y por sobre todo alexitimico, es decir, que es una persona incapaz de sentir cualquier emoción que esté relacionada con el amor, impidiéndole demostrar nada que tenga que ver con ese sentimiento, motivo por el jamás se le ha conocido una pareja y esto lo ha llevado a ser el soltero más codiciado en el mundo de las leyes. Abril Evans, es una joven de 21 años quien al fallecer sus padres y quedarse a cargo de su hermana, que necesita una operación para volver a caminar, se ve obligada a dejar sus estudios y trabajar duro para poder juntar la cantidad de dinero que necesita. Con una personalidad totalmente opuesta a lo que es él, termina siendo completamente seducida y arrastrada a su mundo lujurioso donde deberá arrodillarse a los deseos de un hombre que se cree el amo supremo de su vida y de su cuerpo y quien para obtener de ella lo que desea, le ofrecerá un acuerdo al cual, aunque quisiera, no se podrá negar. Pagar la operación y el tratamiento completo de su hermana. Pero no todo es tan sencillo como parece, porque este contrato tiene tres reglas fundamentales que bajo ningún concepto ella debe infringir. 1 - Discreción: nada de lo que suceda en la intimidad de ambos debe filtrarse. 2 - Exclusividad: no puede estar con ningún otro hombre a no ser que él lo autorice. 3 - Cero Sentimentalismo: tiene prohibido enamorarse. ¿Aceptará Abril arrodillarse a los placeres sexuales, poco comunes, de Santino Rivas a cambio del dinero? y aun así ¿Podrán ser capaces de no quebrantar ninguna de esas clausulas? YA PODES ADQUIRIR TU LIBRO POR LA PÁGINA DE ÁMAZON.